viernes, 21 de noviembre de 2014

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La cirugía hepática extrema permite extirpar tumores sin posibilidad alguna de curación



Madrid (21/11/2014) - Redacción

• La quimioterapia por sí sola ofrece una supervivencia de entre 12-24 meses y muy pocos pacientes alcanzan una supervivencia a cinco años; la regeneración hepática rápida es otra de las novedosas técnicas en cirugía hepática

• En un futuro, con la mejor selección de pacientes y una vez que los cirujanos adquieran mayor destreza en estas novedosas técnicas, se prevé que la mortalidad sea inferior al cinco por ciento; así se destaca en el 30 Congreso Nacional de la Asociación Española de Cirujanos

"La cirugía hepática extrema permite una supervivencia del 30-40 por ciento a los cinco años en pacientes tumores hepáticos irresecables con técnicas convencionales", asegura el doctor Ricardo Robles Campos, cirujano del Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia, catedrático de Cirugía. "La quimioterapia por sí sola ofrece una supervivencia de 12/24 meses y muy pocos enfermos alcanzan supervivencias de cinco años", matiza. Las técnicas de regeneración se utilizan para aumentar la cantidad de hígado sano que va a quedar tras la cirugía del tumor. Así se ha destacado en el 30 Congreso Nacional de la Asociación Española de Cirujanos.
La ventaja que ofrece este tipo de técnicas, la cirugía hepática extrema o la regeneración hepática precoz, según el doctor Robles, es "aplicar técnicas muy especiales en pacientes que tienen una gran carga tumoral y que van a necesitar una cirugía muy compleja, que requiere cirujanos muy adiestrados".
En este sentido, el experto asegura que es necesario valorar "si el paciente tiene un gran tumor en un lóbulo o tiene tumor en ambos lados del hígado y  cuanta cantidad de hígado va a quedar tras la intervención, de manera que ésta nunca sea inferior al 25/30 por ciento, ya que de otro modo el paciente podría fallecer de una insuficiencia hepática en el postoperatorio".
El peso del paciente, que el hígado presente cirrosis o haya sido tratado con quimioterapia previamente son otros de los factores que han de tenerse en cuenta de manera previa a la intervención. Estas novedosas técnicas se pueden aplicar tanto en tumores primarios originados en el hígado, como en  tumores originados en otras partes del cuerpo que dan metástasis en el hígado.
En este sentido, explica el doctor Robles, "el tumor más frecuente en el que realizamos intervenciones en el hígado son las metástasis hepáticas de carcinoma colo-rectal", asegura el experto, quien matiza que "de hecho, hay pacientes con metástasis hepáticas de carcinoma colo-rectal que fallecen sólo de la enfermedad hepática, existiendo incluso el concepto de que se habla de un tumor primario de hígado más  que de una metástasis en dicho órgano proveniente de un cáncer de colon. Si somos capaces de eliminar estas metástasis es posible que los pacientes tenga supervivencias largas, de modo que una enfermedad que en inicio tendría un supervivencia de dos años, ofrece un nueva supervivencia de entre seis y siete años", concluye a este respecto.
Sólo en tumores hepáticos
Este tipo de técnicas sólo pueden ofertarse a pacientes que presentan tumores hepáticos, bien sean primarios o secundarios, "en pocos casos podría aplicarse en pacientes con tumores fuera del hígado. En estos casos, la opción es quimioterapia o bien otro tipo de intervención quirúrgica", señala el doctor. En pacientes con un tumor en el hígado inoperable, una posible solución podría ser el trasplante del órgano, siempre y cuando se cumpliesen los criterios de trasplante, sin embargo, "la escasez de este tipo órganos y la rigidez en los criterios de selección de los pacientes hacen que con este tipo de enfermedades el trasplante este casi totalmente contraindicado".
"La calidad de vida de los pacientes una vez recuperados de estas intervenciones suele ser buena, aunque la enfermedad puede recidivar en el 70 por ciento de los casos", asegura este experto. "Es cierto que con las nuevas técnicas de regeneración hepática la mortalidad actualmente es mayor que con las técnicas clásicas porque se trata aún de una cirugía joven que se empezó a realizar hace tres años, pero se trata de una técnica que apunta muy buenos resultados, asegura el doctor Robles, ya que, conforme se adquiere experiencia, la mortalidad se va reduciendo.  Por ejemplo, en el registro mundial, la mortalidad está entre el ocho y el nueve por ciento".
El doctor confía en que de cara al futuro, "cuando haya una mejor selección de pacientes y los cirujanos adquieran mayor destreza la mortalidad baje al tres por ciento, consiguiendo así alcanzar el máximo objetivo de la cirugía, beneficiar lo máximo los pacientes", concluye.
Técnicas de regeneración hepática
Las técnicas de regeneración hepática rápida se iniciaron en 2011 y se diferencian con las técnicas clásicas en que tan sólo realizan la oclusión o ligadura de la vena porta derecha, bien radiológica como quirúrgica (cuando se hacen las llamadas resecciones hepáticas en dos tiempos), sin realizar la oclusión de la circulación intrahepática. Estas técnicas clásicas consiguen la regeneración del hígado que queda sano en dos meses teniendo el efecto indeseable de que puede existir progresión del tumor. Sin embargo, las técnicas de regeneración rápida consiguen que el hígado crezca en tan sólo diez días, y esto se consigue con, además de ocluir la vena porta derecha, realizar la oclusión de la circulación intrahepática dirigiendo toda la sangre portal hacia el hígado sano que quedará en el paciente.
La cirugía hepática extrema consiste en la necesidad de extirpar venas importantes del hígado (vena cava inferior, venas hepáticas, arteria hepática, etc) pudiendo necesitar la oclusión parcial o completa de la circulación hepática, la utilización del by-pass veno-venoso o bien de una perfusión in-situ o ex-situ del hígado. Si en estas técnicas se va a extirpar más del 75 por ciento del hígado también podría ser necesario realizar técnicas de regeneración hepática.

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