Los pacientes que interrumpen el tratamiento con estatinas por sus efectos adversos lo toleran mejor al retomarlo
03/04/2013 - E.P.
La interrupción del tratamiento se ha relacionado con un mayor riesgo de eventos cardiovasculares y muerte en pacientes con enfermedad arterial coronaria
Más del noventa por ciento de los pacientes que dejan de tomar estatinas debido a una reacción adversa pueden tolerarlas cuando lo intentan de nuevo, según concluye un estudio de investigadores del Hospital Brigham y de Mujeres (BWH), Boston, Massachusetts (Estados Unidos), publicado en Annals of Internal Medicine.
"Estamos particularmente interesados en el papel que las reacciones adversas juegan en la interrupción del tratamiento con estatinas", explicó Alexander Turchin, médico e investigador en la División de Endocrinología del BWH y autor principal del artículo.
A pesar de sus beneficios bien documentados, las estatinas, se interrumpen en la atención rutinaria. Turchin explica que en su experiencia clínica, ha encontrado que muchos pacientes registran reacciones adversas a las estatinas, como dolor muscular, y dejan de tomarlas. Al mismo tiempo, a menudo ocurre que los pacientes que habían dejado de tomar previamente estatinas por las reacciones adversas, en última instancia, son capaces de tolerarlas mejor la segunda vez.
Los investigadores examinaron los datos clínicos de más de 107.835 pacientes entre 2000-2008, a quienes se les prescribió una estatina. Los científicos usaron un 'software' de análisis de texto en un registro médico electrónico (EMR) para analizar la suspensión de estatinas y los pacientes identificados que tenían eventos (posibles efectos secundarios de las estatinas) relacionados con el tratamiento, si dejaron de tomar estatinas después de estos eventos, si reiniciaron el tratamiento y los resultados al hacerlo.
Los resultados mostraron que aproximadamente una quinta parte de los pacientes tenían un evento o síntoma de otro tipo que podía estar relacionado con el fármaco y más de la mitad de estas personas dejó de tomar sus estatinas, al menos temporalmente. Más de la mitad de quienes interrumpieron el tratamiento comenzaron a tomar estatinas de nuevo (aunque no necesariamente la misma) y más del 90 por ciento de ellos siguieron con el tratamiento tras reiniciarlo.
"Interpretamos estos resultados como la posibilidad de que millones de pacientes que tomaban estatinas podrían hacerlo otra vez, y en última instancia, reducir su riesgo de enfermedad cardiaca", explicó Turchin. A su juicio, este estudio proporciona importantes mensajes para los pacientes y los médicos.
Para los pacientes, es importante entender que el hecho de que se haya tenido una reacción adversa a una estatina no significa necesariamente que haya que dejar de tomarla por completo. Para los médicos, es relevante sugerir al paciente que muchas veces estos medicamentos se pueden tolerar y tal vez sea hora de probar otra estatina o una dosis más baja.
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