jueves, 22 de octubre de 2009
"Elegir el fármaco óptimo resulta todavía complicado"
José Luis Pérez Gracia
Diariomedico.com
ESPAÑA
JOSÉ LUIS PÉREZ GRACIA, DEL ÁREA DE ONCOLOGÍA DE LA CLÍNICA UNIVERSIDAD DE NAVARRA
"Elegir el fármaco óptimo resulta todavía complicado"
El cáncer renal ha pasado de ser una enfermedad que apenas contaba con tratamiento específico a una patología con importantes avances. La proliferación de fármacos es tal que la investigación prioriza la identificación de factores predictivos sobre el hallazgo de nuevos tratamientos.
Laura D. Ródenas - Jueves, 22 de Octubre de 2009 - Actualizado a las 00:00h.
llaves conceptuales:
1. Un grupo de la CUN ha descubierto que los niveles basales disminuidos de TNF-alfa y de MMP-9 se correlacionan con la actividad de sunitinib
2. La validación de todos los factores en series prospectivas constituye una de las prioridades más importantes en el manejo del cáncer renal metastásico
El cáncer de riñón no suele respoder al tratamiento quimioterápico convencional y tampo cuenta con un fármaco que se considere estándar para su abordaje. De hecho, la oferta se ha visto ampliada exponencialmente en la última década. Sunitinib, bevacizumab, interferón, soranefib, everolimus y temsirolimus son los principales medicamentos disponibles en el mercado, pero existen otros muchos en fase avanzada de desarrollo clínico.
En vista de ello "resulta evidente que es necesario desarrollar marcadores que permitan escoger el tratamiento idóneo para cada paciente, con el fin de maximizar la eficacia y de evitar toxicidades y costes innecesarios", señala José Luis Pérez Gracia, del Servicio de Oncología de la Clínica Universidad de Navarra (CUN).
Se trata de identificar factores relacionados tanto con el paciente como con el tumor que permitan anticipar resultados e identificar los subgrupos que, por sus características, puedan beneficiarse de un determinado tratamiento.
En este sentido, los factores estudiados hasta la fecha se clasifican en cuatro grupos. El primero de ellos es el anatómico, en el que se encuadran los factores directamente relacionados con el tamaño tumoral y su extensión. A continuación están los factores clínicos, que incluyen aspectos como la sintomatología. Los histológicos se refieren a la progresión de la enfermedad. Y, por último, los alabados indicadores moleculares, que corresponden a cualquier gen cuya expresión permite un efecto cuantificable.
Nuevas pistas
"Nuestro grupo del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) de la Universidad de Navarra ha descubierto que los niveles basales disminuidos de TNF-alfa y de MMP-9 se correlacionan con la actividad de sunitinib en pacientes con cáncer renal metastático", explica Gracia a modo de ejemplo.
Este hallazgo, que se publicará en breve en British Journal of Cancer, permite conocer de antemano la respuesta de un determinado grupo de pacientes frente al tratamiento con antiangiogénicos. De lo que se trata es de "jugar las cartas sobre seguro".
Del mismo modo, "un estudio realizado en pacientes con tumores gastrointestinales tratados con el mismo fármaco reveló que los pacientes que presentaban beneficio clínico con el tratamiento tenían un bajo número de células endoteliales circulantes y de monocitos, en comparación con los pacientes que no respondieron", continúa Gracia.
Y otro trabajo halló variaciones mayores en VEGF, sVEGFR-2 y s-VEGFR-3 en pacientes tratados con sunitinib que respondieron que en los que presentaron enfermedad estable o progresión. "Valores basales bajos de VEGFR-3 y VEGF-C en suero se han asociado con mayores tasas de respuesta y con una supervivencia libre de la enfermedad más prolongada".
Así, es posible desarrollar nomogramas que, a modo de algoritmos pronósticos, ayudan al óncologo a inclinarse por un determinado tratamiento. Motzer ha desarrollado un nomograma clínico que predice la probabilidad de supervivencia libre de progresión a un año en pacientes tratados con sunitini.
Rini ha demostrado que el desarrollo de cifras elevadas de presión arterial diastólica durante el tratamiento con axitinib, un nuevo inhibidor potente y selectivo de VEGFR1, 2 y 3, tiene una relación clara con la supervivencia en pacientes con distintos tipos de tumores. Finalmente, Choueiri ha comunicado que cinco factores clínicos -tiempo hasta el diagnóstico, calcio basal, cifra de plaquetas y neutrófilos y situación basal- son parámetros pronósticos independientes en pacientes con cáncer renal metastásico tratados con inhibidores de VEGF y, basándose en ellos, han elaborado un modelo pronóstico con tres categorías distintas.
Dos prioridades
"La validación de todos estos factores en series prospectivas y el desarrollo de nuevos marcadores que permitan elegir el tratamiento más adecuado para cada paciente constituyen dos de las prioridades más importantes en el manejo del cáncer renal metastásico en el momento actual", concluye Gracia.
Para ello será necesario continuar invirtiendo en investigación, "con el fin de desarrollar marcadores óptimos de actividad para cada fármaco".
Epidemiología del cáncer renal
El cáncer renal es responsable de un 2 por ciento de los tumores malignos que se presentan en adultos, siendo dos veces más frecuente en hombres que en mujeres, según datos de la SEOM. Por razas, predomina entre la población negra. La mayoría de los casos se dan en pacientes por encima de los 50 años y, a menudo, se diagnostican de manera casual por una ecografía o una TC. El cuadro clínico común incluye hematuria, dolor en el costado, anemia, fiebre y pérdida de peso.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario