sábado, 16 de enero de 2010

Valle de Hebrón aplica la robótica en la cirugía de ginecología oncológica



Diariomedico.com
ESPAÑA
PARA LINFADENECTOMÍA EXTRAPERITONEAL E HISTERECTOMÍA RADICAL, ENTRE OTRAS OPERACIONES
Valle de Hebrón aplica la robótica en la cirugía de ginecología oncológica

La Unidad de Ginecología Oncológica del Valle de Hebrón está utilizando el robot Da Vinci para realizar linfadenectomías extraperitoneales e histerectomías radicales, entre otras intervenciones. De su experiencia se desprende que esta tecnología parece añadir seguridad y precisión y, posiblemente, una reducción del tiempo de cirugía laparoscópica.


Javier Granda Revilla. Barcelona - Lunes, 4 de Enero de 2010 - Actualizado a las 00:00h.

llaves conceptuales:
1. Para los cirujanos que han realizado cirugía laparoscópica avanzada es más fácil pasar a la cirugía robótica porque no deja de ser una cirugía semejante
2. La histerectomía radical en estadios iniciales de cáncer de cérvix es la técnica más compleja que se puede hacer por laparoscopia y cirugía robótica

Técnicas como la linfadenectomía extraperitoneal o la histerectomía radical comienzan a realizarse robóticamente en ginecología oncológica, colocando al Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario del Valle Hebrón, de Barcelona, a la vanguardia mundial en este campo.

La linfadenectomía extraperitoneal se efectúa de manera preterapéutica para estadificar la enfermedad. Es decir, para saber si los ganglios locorregionales estarán o no afectados, porque si lo están cambia el abordaje terapéutico posterior. De este modo, el tratamiento de los tumores que son voluminosos o localmente avanzados se realiza con radioterapia junto a la quimioterapia de forma concomitante. Si los ganglios aórticos son positivos, el campo de irradiación se tiene que extender. En caso de que los ganglios sean negativos, este campo es menor y la morbilidad disminuye, porque el tratamiento se hace a nivel únicamente de la pelvis. Para realizar esta técnica se utiliza la cirugía robótica, mediante el robot Da Vinci.

En opinión de Antonio Gil-Moreno, de la Unidad de Ginecología Oncológica del hospital barcelonés, la cirugía robótica es útil para los cirujanos con experiencia en cirugía laparoscópica avanzada, ya que aporta beneficios en cuanto a la comodidad para el especialista. "En algún caso añade seguridad y precisión, si bien todavía no se puede confirmar porque los casos que se han realizado son pocos, si bien en un futuro próximo podrían acortar el tiempo quirúrgico comparado con la laparoscopia, donde las diferencias son menores. La gran ventaja de la cirugía robótica se muestra al compararla con la laparotomía convencional", ha argumentado.

La linfadenectomía extraperitoneal robótica tiene otras indicaciones en el cáncer de pelvis, que es donde más se realiza. "Es una técnica que hacen pocos grupos, ya que presenta mucha complejidad técnica; sin embargo, tras realizar una serie de casos ves que no es tan importante", ha apuntado el experto. "Los principales problemas se deben a que al inicio la técnica es más dificultosa. Es decir, no la propia linfadenectomía, sino crear un espacio que en realidad no existe para poder realizar posteriormente la extracción ganglionar".

Ese espacio se crea de forma muy cuidadosa, evitando una disrupción del peritoneo que si se produce impediría llevar a cabo la técnica quirúrgica, "por lo que este punto inicial es crucial y es la causa por la que muchos grupos no se han incorporado a ejecutarla".

La histerectomía radical, indicada en los estadios iniciales de cáncer de cérvix, es la técnica más compleja que se puede realizar por laparoscopia y por cirugía robótica. Su dificultad radica en que requiere en ambos casos un largo tiempo quirúrgico porque debe desecarse y preservarse la anatomía de la pelvis, excepto el propio útero. "Por tanto, tienes que preservar la vejiga y la elevación vesical, realizando una disección del recto. Este proceso requiere un tiempo prolongado de disección, es una técnica muy delicada, porque debe ser exangüe para poder visualizar en todo momento todos los pasos quirúrgicos, incorporando la preservación nerviosa para disminuir la morbilidad quirúrgica en términos de disfunción vesical", ha detallado. La técnica conlleva la disección de toda la pelvis, por lo que está considerada como la más difícil en ginecología oncológica.

"Aquí sí que hemos visto, en los primeros casos que hemos hecho con el robot, que va a disminuir el tiempo quirúrgico. La cirugía robótica tiene como ventaja que, cuanto más larga sea la intervención, más disminuye el tiempo que se emplea para realizar la cirugía laparoscópica".

Barrera económica
¿Monopolizará la cirugía robótica las intervenciones en este campo? Según Gil-Moreno, "es difícil saberlo". En su opinión, sus principales inconvenientes son su coste económico elevado y la dificultad del aprendizaje en ginecología oncológica. "Para los cirujanos que han realizado cirugía laparoscópica avanzada es más fácil pasar a la cirugía robótica, porque no deja de ser una cirugía semejante en muchos de los aspectos.

No obstante, y como se ha visto en otras especialidades como la urología, muchos grupos que no realizaban cirugía laparoscópica pasaban directamente de la cirugía convencional abierta o laparotómica a la robótica, con curvas de aprendizaje relativamente bajas. En Estados Unidos también se ha comenzado a ver este hecho en ginecología general y en ginecología oncológica y a nivel mundial se compran cada vez más robots.

"Pero creo que es pronto para responder a esta pregunta, porque todavía muchos grupos ginecológicos están en la fase de aprender técnicas quirúrgicas por vía laparoscópica para emplearlas en ginecología oncológica, antes incluso de pasar a la cirugía robótica", ha añadido.

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