Disponible en España la terapia estándar para ciertos tipos de linfoma no Hodgkin, en una inyección de cinco minutos
Madrid (03/12/2015) - Redacción
• Sanidad autoriza la versión subcutánea del anticuerpo MabThera (rituximab) para su financiación en el SNS; la nueva formulación representa un hito para la calidad de vida de los pacientes, que no tienen que pasar tanto tiempo en el hospital
• El estudio SABRINA, que contó con la participación de once hospitales españoles, avala las ventajas de esta versión que es equivalente en términos eficacia y seguridad
En el manejo del cáncer las innovaciones terapéuticas no sólo engloban aquellas que aportan mayor eficacia. También están las que contribuyen a mejorar la calidad de vida. Este último es el caso de la formulación subcutánea (SC) de MabThera (rituximab), terapia estándar para ciertos tipos de linfoma no Hodgkin (LNH). Un tumor de la sangre que se diagnostica cada año a más de 5.000 españoles.
Esta nueva formulación del anticuerpo rituximab permite administrarlo en una inyección de sólo cinco minutos. De este modo, los pacientes no tienen que pasar tanto tiempo en el hospital y pueden llevar una vida menos condicionada por el tratamiento, con el consiguiente beneficio sobre su calidad de vida. No es el único aspecto positivo. Favorece asimismo la optimización de recursos en el centro hospitalario: facilita la labor del farmacéutico al reducir el tiempo de preparación del medicamento que ahora es en dosis fija.
La formulación SC de MabThera acaba de ser autorizada por el Ministerio de Sanidad para su financiación en el SNS. La indicación aprobada es en combinación con quimioterapia en pacientes con linfoma folicular estadio III-IV que no han sido tratados previamente; para el tratamiento de mantenimiento en pacientes con linfoma folicular que hayan respondido al tratamiento de inducción; y en combinación con quimioterapia CHOP (ciclofosfamida, doxorrubicina, vincristina y prednisona) en el tratamiento de pacientes con LNH difuso de células B grandes CD20 positivas. El LNH representa el 85 por ciento de los casos de linfoma.
Para la doctora Annarita Gabriele, directora médica de Roche España, la disponibilidad en nuestro país de esta formulación representa "un momento muy importante para los pacientes, ya que se trata de un anticuerpo monoclonal que se utiliza en algunos tumores linfáticos desde hace 18 años, en formulación intravenosa. En este tiempo ya han recibido tratamiento con rituximab más de dos millones y medio de pacientes en todo el mundo. Ahora, con esta nueva vía de administración, que llevamos investigando desde 2009, hemos conseguido mantener la eficacia y seguridad de la vía IV, pero mejorando claramente la calidad de vida del paciente y favoreciendo la labor de todos los profesionales implicados en el tratamiento".
Rituximab es un anticuerpo monoclonal que se une a una proteína específica, el antígeno CD20, que se encuentra en la superficie de los linfocitos B. Tras la unión, se movilizan las defensas naturales del organismo, lo que desemboca en la destrucción de los linfocitos B. Dado que las células madre -progenitoras de los linfocitos B- de la médula ósea no tienen antígeno CD20, los linfocitos B sanos pueden regenerarse después del tratamiento y alcanzar concentraciones normales en el transcurso de algunos meses.
Misma actividad frente al linfoma, múltiples ventajas
Como señala el doctor Antonio Salar, jefe de Sección de Hematología Clínica del Hospital del Mar de Barcelona, la similitud entre las dos versiones del fármaco radica en su equivalencia en términos de actividad frente al linfoma. "A partir de ahí, la formulación SC trae consigo múltiples ventajas que le son exclusivas. La más llamativa es, sin duda, el ahorro de tiempo en su administración: si con la IV se tarda cerca de tres horas, con la SC no se superan los siete minutos. Es un ahorro muy sustancial de tiempo no sólo para el paciente sino también para los profesionales sanitarios", explica este experto, que es uno de los hematólogos participantes en el estudio internacional SABRINA, ensayo clínico fase III que ha avalado la aprobación primero europea y ahora española de Rituximab SC.
La doctora Dolores Caballero, responsable de la Unidad Clínica y de Trasplante del Servicio de Hematología del Hospital Universitario de Salamanca, coincide en subrayar la importancia de eximir a partir de este momento al paciente de pasar varias horas en el hospital y menciona otras ventajas. "Es importante poder ayudar a que el paciente recupere, en cierta medida, su vida normal y poder estar más tiempo con su familia, poder ir al trabajo, etc. Por la parte que nos toca como profesionales, estamos ante una opción igualmente beneficiosa si tenemos en cuenta que los recursos que tenemos en los hospitales para administrar este tipo de tratamientos son limitados. Son terapias que implican varias horas y a veces nos encontramos con problemas de espacio".
Sobre el ahorro de tiempo en su administración, el doctor Salar menciona la realización de estudios que han cuantificado el "tiempo real" que se ahorra con la administración de rituximab SC. "Los datos indican que se consigue dedicarle entre un 30 y un 60 por ciento de menos tiempo a su administración. Cifras que para el paciente significan menos ansiedad e impacto psicológico al poder reanudar antes su actividad cotidiana".
La indicación autorizada por el Ministerio de Sanidad permitiría tratar a más de la mitad de los pacientes que tengan un linfoma, según el doctor Salar. "Pasar de la vía IV a la inyección de cinco o siete minutos", observa este especialista, "supone para el paciente evitar la necesidad de que se le coloque un acceso venoso y que se le haga una punción para administrar la terapia. La nueva versión suele ser bien tolerada y prácticamente indolora. Ya no es preciso que la enfermera le tome la tensión ni las constantes vitales cada media hora. En última instancia, el resultado será que podamos atender a más pacientes en el mismo periodo de tiempo que antes atendíamos a uno".
A las ventajas para la enfermera hay que añadir las que redundan en beneficio del trabajo del farmacéutico de hospital. La doctora Caballero recuerda que la formulación subcutánea no requiere que este profesional calcule, como solía hacer, la dosis necesaria para cada paciente en función de su peso y superficie corporal pudiendo así optimizar tiempo. "La vía SC", explica, "viene preparada en un vial único con una dosis fija, lo que no implica ningún tipo de manipulación. Esto también se traduce en una mayor seguridad al administrar la terapia".
El estudio SABRINA
Los resultados del estudio internacional fase III SABRINA, que fueron publicados en 2014 en 'The Lancet Oncology', mostraron que la formulación SC aporta los mismos beneficios farmacocinéticos que la administración por vía IV. Realizado en dos fases, este estudio se diseñó para evaluar la eficacia y seguridad de la formulación subcutánea de MabThera frente a la intravenosa en pacientes que reciben este tratamiento en inducción y como terapia de mantenimiento.
El estudio SABRINA alcanzó su objetivo primario al demostrar que la terapia SC lograba unas concentraciones en sangre no inferiores a la IV. No se observaron problemas de seguridad que no se conocieran previamente y los efectos adversos fueron leves o moderados. El análisis de eficacia revela que ésta fue similar en ambos grupos, tanto en términos de tasa de respuesta global como de respuesta completa.
En esta investigación participaron once hospitales españoles. Para el doctor Salar, este estudio es un ejemplo más del "nivel de participación tan elevado que tienen los centros y expertos españoles en el ámbito Onco-Hematológico. La segunda administración SC internacional se hizo en el Hospital del Mar de Barcelona a finales del 2009. Muchos han sido los centros que han participado en los primeros estudios con la formulación SC y otros muchos en trabajos posteriores que han avalado su desarrollo clínico". Así lo ve también la doctora Caballero, que añade que hay que poner de relieve "el excelente compromiso de la Hematología de nuestro país con la investigación y con el desarrollo clínico de nuevos medicamentos".
La administración subcutánea de MabThera se basa en el uso de una enzima humana recombinante (rHuPH20) que rompe la barrera que existe en los tejidos intersticiales, formada por una sustancia gelatinosa llamada ácido hialurónico. Cuando esta enzima se combina con determinados fármacos inyectables, la unión permite simplificar la absorción y dispersión de moléculas grandes y de mayores volúmenes de fluidos, ya que abre temporalmente una especie de vía a través del tejido conectivo de la piel. Pocas horas después de la administración de la enzima el tejido queda reparado por completo. En el caso de MabThera, su combinación con la enzima hialuronidasa permite inyectar este fármaco por vía subcutánea en pocos minutos, acortando considerablemente el tiempo de administración.
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