“La mala nutrición afecta al desarrollo cerebral del niño”
La pediatra y endocrina Cristina Azcona alerta del impacto de la malnutrición en la infancia
Cristina Azcona (Pamplona 1965), pediatra y especialista en endocrinología y nutrición de la Clínica de la Universidad de Navarra, incide en la importancia de que los niños lleven una alimentación correcta desde la infancia, años clave para la formación del cerebro. “Deben hacer cuatro comidas al día: desayuno, comida, merienda y cena”, resalta.
Pregunta. ¿Qué problemas causa una escasa alimentación en la infancia?
Respuesta. Una disminución calórica o una alimentación que no tenga la suficiente cantidad de proteínas, frutas y verduras o hidratos de carbono puede generar deficiencia de minerales como el hierro y de vitaminas. Eso afecta al crecimiento y también al desarrollo cerebral de los niños, que es muy importante en los cuatro primeros años de vida, y que se sigue formando hasta la adolescencia. Además, las carencias de principios inmediatos y nutrientes pueden dar lugar a rasgos como tener el pelo débil, problemas de piel o lesiones en las encías. También puede darse que la alimentación no sea escasa pero sí inadecuada, excesiva en hidratos o con grasas de mala calidad.
P. ¿Comer correctamente es caro?
R. Sí, de hecho, no es poco común ver situaciones de obesidad en personas con escasos medios económicos. La carne es muy cara, el pescado... Y no es solo el dinero, a veces los padres deben trabajar jornadas tan largas que no tienen tiempo de comprar comida adecuada. Eso puede causar deficiencias de proteínas y provocar que esos niños sean obesos pero con deficiencias de hierro o en calidad de nutrientes.
P. ¿Cuáles son las necesidades nutricionales de los escolares?
R. En general, las dietas actuales son excesivas en proteínas. Con que un niño coma al día lo que cabe en la palma de su mano de carne o pescado sería suficiente. Luego, por lo menos, debe tomar una ración de pasta, arroz o pan diaria, un plato de verduras y entre dos a tres piezas de fruta. Además, debe beber medio litro de leche al día o, si no es capaz de hacerlo, dos yogures o queso. También hay que intentar que las grasas no supongan más del 30% de lo que ingiere al día y que esas grasas no sean saturadas. No lo son, por ejemplo, las del aceite de oliva o el pescado azul... Eso sí, los niños deben hacer desayuno comida, merienda y cena.
P. ¿Comer mal causa problemas de concentración?
R. Se ha relacionado en distintos trabajos las bajas calificaciones en el colegio con que el niño no desayuna de forma adecuada. El cerebro necesita glucosa para rendir, de ahí la necesidad de los hidratos de carbono. Si el niño sufre hipoglucemia el cerebro se puede terminar dañando.
P. ¿Cómo alimentarles bien si el presupuesto familiar mengua?
R. Hay que ir a la comida más básica, frutas y verduras de temporada, marcas blancas... Y elegir alimentos con alto nivel nutricional, a veces se gasta en galletas o aperitivos, que no lo tienen. Con poca cantidad basta, no hace falta comer un chuletón. Es más importante la calidad que la cantidad.
Pregunta. ¿Qué problemas causa una escasa alimentación en la infancia?
Respuesta. Una disminución calórica o una alimentación que no tenga la suficiente cantidad de proteínas, frutas y verduras o hidratos de carbono puede generar deficiencia de minerales como el hierro y de vitaminas. Eso afecta al crecimiento y también al desarrollo cerebral de los niños, que es muy importante en los cuatro primeros años de vida, y que se sigue formando hasta la adolescencia. Además, las carencias de principios inmediatos y nutrientes pueden dar lugar a rasgos como tener el pelo débil, problemas de piel o lesiones en las encías. También puede darse que la alimentación no sea escasa pero sí inadecuada, excesiva en hidratos o con grasas de mala calidad.
P. ¿Comer correctamente es caro?
R. Sí, de hecho, no es poco común ver situaciones de obesidad en personas con escasos medios económicos. La carne es muy cara, el pescado... Y no es solo el dinero, a veces los padres deben trabajar jornadas tan largas que no tienen tiempo de comprar comida adecuada. Eso puede causar deficiencias de proteínas y provocar que esos niños sean obesos pero con deficiencias de hierro o en calidad de nutrientes.
P. ¿Cuáles son las necesidades nutricionales de los escolares?
R. En general, las dietas actuales son excesivas en proteínas. Con que un niño coma al día lo que cabe en la palma de su mano de carne o pescado sería suficiente. Luego, por lo menos, debe tomar una ración de pasta, arroz o pan diaria, un plato de verduras y entre dos a tres piezas de fruta. Además, debe beber medio litro de leche al día o, si no es capaz de hacerlo, dos yogures o queso. También hay que intentar que las grasas no supongan más del 30% de lo que ingiere al día y que esas grasas no sean saturadas. No lo son, por ejemplo, las del aceite de oliva o el pescado azul... Eso sí, los niños deben hacer desayuno comida, merienda y cena.
P. ¿Comer mal causa problemas de concentración?
R. Se ha relacionado en distintos trabajos las bajas calificaciones en el colegio con que el niño no desayuna de forma adecuada. El cerebro necesita glucosa para rendir, de ahí la necesidad de los hidratos de carbono. Si el niño sufre hipoglucemia el cerebro se puede terminar dañando.
P. ¿Cómo alimentarles bien si el presupuesto familiar mengua?
R. Hay que ir a la comida más básica, frutas y verduras de temporada, marcas blancas... Y elegir alimentos con alto nivel nutricional, a veces se gasta en galletas o aperitivos, que no lo tienen. Con poca cantidad basta, no hace falta comer un chuletón. Es más importante la calidad que la cantidad.
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