La atención diabética adaptada personalmente reduce la mortalidad en las mujeres pero no en los hombres
03/12/2015 - E.P.
Las mujeres a las que se les proporcionó la intervención de cuidado personal presentaron un 41 por ciento menos de probabilidades de sufrir un derrame cerebral
Un estudio de seguimiento para evaluar los efectos de la atención diabética adaptada personalmente en la práctica general ha revelado que dicha atención reduce la mortalidad (tanto por todas las causas como vinculadas a la diabetes) en las mujeres, pero no en los hombres.
El análisis, cuyos detalles se publican en 'Diabetologia', la revista de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD), fue realizado por la doctora Marlene Krag, de la Unidad de Investigación en Medicina General del Departamento de Salud Pública de la Universidad de Copenhague, en Dinamarca, y sus colegas.
Entre 1989 y 1995, el análisis original 'Diabetes Care in General Practice' (Dinamarca) llevó a cabo una intervención de atención personal estructurada en pacientes recién diagnosticadas con diabetes tipo 2. En el grupo de intervención, se alentó a los médicos a hacer hincapié en la importancia de la dieta y la actividad física, retrasar el uso de medicamentos para la diabetes hasta que evaluaron el efecto de dieta y ejercicio, y dar a los pacientes individuales metas que fueron revisadas trimestralmente. Los médicos en el grupo de atención habitual eran libres de elegir cualquier tratamiento y cambiar con el tiempo, como lo harían normalmente.
Después de 6 años de tratamiento adaptado, no se observó efecto sobre la mortalidad y otros resultados no mortales predefinidos. Sin embargo, el efecto visto de la atención personal estructurada en la reducción de la hemoglobina glucosilada (HbA1c ) medido 6 años después del diagnóstico estuvo presente sólo en las mujeres.
En este nuevo estudio, los autores siguieron a los participantes del estudio original durante 13 años (desde 1995 a 2008), con 970 de los 1.381 pacientes originales que sobrevivieron y fueron reexaminados al final de los 6 años de intervención en 1995. De ellos, 478 eran mujeres y 492, hombres.
Los datos a finales de 2008 mostraron que las mujeres que recibieron el cuidado personal estructurado eran 26 por ciento menos propensas a morir por cualquier causa y un 30 por ciento menos propensas a morir por una causa relacionada con la diabetes que las mujeres que recibieron la atención habitual. Las mujeres a las que se les proporcionó la intervención de cuidado personal también presentaron un 41 por ciento menos de probabilidades de sufrir un derrame cerebral y un 35 por ciento menos de experimentar cualquier punto final relacionado con la diabetes (una combinación de varios resultados).
Sin embargo, los resultados para el accidente cerebrovascular y cualquier resultado vinculado con la diabetes no fueron estadísticamente significativos. Ninguna de estas diferencias se observó entre el cuidado personal y la atención de rutina en los hombres, pero las diferencias entre sexos sólo fueron estadísticamente significativas de la mortalidad y la muerte relacionada con la diabetes por todas las causas.
Sobre los diferentes resultados de las mujeres frente a los hombres, los autores dicen: "El cuidado personal estructurado de la diabetes podría proporcionar a las mujeres atención y apoyo significativo y, por lo tanto, proporcionar un incentivo para la adherencia al tratamiento de las mujeres que aceptan la enfermedad y poner en práctica el manejo de enfermedades con mayor facilidad, lo que podría afectar a los resultados a largo plazo. La masculinidad puede ser impugnada por la diabetes, exigiendo consideración diaria y cambios en el estilo de vida. El enfoque estructurado podría entrar en conflicto con la tendencia de los hombres a confiar en el aprendizaje autodirigido en lugar de la autogestión".
Estos expertos llegan a la conclusión: "Proponemos que estos mejores resultados en las mujeres pueden explicarse por cuestiones sociales y culturales complejas de género. Existe una necesidad de explorar más a fondo los efectos específicos del género en los principales ensayos de intervención con el fin de repensar la forma en que proporcionamos atención médica tanto a hombres y mujeres, de manera que ambos sexos se beneficien de los esfuerzos de tratamiento intensificados".
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