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El consumo moderado de alcohol no parece afectar la supervivencia al cáncer de mama, según un estudio
Las mujeres que consumen alcohol en moderación tienen un riesgo más bajo de muerte por enfermedad cardiaca, añaden los investigadores
Dirección de esta página: http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_135738.html (*estas noticias no estarán disponibles después del 07/08/2013)Traducido del inglés: martes, 9 de abril, 2013En general, el consumo moderado de alcohol antes o después de un diagnóstico de cáncer de mama no parece tener un impacto negativo sobre la supervivencia del cáncer de mama, halló el estudio.
Cuando los investigadores observaron solo el consumo moderado antes del diagnóstico de cáncer de mama, se relacionó con una reducción del 15 por ciento en el riesgo de morir de cáncer de mama, en comparación con las abstemias, señaló la autora del estudio, Polly Newcomb, directora del programa de prevención del cáncer del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson, en Seattle.
Las mujeres que bebían moderadamente antes o después de un diagnóstico del cáncer de mama experimentaron una reducción del 25 por ciento en el riesgo de enfermedad cardiovascular y una reducción del 20 por ciento en el riesgo de muerte por otras causas durante los once años que se dio seguimiento a las mujeres.
El equipo de Newcomb halló una asociación, no una relación causal, entre la ingesta moderada de alcohol y la supervivencia.
Los hallazgos "deben calmar a las mujeres", aseguró Newcomb, quien también es profesor de investigación de la Universidad de Washington.
Se sabe que la ingesta de alcohol sí aumenta el riesgo de contraer cáncer de mama. "Nuestro enfoque fue en las supervivientes al cáncer de mama", apuntó Newcomb, ya que con frecuencia se preguntan si deben o no beber alcohol.
Newcomb evaluó a casi 23,000 mujeres. Todas reportaron su ingesta de alcohol antes del diagnóstico, y unas 5,000 respondieron sobre su ingesta posterior. En promedio, el seguimiento duró poco más de una década.
El estudio aparece en la edición del 8 de abril de la revista Journal of Clinical Oncology.
Newcomb evaluó a las mujeres que participaron en un estudio de factores de riesgo para el cáncer de mama, patrocinado por el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) de EE. UU. Se inició en 1988. El estudio de seguimiento de menor tamaño sobre los hábitos de consumo de alcohol tras el diagnóstico incluyó a unas 5,000 mujeres, y se llevó a cabo entre 1998 y 2001.
Newcomb señaló que, aunque la muestra después del diagnóstico fue más pequeña, las mujeres que participaron eran similares en términos de la edad y otras características respecto a las que no respondieron de la muestra más grande, lo que sugiere que los hallazgos son creíbles.
Durante el seguimiento, ocurrieron 7,780 muertes, entre ellas casi 3,500 de cáncer de mama. Newcomb observó las muertes y los hábitos de alcohol.
Las mujeres que bebían entre tres y seis bebidas a la semana (lo que se considera un consumo moderado) antes del diagnóstico experimentaron una reducción de alrededor del 15 por ciento en el riesgo de muerte por cáncer de mama, en comparación con las abstemias, halló.
¿Qué podría explicar la diferencia en el impacto del alcohol, o sea, que aumenta el riesgo de contraer la enfermedad pero no afecta la supervivencia general? Se cree que la ingesta de alcohol aumenta el riesgo de contraer cáncer de mama debido a un incremento en la producción de estrógeno, planteó Newcomb. Quizás el tipo de cáncer de mama que se halla más probablemente entre las mujeres que beben podría simplemente responder mejor a las terapias que reducen el estrógeno.
Los nuevos hallazgos deben ser una buena noticia para las mujeres, dijo la Dra. Laura Kruper, jefa del servicio de cirugía de mama y codirectora del programa de oncología de la mama del Centro Oncológico Integral City of Hope de Duarte, California. Kruper no participó en el nuevo estudio.
Apuntó que sus pacientes que han pasado por un tratamiento para el cáncer de mama con frecuencia le preguntan si pueden tomar una copa de vino. Normalmente, Kruper responde que sí, si les gusta el vino y no tienen motivos para no beber.
Comentó que el nuevo estudio respalda otras investigaciones sobre el efecto protector del corazón del alcohol. Los resultados parecen sugerir que, cuando se trata de una ingesta moderada de alcohol, los médicos pueden indicar a las mujeres que no tienen que cambiar radicalmente la forma en que viven simplemente por haber sufrido de cáncer de mama.
El estudio fue financiado por el NCI y Komen for the Cure.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
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