viernes, 22 de enero de 2010
Preservar la fertilidad, un reto en las pacientes oncológicas - DiarioMedico.com
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ESPAÑA
SEGÚN LLUÍS CABERO
Preservar la fertilidad, un reto en las pacientes oncológicas
Los tratamientos oncológicos tradicionales tienen un impacto muy importante en las mujeres jóvenes, ya que afectan a sus ciclos reproductivos. En los últimos años, las técnicas de preservación de la fertilidad están ofreciendo muy buenos resultados en estas pacientes.
Karla Islas Pieck. Barcelona - Viernes, 22 de Enero de 2010 - Actualizado a las 00:00h.
llave conceptual:
1. La solución actual consiste en la vitrificación de los óvulos por ultracongelación rápida y en las técnicas de inhibición del funcionamiento ovárico
Uno de los efectos secundarios que producen algunos tratamientos oncológicos es la alteración de los ciclos reproductivos en las mujeres jóvenes. La incidencia del cáncer en este colectivo ha ido en aumento en los últimos años, por lo que el objetivo de preservar la fertilidad cobra cada vez más importancia, según ha quedado de manifiesto en el XVII Curso de Ginecología, organizado por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), la Universidad de Barcelona (UB) y el Área Científica de Laboratorios Menarini.
El director de esta reunión, Lluís Cabero, jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Valle de Hebrón, de Barcelona, ha explicado a Diario Médico que en los últimos años se han producido avances muy importantes en este campo.
"Lo estamos consiguiendo a través de la vitrificación de los óvulos, una ultracongelación rápida, y también mediante técnicas que inhiben el funcionamiento ovárico cuando la mujer recibe el tratamiento y de esta forma la quimioterapia no tiene efectos tan devastadores sobre los órganos reproductores".
Según los estudios más recientes que constan en la literatura científica y según la evidencia clínica, estas alternativas terapéuticas están ofreciendo resultados muy positivos en las pacientes que están en tratamiento con quimioterapia.
Amenorreas
Otro de los temas que se han abordado durante el curso, que este año se ha dedicado a la reproducción humana y a la endocrinología ginecológica, son las amenorreas hipotalámicas que suelen aparecer ante circunstancias como el estrés, el deporte de élite o el cambio de peso.
Estos factores modifican determinados moduladores hipotalámicos que actúan sobre el eje catecolaminérgico o dopaminérgico son capaces de modular la acción de las células gonadotropas, por lo que ni se ovula ni se sintetizan estrógenos.En estos casos es muy importante la sospecha diagnóstica para poder complementar el tratamiento farmacológico, ya que "por más hormonas que les demos para suplir las que les faltan, hasta que no solventemos la causa no se acaba el problema".
Además, se ha hecho una puesta al día sobre los tratamientos hormonales sustitutivos y la prevención de la osteoporosis y las patologías cardiovasculares. En opinión de Cabero, se ha pasado "del desconocimiento a la euforia, después a la decepción y finalmente a una situación de equilibrio".
El cambio de estrategia en los tratamientos, a través de las microdosis de hormonas, ha logrado minimizar el riesgo de sufrir cáncer, que era una de las principales limitaciones para indicar esta alternativa terapéutica.
HIPERINDICACIÓN DE PRUEBAS DE FERTILIDAD
Lluís Cabero, jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital del Valle de Hebrón, ha explicado que uno de los retos actuales a los que se enfrenta la especialidad es la correcta indicación de las técnicas para valorar la fertilidad de las parejas. A su juicio, "se están haciendo una multitud de pruebas que no sirven para nada, encareciendo mucho el proceso y sobrecargando de manera espectacular los sistemas sanitarios". En concreto, los exámenes de progresión del espermatozoide, los estudios sobre los cambios de las características del moco cervical o la laparoscopia son herramientas que no deben utilizarse de manera sistemática en los pacientes. "Esto no quiere decir que en algunos casos no esté justificado, pero se hace mucho más de lo que se debería y eso no es bueno". Lo primero que se debe hacer es profundizar en la anamnesis, después pasar a las pruebas hormonales básicas (FSH, LH y estradiol), la histerosalpingografía y, más adelante, el control folicular ecográfico, la determinación de progesterona y el seminograma.
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