Las supervivientes en mama necesitan atención compartida

Realizar el seguimiento de forma colaborativa y coordinada de las pacientes entre atención primaria y especializada es una necesidad asistencial, según los expertos consultados por DM.

Isabel Gallardo Ponce | Madrid igallargo@diariomedico.com | 17/10/2016 00:00

Se estima que cada año se detectan entre 25.000 y 27.000 nuevos casos de cáncer de mama en España. Gracias a los avances en el diagnóstico y tratamiento, cerca del 90 por ciento de estas mujeres logran curarse. Los avances en la supervivencia y en la reducción de la mortalidad en oncología plantean un nuevo reto: el seguimiento de la salud de los largosupervivientes. La Sociedad de Oncología Médica (SEOM) está trabajando en una guía de consenso con otras sociedades científicas para recomendar el seguimiento de estas personas por atención primaria (AP) cuando llevan cinco años libres de enfermedad y finalizan el tratamiento hormonal las que lo han necesitado. El miércoles se celebra el Día Internacional del Cáncer de Mama.

El médico de familia tiene un papel destacado en la detección de recidivas y de segundas neoplasias, en el abordaje de los efectos tardíos del tratamiento oncológico, en la atención psicológica y de comorbilidades y en la promoción de estilos de vida saludable, así como en normalizar la atención sanitaria. Según los profesionales consultados por DM, lo esencial es que haya comunicación entre el primer nivel asistencial y especializada para mejorar la calidad de vida de las pacientes y para que, si existe una sospecha diagnóstica, se cuente con vías de reconducción rápida para las pacientes de mama.

Se trata de crear caminos comunes y formar al médico de AP para que se sienta cómodo en el seguimiento de las pacientes, así como dotarle de la información clínica para conocer la evolución, las terapias recibidas y el riesgo inherente al tratamiento en un informe completo de alta. En cuanto a las pacientes, "hay que informarlas de que, aunque pasen a AP, no dejan de estar controladas. Deben vivirlo como una continuidad, no como un abandono; han de saber que estamos coordinados y que son atendidas por un equipo multidisciplinar", ha dicho Milagros González Béjar, del Grupo de Trabajo de la Mujer de Semergen.

Más formación
"La única recomendación que hay que hacer desde un punto de vista de control es una indicación de mamografía anual y una exploración física. Hacer más pruebas no ha demostrado que sea beneficioso para detectar precozmente una hipotética recaída", ha dicho a DM Agustì Barnadas, portavoz de la SEOM.

Fernando López Verde, coordinador del Grupo de Trabajo de Cáncer de la Semfyc, ha explicado que en algunas comunidades ya hay programas de seguimiento del paciente oncológico en AP. "Sin embargo, no hay realmente protocolos consensuados y, sobre todo no hay una formación previa. El formato idóneo sería un modelo de atención compartida". En esa línea, González Béjar ha añadido que "sería interesante que las Unidades de Patología Mamaria estuvieran en contacto con los centros de salud para establecer canales de derivación".

Cuidado de la salud
Según Barnadas, el médico de primaria deberá estar atento a la aparición de aspectos relacionados con el tratamiento oncológico, como sería la aparición de linfedema. "Lo razonable sería remitirlas a un servicio de Rehabilitación". López Verde ha añadido que hay que observar efectos secundarios a la hormonoterapia, sangrados genitales en las pacientes tratadas con tamoxifeno, control de la comorbilidad, cardiotoxicidad relacionada con quimioterápicos, apoyo psicológico, valoración a la familia... "Muchas veces el abordaje oncológico hace olvidar el seguimiento de otros aspectos de la salud. Donde podemos ofrecer una atención integral de toda su salud es en AP".

En ese abordaje no hay que olvidar los hábitos de vida saludable muy vinculados al riesgo de recidiva, prestando especial atención a evitar el incremento de peso, a la salud ósea, al control de la tensión arterial, colesterol, etc., como parte de una labor preventiva que se aplica en población sana.

Tampoco hay que dejar de lado el apoyo psicológico ni la ponderación de la reincorporación a la vida laboral. Asimismo, Barnadas ha querido recordar que en las mujeres jóvenes que han superado un cáncer existe la opción de embarazo. "Gestar no conlleva mayor riesgo de recaídas. Hay que establecer un puente entre especializada y AP para estos casos".

Según Eva Ciruelos, presidenta del Grupo de Investigación en Cáncer de Mama Solti, esta derivación del paciente a la primaria ayudaría a optimizar el tiempo del oncólogo. "Así los oncólogos seríamos capaces de dedicar más tiempo en consulta, bien porque empieza un tratamiento tras la cirugía o porque tiene metástasis y se le debe informar de qué opciones tiene".

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Educación sanitaria para la población

La educación sanitaria en hábitos de vida saludable para reducir el riesgo de cáncer, así como para adherirse a los programas de cribado en aquellas neoplasias en las que existe, es fundamental, según ha explicado a DM Eva María Ciruelos, presidenta del Grupo de Investigación en Cáncer de Mama Solti.

Según Ciruelos, es hora de que quede atrás la figura del médico paternalista y que el paciente participe en la toma de decisiones. "La labor del médico es informar al paciente sobre las opciones terapéuticas, pero creo que las sociedades científicas y las asociaciones de pacientes tienen un papel importante en aportar información sobre ensayos clínicos: que los pacientes sepan en qué centro hay uno abierto al que puedan acudir", que les permite acceder a un fármaco nuevo, así como mantener estilos de vida saludable. Es necesario desterrar falsos mitos como que durante el cáncer hay alimentos que no se pueden ingerir o deben hacer reposo. "Todavía hay poca implicación de otros profesionales -como los nutricionistas- o expertos en deporte para que promuevan el ejercicio de forma individual. Los estilos de vida pueden influir en la evolución de cada caso".