El jueves 4 de febrero es el Día Mundial Contra el Cáncer, una fecha que designaron el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) y la Unión Internacional contra el Cáncer (UICC) para fomentar un concepto que en esta enfermedad es fundamental: la detección precoz.
Por ello, estas instituciones no sólo suelen elegir frases inspiradoras como el lema de este año: “Nosotros podemos. Yo puedo”, sino que además bregan para que la población tome conciencia sobre la importancia de los autocontroles y las revisiones particulares que son las que, como ocurre en el cáncer de mama, apuran la consulta médica.
Según las Naciones Unidas, más del 60% de los casos de cáncer se concentran en África, Asia, América Central y del Sur y, justamente, esas regiones registran el 70% de las muertes a nivel global principalmente por la falta de detección temprana de la enfermedad y el acceso a tratamientos.
Por otro lado, de acuerdo con el último Informe Mundial del Cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2012 se registraron 8,2 millones de nuevos casos, pero se sabe que esa cifra subirá a 22 millones anuales en las próximas dos décadas. Entonces, una vez más se advierte la importancia de la detección precoz.
En este sentido, en los últimos meses se dio un debate en torno al retraso de la indicación de la realización de mamografías. Por eso, le preguntamos al Dr. Ignacio McLean, jefe del servicio de Patología Mamaria y director del Centro Mamario del Hospital Universitario Austral, cómo impactan ese tipo de directivas en la población.
“La controversia en la edad de comienzo de los controles con mamografía no es nueva, y la respuesta depende del enfoque que se le dé a la cuestión. Si queremos hacer un análisis costo-beneficio, se sabe que realizar mamografía antes de los 50 años resultaba muy costoso para el número de cánceres que se detectaba. Pero, si lo que se quiere es evaluar el mejor resultado oncológico, hacer la mamografía desde los 40 años permite detectar tumores más tempranos, permitiendo aumentar la tasa de curación de la enfermedad. Por eso, hoy las principales sociedades científicas del mundo recomiendan la realización de una mamografía anual desde los 40 años”, refirió.
“No obstante, continuó McLean, una situación diferente se da en las personas que tienen antecedentes familiares cercanos de cáncer de mama u otro factor que haga sospechar una mayor riesgo de la enfermedad. En ese caso los controles deben comenzar a partir de los 30 años, e incluso pueden ser necesarios otros estudios más sofisticados para control mamario”.
Y en cuanto a la importancia de la detección precoz del cáncer de mama, el especialista fue contundente: “es fundamental para poder lograr la curabilidad. Una mujer con un cáncer de mama menor de un centímetro y ganglios sanos, tiene más del 90% de probabilidad de curarse. Por eso son vitales los estudios de control (una mamografía anual y en muchos casos también con ecografía mamaria)”.
Los tratamientos En cuanto a qué hacer una vez que el cáncer se presentó, McLean comentó que los últimos años se lograron avances importantes en distintos aspectos del tratamiento del cáncer de mama.
Además de las mamografías digitales, que permiten diagnósticos más precoces y sutiles, se desarrollaron cirugías más personalizadas y conservadoras con menor mutilación, quimioterápicos más específicos con menos efectos adversos y medicamentos de soporte para poder tolerar mejor estos tratamientos.
“Quizás, en términos de porcentaje de pacientes curadas, el desarrollo de anticuerpos monoclonales (Trastuzumab) logró bajar significativamente la mortalidad de una variante de cáncer de mama (el Her2 positivo)”, sumó.
“Y la hormonoterapia es fundamental en pacientes con cáncer de mama con tumores hormono sensibles (presencia de receptores hormonales en las células del tumor). El Tamoxifeno es una medicación descripta ya hace varias décadas y que permitió aumentar la curación o bien prolongar la sobrevida en este grupo de pacientes”, completó.
Más datos de Naciones Unidas -Los cánceres más mortíferos son los de mama, pulmón, estómago, hígado y colon. -Los tipos de cáncer más frecuentes son diferentes en el hombre y en la mujer. -Aproximadamente un 30% de las muertes se deben a 5 factores de riesgo conductuales y dietéticos: índice de masa corporal elevado, ingesta reducida de frutas y verduras, falta de actividad física, consumo de tabaco y consumo de alcohol. -Fumar es el factor de riesgo más importante y la causa del 22% de las muertes mundiales por cáncer y el 71% por cáncer de pulmón. -Los cánceres causados por las infecciones por virus, como las hepatitis B (VHB) y C (VHC) o los papilomavirus humanos (PVH), son responsables de hasta un 20% de las muertes en los países de ingresos bajos y medios. -Aproximadamente un 70% de las muertes registradas en 2008 se produjeron en países de ingresos bajos y medios.
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