martes, 29 de abril de 2014

¿Qué problemas éticos hay detrás de la transferencia nuclear? | salud | EL MUNDO

¿Qué problemas éticos hay detrás de la transferencia nuclear? | salud | EL MUNDO



CLONACIÓN Células productoras de diabetes

¿Qué problemas éticos hay detrás de la transferencia nuclear?

Blastocisto derivado tras la transferencia nuclear. En verde el genoma...
Blastocisto derivado tras la transferencia nuclear. En verde el genoma originario de las células somáticas D. EGLI




El mayor reto que tiene la Biomedicina actual es lograr que células maduras de adulto vuelvan, artificialmente, al estado embrionario. Es decir, a ser pluripotenciales y poder dar otros tipos celulares. Estas células nos resultan necesarias para continuar una investigación prometedora y además ofrecen la posibilidad de que, en un futuro cercano, en muchos casos, las mismas células del paciente puedan usarse para terapias de remplazo de las dañadas por la enfermedad o por accidente.
Una terapia nueva y brillante, que ha aunado los esfuerzos de laboratorios de todo el mundo. Y de la que, sin embargo, falta una comunicación científica seria a la sociedad.
Como quizás no ha pasado en ningún otro campo, los debates -bizantinos y ya cansinos - tienen siempre los mismos ingredientes: una pésima nomenclatura de las realidades biológicas en juego. Los términos ficticios no se usan en los artículos científicos, pero sí en los comentarios que acompañan al artículo en la misma revista, o en las ruedas de prensa que ofrecen los investigadores o las empresas biotecnológicas interesadas en la técnica.
Una vez más ocurre: aparece un buen artículo en la revista Nature(doi:10.1038/nature13287) del equipo de Dieter Egli con una modificación de la técnica de transferencia del núcleo de una célula somática a un oocito (un óvulo inmaduro). El resultado es que obtienen con este procedimiento células madre pluripotencialesequivalentes a las de un embrión. Y la estructura celular resultante de la activación del oocito está en estado de blastocito, es decir, unabola de unas 100 células. El artículo que le acompaña, un comentario firmado por Insoo Hyun, habla de otras cosas: de clonación reproductiva, de clonación terapéutica, de regular las normativas de los diversos países para que se pueda legalmente producir embriones para investigación...
Dejando de lado el porqué del empeño de no llamar a las realidades por su nombre, tratemos de llamarlas.
Hay dos grandes líneas de trabajo para lograr el mismo objetivo: conseguir células pluripotenciales de enfermo. Una es la dirigida por el Nobel Shinya Yamanaka, que avanza -con las dificultades técnicas normales- sin usar ni embriones generados por una fecundación in vitro, ni oocitos procedentes de estimular el ovario de mujeres. Es lo que se denomina reprogramación para inducir pluripotencialidad y con la que se consiguen las células iPS. Comenzó en el 2006-2007 yno ofrece problemas legales ni éticos.
La otra vía se inició antes, partía de los embriones sobrantes de las técnicas de reproducción humana asistida, y obviamente se producirían -se produjeron- embriones exprofeso. Este procedimiento no dio resultados, entre otros motivos porque las células procedentes de estos embriones no eran compatibles con el paciente al que fueran a ser transferidas.
Surge entonces la utopía de crear un embrión clónico del paciente para tener células procedentes del supuesto embrión con la dotación genética del paciente; la mal llamada clonación terapéutica. La oveja Dolly era famosa, no se sabía mucho de su desenlace, y la clonacióntenía glamour y se quiere mantener.
Un clon es un individuo procedente de una célula somática. En primates hay barreras biológicas que no admiten que la transferencia de un núcleo a un oocito dé lugar a un individuo, aunque solo se le dejara desarrollarse al estado de blastocisto. No es que no se le deje desarrollarse, sino que no pasó de ser un conjunto celular, esa bola de unas 100 células, algunas de ellas de tipo embrionario. Nunca fue un embrión. No hay que cambiar la legislación, ni hay problemas éticos de generar embriones humanos para investigar, porque no se crean por transferencia nuclear.
Lo que sí hay es un problema muy serio ético, social y legal: tratar a mujeres para estimular su ovario para producir múltiples oocitos, a cambio de una buena compensación económica. Ningún material biológico humano puede ser comercializable por ley, y por derecho; son sólo objeto de donación voluntaria. En este caso, la obtención de los oocitos tiene serias "molestias" y a veces consecuencias negativas para la mujer. Su uso para las técnicas de fecundación artificial están siendo económicamente compensado con generosidad, y por ello ha generado un tráfico de exportación-importación. La crisis económica propicia que jóvenes -muchas de ellas procedentes de países del este- acudan como donantes. Tiene el halo rosa de que sus óvulos permiten a mujeres infértiles la experiencia de la maternidad.
¿Qué halo tiene una investigación que además puede ir por otras vías para obtener los mismos resultados?

Natalia López Moratalla es catedrática de Bioquímica de la Universidad de Navarra y miembro del Comité de Bioética de España.

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