ESTUDIO EN 'MOLECULAR PSYCHIATRY'
Hallan alteraciones en estructuras cerebrales en pacientes con esquizofrenia
Un grupo de investigadores, entre ellos de la Universidad de Cantabria, ha descubierto alteraciones en estructuras subcorticales en pacientes con esquizofrenia.
Europa Press | 13/07/2015 15:19
Benedicto Crespo-Facorro, del Marqués de Valdecilla, en Santander. ()
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La Universidad de Cantabria (UC), a través del grupo de investigación en Psiquiatría que dirige el profesor Benedicto Crespo-Facorro, participa en el artículo enMolecular Psychiatry donde se describen alteraciones en estructuras subcorticales en pacientes con esquizofrenia descubiertas mediante un innovador análisis.
El resultado forma parte de los obtenidos por el consorcio internacional Enigma, en el que la única representación española es la del Instituto de Investigación Sanitaria (Idival) y el Centro de Investigación Biomédica en Red en el Área de Salud Mental (CiberSAM), a través tanto del grupo dirigido por Crespo-Facorro, como por Roberto Roiz Santiáñez, investigador principal en Cantabria.
Durante décadas se han descrito distintas anomalías estructurales cerebrales en esquizofrenia. Sin embargo, el hecho de que estas alteraciones estén influidas por varios factores y que los estudios hayan sido llevados a cabo por distintos grupos de investigación con diferentes métodos hace difícil entender estos hallazgos.
Para clarificar el tipo de anomalías estructurales, se ha llevado a cabo un metanálisis prospectivo que analiza datos de imagen cerebral obtenidos mediante resonancia magnética. Se trata del mayor estudio colaborativo de imagen cerebral en pacientes con esquizofrenia hasta la fecha, en palabras de Benedicto Crespo-Facorro, psiquiatra del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, profesor titular de la UC y director del Laboratorio de Neuroimagen del Idival.
En este estudio, en el que se incluye muestra de psicosis del programa cántabro Pafip (Programa Asistencial de las Fases Iniciales de la Psicosis), se analizaron datos de resonancia magnética cerebral de 2.028 pacientes con esquizofrenia y 2.540 individuos sanos obtenidos mediante métodos estandarizados en 15 centros de investigación de diferentes países.
En comparación con los controles, los pacientes con esquizofrenia mostraron una disminución en el volumen del hipocampo, la amígdala, el tálamo y del núcleo accumbens.
También presentaron un aumento en el volumen del pallidum (involucrado en la motivación y la emoción) y de los ventrículos laterales.
Terapia con antipsicóticos
Además, se encontró una asociación entre los volúmenes del putamen y del palidus y la duración de la enfermedad, y que el déficit en el volumen del hipocampo era más grave en las muestras con mayor proporción de pacientes sin medicar. Esto sugeriría, según Crespo-Facorro, que "el tratamiento con antipsicóticos podría aminorar la pérdida de volumen en el hipocampo".
Además, se encontró una asociación entre los volúmenes del putamen y del palidus y la duración de la enfermedad, y que el déficit en el volumen del hipocampo era más grave en las muestras con mayor proporción de pacientes sin medicar. Esto sugeriría, según Crespo-Facorro, que "el tratamiento con antipsicóticos podría aminorar la pérdida de volumen en el hipocampo".
La consistencia entre los resultados encontrados en este estudio y los descritos anteriormente con métodos de análisis tradicional validan la metodología desarrollada por el consorcio Enigma.
"Se intenta aplicar una metodología similar al estudio de la corteza cerebral en pacientes con esquizofrenia. También se han iniciado colaboraciones para estudiar el efecto que pueden tener en el cerebro factores como el consumo de drogas, el ejercicio físico o el estrés", ha explicado Roberto Roiz.
Proyecto Enigma
El grupo de investigación de Psiquiatría que dirige Benedicto Crespo-Facorro es el único en España que participa desde 2011 en el consorcio Enigma, creado en 2009 por los doctores Paul Thompson y Nick Martin y que conforman más de 300 científicos de 185 instituciones y 33 países que comparten sus recursos para lograr un mayor entendimiento de los efectos de los genes en la estructura y función cerebral. Enigma permite, así, estudiar datos de imagen cerebral, genéticos y clínicos de 30.000 pacientes de todo el mundo. El equipo cántabro forma parte activa en más de 10 proyectos que verán la luz en los próximos años. Según Diana Tordesillas Gutiérrez, técnico responsable de la Unidad de Neuroimagen del Idival, una de nuestras áreas de interés es el estudio de cómo variaciones comunes en el genoma pueden afectar la integridad de la sustancia blanca. Para Crespo-Facorro, "la creación de este tipo de consorcios internacionales ayudará a descifrar la enorme complejidad de la estructura y organización del cerebro humano".
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