Traducido del inglés: viernes, 10 de julio, 2015
Artículo por HealthDay, traducido por Hola Doctor
MIÉRCOLES, 8 de julio de 2015 (HealthDay News) -- Una nueva investigación proporciona más evidencias de un posible vínculo entre el uso de antidepresivos al principio del embarazo y un aumento pequeño del riesgo de malformaciones congénitas.
Pero el estudio no demostró que los medicamentos causaran las malformaciones congénitas, y los expertos no aconsejan a las mujeres que dejen de tomar los medicamentos completamente.
"La depresión puede ser muy grave y las mujeres no deben dejar de tomar los medicamentos de pronto. Las mujeres deben hablar con sus proveedores de atención sanitaria sobre las opciones disponibles, idealmente antes de planificar un embarazo", dijo la autora del estudio, Jennita Reefhuis, epidemióloga en el Centro Nacional de Defectos Congénitos y Deficiencias del Desarrollo de los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC) de EE. UU.
Aun así, dijo Reefhuis, el estudio halló que "algunas malformaciones congénitas se producen entre dos y tres veces más frecuentemente en los bebés nacidos de madres que tomaron paroxetina [Paxil] y fluoxetina [Prozac] al inicio del embarazo".
Los hallazgos también sugieren que un antidepresivo, el Zoloft, podría ser más seguro que los otros. Pero los expertos afirman que esto también podría tratase de una casualidad estadística.
Los estudios realizados en los últimos años han diferido en cuanto al riesgo, si es que hay alguno, para los bebés nacidos de madres que toman antidepresivos durante el embarazo. Esta nueva investigación examinó las estadísticas de casi 18,000 madres que tuvieron bebés con malformaciones congénitas y casi 10,000 madres que no. Los niños nacieron entre 1997 y 2009.
Los investigadores se centraron en el uso de antidepresivos en los primeros 3 meses de embarazo, cuando se piensa que los medicamentos tienen el efecto más potente sobre el feto.
No hallaron ninguna conexión entre la sertralina (Zoloft), el antidepresivo más habitualmente usado en el estudio, y cinco malformaciones congénitas con las que se había relacionado previamente. Los autores del estudio dijeron que esto era tranquilizador, ya que aproximadamente el 40 por ciento de las mujeres que reportaron tomar un antidepresivo al inicio del embarazo usaron Zoloft.
Pero el Dr. Adam Urato, especialista en medicina materno-fetal del Centro Médico Tufts, en Boston, dijo que un error estadístico podría explicar la falta de un vínculo con el Zoloft.
Los investigadores no hallaron ninguna conexión entre los antidepresivos y nueve malformaciones congénitas que previamente se habían asociado con ellos.
Sin embargo, sí hubo una asociación entre el Paxil y un riesgo más alto de cinco malformaciones congénitas y entre el Prozac y dos defectos congénitos. Las malformaciones incluyen problemas en el corazón, en el cerebro, en el cráneo y en la pared abdominal. Pero el riesgo añadido era pequeño, dijeron los investigadores.
"Las probabilidades de una mujer de tener un hijo con una malformación cardiaca se describieron como aproximadamente 10 por cada 10,000. Nuestros resultados sugieren que si tomaban paroxetina [Paxil], ese riesgo podía aumentar hasta 24 por cada 10,000", dijo Reefhuis.
Indicó que los defectos congénitos son habituales independientemente de lo que hagan las madres: Uno de cada 33 bebés nace con uno.
Reefhuis también advirtió que no es seguro que los antidepresivos aumenten directamente el riesgo de malformaciones congénitas. La depresión por sí misma podría afectar al riesgo "u otros factores que no conocíamos o no medimos bien en nuestro estudio, o simplemente por azar", dijo.
Urato cree que los antidepresivos sí afectan al feto. "Las sustancias tienen consecuencias, y las sustancias que llegan a un embrión y a un feto en desarrollo van a traer consecuencias", dijo.
En términos generales, dijo, "deberíamos estar preocupados por el amplio uso de estos medicamentos en las mujeres embarazadas tal y como estamos viendo". Pero añadió que las mujeres embarazadas que estén deprimidas necesitan una atención adecuada.
"La clave aquí es no decir a las mujeres embarazadas qué deben hacer. En lugar de eso, es crucial hacer que dispongan de toda la información", dijo Urato. "Aconsejarlas sobre la exposición a los medicamentos durante el embarazo, y permitirles tomar la mejor decisión por sí mismas".
El estudio aparece en la edición de 8 de julio de la revista The BMJ.
Artículo por HealthDay, traducido por Hola Doctor
FUENTES: Jennita Reefhuis, Ph.D., epidemiologist, U.S. National Center on Birth Defects and Developmental Disabilities, U.S. Centers for Disease Control and Prevention, Atlanta; Adam Urato, M.D., assistant professor, obstetrics and gynecology, Tufts University School of Medicine, and maternal-fetal medicine specialist, Tufts Medical Center, Boston, and MetroWest Medical Center, Framingham, Mass.; July 8, 2015, BMJ
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