ESTUDIO EN 'CAENORHABDITIS ELEGANS'
Una proteína conservada desde bacterias hasta humanos protege de los golpes de calor
La proteína LSM-1 protege de los golpes de calor a los gusanos Caenorhabditis elegans que se utilizan como modelo animal en la investigación
Karla Islas Pieck | karla.islas@diariomedico.com | 20/07/2015 14:40
Julián Cerón y Eric Cornes, del Idibell. (DM)
VISTA:
Solo los gusanos que tienen una mayor cantidad de la proteína LSM-1 sobreviven a una subida drástica de la temperatura, según los resultados de un trabajo dirigido porEric Cornes y Julián Cerón, del grupo de Modelado de Enfermedades en C. elegans, del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell), en Barcelona, en colaboración con centros de investigación de Francia, Alemania y Canadá.
El trabajo, que publica la revista RNA, demuestra que los gusanos transgénicos que tienen niveles elevados de LSM-1 son más resistentes a las subidas bruscas de la temperatura. Los investigadores aumentaron los niveles de LSM-1 de distintas maneras -en varios animales transgénicos- y los resultados fueron consistentes en todos los casos: mientras una alta temperatura mataba al resto de gusanos, los que tenían niveles altos de LSM-1 sobrevivían.
Cerón ha explicado a Diario Médico que una de las razones por las que se decidió estudiar la proteína LSM-1 "es porque está superconservada, no sólo en las bacterias sino en especies superiores y además está presente en los tumores humanos. Son dos elementos biológicos y biomédicos que tienen relevancia".
Estudios bioquímicos previos ya habían aportado pistas de la interacción de esta proteína con otras, pero hasta ahora nadie había visto su función en un organismo multicelular, por lo que es la primera vez que se demuestra su posible papel protector contra los golpes de calor.
Estos hallazgos tienen especial interés, ya que la proteína del gusano guarda una similitud de hasta el 60 por ciento en materia de aminoácidos con la humana. Se sabe también que está muy conservada en las plantas, por lo que uno de los próximos objetivos de investigación será comprobar su función sobre especies vegetales y, más adelante, en mamíferos.
Nuevas preguntas
Cuando los investigadores analizaron la secuencia de la proteína LSM-1, descubrieron que ésta ya existía en las formas de vida más antigua: las arqueobacterias. Esta proteína también tiene la función de proteger a las bacterias de los cambios en el ambiente. Por otro lado, en tumores humanos se ha descrito que esta proteína se encuentra presente a niveles por encima de los normales. Ahora, una de las hipótesis que quedan sobre la mesa es que los altos niveles de esta proteína confieren capacidad para sobrevivir a células y organismos en ambientes desfavorables.
Cuando los investigadores analizaron la secuencia de la proteína LSM-1, descubrieron que ésta ya existía en las formas de vida más antigua: las arqueobacterias. Esta proteína también tiene la función de proteger a las bacterias de los cambios en el ambiente. Por otro lado, en tumores humanos se ha descrito que esta proteína se encuentra presente a niveles por encima de los normales. Ahora, una de las hipótesis que quedan sobre la mesa es que los altos niveles de esta proteína confieren capacidad para sobrevivir a células y organismos en ambientes desfavorables.
"Hemos relacionado a LSM-1 con una ruta metabólica que está presente en todos los animales. Por lo tanto, confiamos en que este trabajo sirva para sentar las bases de nuevas líneas de investigación que profundicen en la relación de esta proteína con el metabolismo, la dieta y la capacidad de sobrevivir a altas temperaturas".
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