10 AÑOS DE VIH
De los intentos de la monoterapia a la biterapia y los fármacos inyectados
Los actuales tratamientos para combatir el VIH, vienen simplificándose gracias a la concentración de determinados fármacos (entre dos y tres por terapia).
Eva Martínez. Madrid | 20/11/2017 00:00
Autor: DM
El tratamiento del VIH en los últimos diez años se ha caracterizado por un proceso de simplificación tanto de los medicamentos como de las moléculas empleadas llegando a la monoterapia, la administración de un único activo, que solía ser un inhibidor de la proteasa(IP) con una alta barrera genética, pero con el problema de generar oscilaciones en la carga viral o blips, considera Esteban Ribera, internista del Hospital Valle de Hebrón, de Barcelona. "Ahora se está abandonando porque el estándar es tener a los pacientes con una carga viral indetectable, aunque si hay personas que están muy bien controladas con esta terapia tampoco vas a cambiar la pauta".
Para Antonio Rivero, internista del Hospital Universitario Reina Sofía, de Córdoba, la investigación hace cinco años en monoterapia fue en parte promovida "porque suponía un ahorro de casi el 50 por ciento del coste total, pero se desestimó debido al peaje que había que pagar en cuanto a los blips y los reservorios". Sin embargo, esta línea valoró que el patrón anterior de la triterapia con fármacos como el darunavir junto con inhibidores de la integrasa se podía simplificar en tratamientos con sólo dos componentes: la biterapia.
"Esta opción consiste en la combinación de un fármaco core, que es el de alta barrera genética contra la aparición de resistencias, y un acompañante que evite los problemas de la monoterapia y sea muy bien tolerado", puntualiza Ribera, quien pone como ejemplo el uso de darunavir o ritonavir con moléculas como el 3TC o la rilpivirina. Ambos especialistas sostienen que la biterapia es una realidad y una apuesta de futuro, aunque reconocen que no es tan eficiente en pacientes naive. "En estos casos, siempre se puede comenzar con la triterapia y, al cabo de un año, pasar a la biterapia", propone Rivero.
Un paso más en la terapia antirretroviral serán los tratamientos inyectados, con viales administrados cada cuatro u ocho semanas con un inhibidor de la integrasa, como el cabotegravir, y otros activos con gran versatilidad, como la rilpivirina. "Se encuentran en ensayos clínicos y se plantea una doble inyección cada dos meses; mejoraría la adherencia y desaparecerían los olvidos. Esto supondría un refuerzo de la prevención porque una persona que siga correctamente la terapia no puede transmitir el virus a otra", apunta Rivero.
Panorama cambiante
Ribera subraya que la idea de apostar por una periodicidad bimensual procede de los ensayos donde hasta ahora se ha visto una mayor satisfacción por parte de los pacientes con esta pauta. "El procedimiento sería similar al actual; en realidad, solo se administran tratamientos para dos meses con el fin de evitar que se pierda la medicación; la administración inyectada además permitirá al paciente olvidarse de su condición de seropositividad". Se estima que estos tratamientos no estarán disponibles fuera de ensayo hasta dentro de dos años, tiempo que dependerá del coste final y la decisión de las administraciones públicas, porque Ribera admite que "hace diez años había unas necesidades y prioridades diferentes a las actuales".
La vacuna contra el VIH es otro proyecto que, pese a que ganó fuerza hace algunos años, no parece que tenga buenas expectativas en un futuro próximo."Con los resultados actuales, desde luego no se contempla a corto plazo", concluye Ribera.
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