CONGRESO AMERICANO DE RADIOLOGÍA
Menor flujo sanguíneo detectado tras la recuperación de conmociones cerebrales
La resonancia magnética tiene un papel clave en la detección de alteraciones asociadas a la práctica deportiva, así como en la identificación de enfermedad precoz en el envejecimiento.
Pilar Laguna. Chicago | dmredaccion@diariomedico.com | 07/12/2015 00:00
Yang Wang y Michael McCrea, en el congreso de la Sociedad Norteamericana de Radiología (RSNA 2015). (P. Laguna)
La resonancia magnética (RM) es muy útil para predecir cuándo debe volver a la práctica deportiva un atleta que ha sufrido una conmoción cerebral, según un estudio llevado a cabo por investigadores del Medical College de Wisconsin (Milwaukee) con un método de RM que detecta el flujo de sangre en el cerebro, cuyos resultados sugieren que algunos deportistas que sufren conmociones cerebrales pueden tener alteraciones neurofisiológicas incluso después de la recuperación clínica de la lesión.
Los deportes son la segunda causa de lesiones cerebrales traumáticas, tras los accidentes de tráfico, en el grupo de edad de 15 a 24 años. Los autores del estudio, presentado en el Congreso de la Sociedad Norteamericana de Radiología (RSNA 2015, en siglas en inglés), han alertado de que los jugadores contusionados en la cabeza presentan una reducción del flujo de sangre cerebral después de haberse recuperado de la lesión, y esta alteración se relaciona con menor función cerebral. Lo han visto con un método no invasivo y que no expone a radiación, conocido como arterial spin labelling (resonancia ASL), al que sometieron 18 deportistas con conmoción cerebral y otros 19 sin conmoción. La primera resonancia se les practicó a las 24 horas después del golpe y se hizo un seguimiento de ocho días tras la conmoción para contrastar resultados con los no conmocionados.
En el primer día tras la lesión, los deportistas mostraron alguna discapacidad en la evaluación clínica, aunque volvieron a niveles basales ocho días después. Y los que no tenían conmoción no presentaban cambios en el flujo cerebral. "Las razones de esos cambios no se conocen, pero los hallazgos pueden ser importantes para decidir cuándo deben volver los jugadores al campo después de lesionarse en la cabeza", según Michael McCrea, profesor de Neurocirugía y director del Centro de Investigación de Daño Cerebral de la citada universidad. McCrea valora esta tecnología ASL como prueba de RM que proporciona una medición de la recuperación tras una contusión cerebral.
Otro de los estudios con RM revela que se producen cambios en el corazón durante la apnea de los buceadores de élite. Las imágenes de la resonancia muestran que el corazón lucha y a veces empieza a fallar al practicar el buceo libre, si bien los expertos creen que estos cambios en la función cardiaca no afectarían a los buceadores de élite, pero sí a los poco entrenados o con algunas enfermedades.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Bonn (Alemania) ha estudiado los efectos simulados del buceo libre en el corazón mediante RM cardiaca y RM de las arterias carótidas, durante y después de una contención máxima de la respiración (la más alta superó los 8 minutos).
"En esos momentos no se bombea la cantidad normal de sangre al cerebro y el corazón apenas puede luchar contra la alta resistencia de los vasos sanguíneos", explicó Claas Nähle, autor principal de la investigación, y subrayó que en estos deportistas de élite la función se recobra en pocos minutos de volver a respirar con normalidad. "Al parecer, cuando están bajo el agua desarrollan mecanismos compensadores que propician la adaptación a los cambios cardiovasculares durante la apnea".
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