ALIVIO. Reposar 10 minutos con las piernas hacia arriba cada dos horas mejora la circulación sanguínea.
INSUFICIENCIA VENOSA - SIMPOSIO
La cirugía miniinvasiva se usa cada vez más para las várices
Miércoles 28 de Octubre de 2009 | En EE.UU. se ha difundido, desde 2004, el empleo del láser y de la radiofrecuencia. No hay un promedio de edad para la aparición del problema. Influyen la genética, el sedentarismo y la postura corporal. Se calcula que los problemas venosos afectan a tres mujeres por cada hombre. Si las mujeres tienen tres o más hijos, las probabilidades de sufrir afecciones venosas alcanzan el 60%.
Las várices son producto de una dilatación de la pared venosa. Las venas tienen válvulas unidireccionales, que impulsan la sangre hacia el corazón. Pero la insuficiencia hace que la sangre sea detenida por estas válvulas, que se abren como una medusa. La sangre es envuelta y no puede seguir su trayecto normal. Las paredes de las venas se dilatan, las válvulas se separan entre sí y se genera lo que se denomina reflujo: la sangre circula en sentido opuesto al corazón. Esto significa que en vez de retornar desde los pies hacia el corazón, cae desde el corazón hasta los pies, generando un aumento de la presión en el compartimiento, dilatándolo y facilitando nuevamente el reflujo.
Operaciones
En 1999 en Estados Unidos se comenzó a utilizar el láser y la radiofrecuencia para combatir las várices y en 2005 los tratamientos fueron aceptados por las autoridades sanitarias norteamericanas. Hoy están más ampliamente difundidos.
"Cuando se deben operar las dos piernas, si la intervención quirúrgica se lleva a cabo con la técnica tradicional es común que el paciente nunca concurra para la segunda cirugía. En cambio, cuando se emplean técnicas miniinvasivas, rápidamente las personas manifiestan la intención de intervenir el otro miembro", afirma el jefe de Cirugía Vascular del Hospital Stony Brook de Nueva York, Nicos Labropaulos, quien visitó recientemente el país con motivo de la realización del II Simposio Internacional de Procedimientos Mínimamente Invasivos de Flebología organizado por el Hospital de Clínicas José de San Martín.
Las afecciones van desde las dilataciones capilares conocidas como arañitas; las vívices, que son venas intradérmicas que están dilatadas y se asemejan a una especie de lombriz; edemas -hinchazón en las piernas-; cambios de color en la piel -color ocre- hasta las úlceras cerradas y úlceras activas.
Según indicó el jefe de Flebología y Linfología del hospital San Martín, Oscar Hugo Bottini, en casos severos como la trombosis venosa profunda se aborda el problema mediante tratamientos trombolíticos fármaco mecánicos. Según explicó el especialista, se aborda la vena y se introduce un catéter por donde se inyectan drogas que licuan el trombo. Estas drogas son fibronolíticos. Luego, se aspira el trombo entre dos balones para que los trombos no migren al pulmón.
No existe promedio de edad para la aparición de várices, hay pacientes de 16 años que ya las presentan, otros de 30 años con úlceras en las piernas y otros de 70 que apenas tienen arañitas. Esto tiene que ver con factores genéticos, hormonales, aumentos de peso exagerado, embarazos, sedentarismo, levantar peso excesivo durante mucho tiempo, la posición del pie o estar parado. "No hay pierna que soporte la presión de estar de pie todo el día y quieto. A su vez, todos aquellos trabajos sedentarios predisponen a tener várices, la posición de sentado es la peor, luego le sigue la de parado", explicó Bottini.
"En Estados Unidos las úlceras venosas le cuestan al sistema sanitario unos 1.000 millones de dólares. Para 2011 se estima que el 90% de la población utilizará tratamientos miniinvasivos para la insuficiencia venosa. En tanto que en la Argentina, menos del 10% recurrirá a esta técnica", dijo Bottini.
Según comentó el experto, luego de la utilización de las bandas gástricas muchas personas empezaron a tener la necesidad de resolver sus problemas de várices.
Síntomas y tratamientos no quirúrgicos
Las várices presentan picazón, calambres, hormigueo y dolor.
Ante estos síntomas se debe hacer la consulta, máxime si se hay un familiar con antecedentes lo cual puede indicar una predisposición genética.
Los tratamientos médicos no quirúrgicos consisten en utilizar vendajes o medias elásticas.
Aconsejan realizar ejercicio permanente (taco-punta) con el pie, y ponerse en puntas de pie para empujar la sangre hacia arriba.
Recomiendan reposar 10 minutos con las piernas hacia arriba cada dos horas.
También se utilizan vendas elásticas que facilitan el bombeo de sangre.
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