LA MORTALIDAD NO SE DEBE AL FRÍO
La Navidad puede ser perjudicial para el corazón
El aumento en las muertes cardiacas durante las navidades puede no estar asociada con el frío estacional sino con la celebración en sí, según un estudio que se publica en Journal of the American Heart Association.
Redacción | dmredaccion@diariomedico.com | 23/12/2016 09:00
Aunque hasta ahora el aumento en las muertes cardiacas en las fiestas navideñas se asociaba con el frío típico de la estación, parece que ese repunte también se observa en el hemisferio sur donde la Navidad se celebra en verano, según un estudio, que se publica en Journal of the American Association.
"Los repuntes en las muertes por causas naturales en Navidad y Año Nuevo ya han sido determinados por varios estudios en Estados Unidos. Puesto que las fiestas coinciden con el invierno cuando las tasas de mortalidad ya aumentan de forma estacional debido a las bajas temperaturas y a la gripe", ha explicado Josh Knight, de la Universidad de Melbourne, y autor del trabajo.
En el estudio los investigadores analizaron las tendencias en la mortalidad en Nueva Zelanda, donde la Navidad se celebra en verano, un tiempo en el que la mortalidad estacional suele ser baja, lo que ha permitido a los investigadores separar cualquier efecto invernal del vacacional. Así se observó que un periodo de 25 años (entre 1988 y 2013), se produjeron un total de 738.409 muertes, de las que 197.109 se reportaron como muertes cardiacas.
En ese periodo se produjo un aumento del 4,2 por ciento en las muertes cardiacas fuera del ámbito extrahospitalario entre el 25 de diciembre y el 7 de enero. La media de edad de muerte cardiaca durante el periodo navideño fue de 76,2 años frente a los 77,1 el resto del año.
Hay varias teorías que pueden explicar ese aumento en las muertes vacacionales y que lo achacan al estrés emocional relacionado con la época, a los cambios en la dieta y en el consumo de alcohol, al hecho de que haya menos personal médico en las instalaciones médicas y a cambios en el entorno físico, como la visita a los familiares. Sin embargo, se han producido pocos intentos de replicar los estudios previos.
En cualquier caso, aunque es necesario realizar más investigaciones, los investigadores sugieren que los pacientes podrían retrasar la búsqueda de atención médica hasta después de las fiestas. "Las navidades son un periodo habitual de viaje en Nueva Zelanda, lo que hace que la gente no esté cerca de sus instalaciones sanitarias habituales. Esto puede contribuir al retraso en acudir al médico, tanto por la falta de familiaridad con los centros sanitarios como con la falta de asistencia médica en determinadas zonas".
No obstante, Knight ha aventurado que también que los pacientes terminales pueden intentar aferrarse a la vida en días importantes para ellos. "La capacidad de los individuos de modificar la fecha de su muerte en función de fechas significativas se ha confirmado y refutado en varios estudios. Sin embargo, podría ser una explicación posible para este efecto vacacional", ha concluido Knight.
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