lunes, 19 de enero de 2015

"No tenemos campos de petróleo, sí de cerebros" - DiarioMedico.com

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PREMIOS NACIONALES DE INVESTIGACIÓN 2014

"No tenemos campos de petróleo, sí de cerebros"

Jesús Prieto, director del área de Hepatología del CIMA y de la Universidad de Navarra, esgrime respuestas a los problemas de la investigación en España tras ganar el Premio Nacional de Investigación 'Gregorio Marañón' en Medicina.
Raquel Serrano. Madrid | raquelserrano@unidadeditorial.es   |  19/01/2015 00:00
 
 

Jesús Prieto
Jesús Prieto, director del área de Hepatología del CIMA y de la Universidad de Navarra. (Luis Camacho)
La humildad, -"este premio, el Nacional de Investigación "Gregorio Marañón" en Medicina, no es solo mío. Es de todo el equipo de la Clínica y de Universidad de Navarra y del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA)"-, contrasta con la vehemencia pausada y coherente con la que Jesús Prieto, director del área de Hepatología del CIMA y de la Universidad de Navarra, esgrime respuestas a los problemas de la investigación en España. "Recortar es lo más fácil, pero lo más equivocado. Hay más posibilidades.
PREGUNTA. ¿Cómo contempla el estado actual de la ciencia española? 
RESPUESTA. 
Hay que emprender acciones dirigidas a potenciar la investigación clínica, aplicada y traslacional. Una de las fortalezas de este país son sus "cabezas" que descubren e innovan. Nuestros jóvenes investigadores son los que van a asegurar el desarrollo futuro de este país y por ello, hay que hacer un gran esfuerzo para retenerlos y que encuentren condiciones adecuadas de trabajo. Que vayan a complementarse en centros de otros países, sí, pero que regresen. Los grandes países invierten en grandes universidades y en otros centros de conocimiento, tanto públicos como privados, que son el hormigón armado con el que se estructura un país. De esta estructura del conocimiento derivan industrias competitivas, rompedoras, que generan puestos de trabajo, con capacidad de exportación y de financiar nuevas investigaciones. El español tiene, por nuestro sustrato cultural, una enorme capacidad para trabajar en ciencia y convertirnos en la máquina del tren del conocimiento no está fuera del alcance de España. Precisamente, hablando con otros de los premios Nacionales de Investigación de esta convocatoria, comentábamos que las generaciones de personas de los años 50, 60, 70 e incluso 80, tuvimos que hacer un esfuerzo para engancharnos al tren del progreso y el conocimiento, del que nos habíamos bajado, y en el que viajaban los países más avanzados de Europa. No debemos volver a desengancharnos y ni bajarnos de sus primeros puestos.
  • En hepatología, la terapia génica puede ser útil en patologías monogénicas hereditarias, reversión de la cirrosis y abordaje del cáncer con tratamientos combinatoriales
P. ¿Y, entonces, por qué se recorta en investigación? Qué medidas serían las adecuadas para equilibrar la balanza?
R. 
Es, a veces, lo más inmediato, pero también lo más equivocado. Alemania, en plena crisis, aumentó el presupuesto para investigación. Es verdad que una economía debe ser coyunturista, pero hay que poner mucho esfuerzo en que la economía sea estructurante y se base en el progreso de un país.
Apoyar la investigación es apoyar la marcha de un país, no es un sector de lujo. El Gobierno debería promover políticas oportunas de subvenciones y desgravaciones fiscales para que los recursos privados, que son muchos y muy grandes, inviertan en investigación: en nuevos fármacos, en inversiones de riesgo...reunidos en proyectos de calidad y bien constatados. No tenemos campos de petróleo, pero tenemos campos de cerebros. Además, la ciencia debe estar por encima de las pugnas y conflictos porque es una vía para la paz y el entendimiento.
P. Terapia génica aplicada a patología hepática. ¿Qué hitos nos esperan?
R. 
Es un procedimiento emergente, con aplicabilidad clínica muy útil enfermedades hereditarias monogénicas, como la porfiria aguda intermitente, en la que el equipo de Navarra ha llevado a cabo ensayos con excelente tolerancia y sin efectos secundarios significativos. También estamos programando ensayos en enfermedad de Wilson, junto con la Fundación Per amor a l'art, de Valencia, en enfermedad de Wilson en modelo animal. Pero también es una herramienta muy útil las enfermedades adquiridas: cirrosis y cáncer hepático. La cirrosis es potencialmente reversible y creemos que con terapia génica se puede conseguir. Aprovechando la plasticidad del hígado, hemos observado en ratas cirróticas que con vectores con genes que contienen efectos antiinflamatorios, antifibrogénicos y citoprotectores, se puede revertir parcialmente la enfermedad. Mi ilusión es poner en marcha un sistema de terapia génica de la cirrosis que revierta parcialmente la patología y mejore la función hepática hasta niveles en los que no sea necesario el trasplante.
P. ¿En cáncer hepático, también entra en juego la inmunoterapia?
R.
 Sí, en los últimos años es una auténtica revolución. Anteriormente, los intentos con inmunoterapia habían tenido una eficacia parcial. Sin embargo, el mejor conocimiento de la regulación de la respuesta inmune, sobre todo de las identificación de los llamados check-point, moléculas de freno de la actividad del sistema inmune conocidas como PD1 y CTLA4, ha permitido el desarrollo de anticuerpos monoclonales que bloquean estos check-point, impiden que el sistema inmune se frene y despliegue con mayor intensidad sus funciones efectoras. El desarrollo de anticuerpos antiPD1 y antiCTLA4 han permitido obtener, en pacientes con melanoma o con cáncer de pulmón de células no pequeñas, unos resultados impresionantes; logrando en algunos casos sobrevivencia muy prolongada en tumores avanzados.
En la Clínica Universitaria de Navarra, en 2003 se hicieron ensayos clínicos inoculando directamente al tumor hepático vectores de terapia génica que hacían que los tumores produjeran citocinas estimuladoras, aunque con resultados poco satisfactorios por varias razones. Así, se ha adoptado una actual estrategia de investigación que indica que la administración intratumoral con un vector génico de larga expresión y promotor inducible asociado a la administración sistémica de los nuevos anticuerpos monoclonales antiPD1 y antiCTLA4 puede potenciar respuestas inmunes antitumorales muy vigorosas.
P. ¿Como ve la actual polémica de los fármacos contra hepatitis C?
R.
 Hay que administrarlos a todas las personas que los necesiten y así esté constatado por el médico. Es un tratamiento con alta eficacia, seguridad y tolerancia que elimina la enfermedad en poco tiempo. En todos caso, habrá que remitirse a los criterios dados por los paneles y comités de expertos.
P. ¿Es tan malo es el vino para el hígado. Si no es así, ¿cuál es mejor, un Rioja o un Ribera del Duero?
R. 
(Risas) Pues cualquiera de los dos es muy bueno si se toma con moderación. Se aconseja y es saludable un vaso de vino al día y cuanto más bueno, mejor.

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