China notifica dos muertes por un nuevo tipo de virus de gripe
Las muertes no estaban relacionadas por lo que no se sabe cómo se transmite
Hay una tercera mujer gravemente enferma
Zigor Aldama Shanghái 2 ABR 2013 - 13:45 CET17
Las autoridades chinas han notificado a la Organización Mundial de la Salud el fallecimiento de dos hombres a causa de un nuevo virus de gripe, el H7N9. También han informado de que hay una mujer gravemente enferma por culpa del mismo patógeno. Los afectados no tenían relación entre sí, por lo que no se sabe el potencial del virus para contagiarse entre humanos.
El Centro de Control de Enfermedades chino ha indicado que identificaron el patógeno después de buscar lo más frecuente: el H3N2 que ha aparecido este año, el AH1N1 de la llamada gripe A de hace tres años y el H5N1 de la gripe aviar que empezó a expandirse hace ya 10. Tampoco se trata del último coronavirus, virus del resfriado, que apareció el año pasado en Arabia y va por 17 casos y 11 muertos.
“¡Qué mejor forma que celebrar el décimo aniversario de la epidemia de SARS —la neumonía atípica— que con un nuevo brote vírico!”. Algunos usuarios de Weibo, la red social por antonomasia en China, se lo toman a broma. Pero a las autoridades del gigante asiático la nueva amenaza a la que se enfrentan no les hace ninguna gracia: un virus de la gripe, el H7N9, que hasta ahora afectaba solo a las aves, ha saltado a los seres humanos y se ha cobrado ya la vida de dos hombres de Shanghái.
El primero, de 87 años, murió el pasado 4 de marzo; y el segundo, un carnicero de 27 años, falleció seis días después. Ayer se supo que una mujer que había estado en contacto con pollos se encuentra en estado crítico en la provincia central de Anhui, y hoy un médico de Nanjing, la capital de la provincia de Jiangsu —adyacente a Shanghái—, ha publicado en Weibo la fotografía del informe que confirma un nuevo caso: otra mujer fue ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos el pasado día 24 y fue puesta en cuarentena el día 30.
La forma en la que ha salido a la luz esta información hace temer que el Gobierno haya optado por la opacidad, como ya hizo hace una década cuando estalló el brote de SARS, y que el asunto sea más grave de lo que parece. De hecho, según el diario Shanghai Daily, las autoridades sanitarias, que en un principio aseguraron que no había ningún peligro de contagio, han decidido poner a los hospitales de Shanghái en alerta. Así, los centros sanitarios tendrán que avisar cada día de nuevos casos sospechosos. Expertos citados por el diario de Hong Kong South China Morning Post consideran que el virus es menos contagioso que otros de la misma familia, pero más letal.
Quizá por eso, en la capital, Pekín, también se ha incluido la gripe aviar entre los virus que se monitorizan habitualmente y, aunque oficialmente no se ha registrado ningún paciente con esta dolencia en la ciudad, Sanidad ha emitido un comunicado en el que pide a los centros que estén preparados para emergencias y que se aseguren de tener suficientes reservas de material. Sin embargo, no existe vacuna alguna contra el virus, ni tratamiento más específico que el de una neumonía.
La Organización Mundial de la Salud también está siguiendo los casos y ayer emitió un comunicado tranquilizador en el que aseguró que ninguna de las 88 personas que han estado en contacto con los casos diagnosticados ha sido contagiada, y que tampoco se ha encontrado vínculo epidemiológico alguno entre los afectados. “Hay muy pocas probabilidades de infección en humanos”, añadió el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de China. “De momento, sigue siendo un virus animal, no humano”, aseguró ayer al Shanghai Daily el decano de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Fudan, Jiang Qingwu.
No obstante, los sanitarios de Shanghái han recibido órdenes de no hacer comentarios a la prensa, y crece la preocupación entre la población por las diferentes amenazas que acechan a su salud. La de la gripe aviar es solo la última de una larga lista. Hace diez días en el río Huangpu de Shanghái aparecieron flotando más de 13.000 cerdos muertos que han reabierto el debate sobre la calidad de los alimentos locales, lastrada por numerosos escándalos que van desde la leche en polvo con melamina hasta la carne de cerdo iridiscente.
“Ya había dejado de comer cerdo porque pienso que esos animales del río pueden terminar en mi plato.
¿Ahora tampoco voy a poder comer pollo? Vivir en China es demasiado peligroso”, se quejaba hoy a EL PAÍS Zhang Weixing, una vecina de la capital económica. “No podemos ni respirar”. De hecho, ayer Shanghái decidió poner en marcha un ambicioso plan para atajar la polución atmosférica que, según un informe del Instituto Health Effects, provoca la muerte prematura de 1,2 millones de chinos al año. Por si todo esto fuera poco, el gobierno chino ha declarado ‘secreto de Estado’ los resultados de un estudio llevado a cabo para determinar el grado de la contaminación del suelo del país, un hecho que hace pensar en
datos todavía más apocalípticos.
La sopa de letras de los nombres de los virus de la gripe no es más que un reflejo de la variabilidad de los patógenos, y las sucesivas informaciones sobre víctimas asociadas son prueba del control exhaustivo que se hace. El objetivo no es tanto alarmar como tener un registro de posibles amenazas.
La gripe, cuya temporada acaba de terminar en España, es una enfermedad generalmente leve para la mayoría de la población, pero aproximadamente cada 20 años aparece una cepa especialmente peligrosa, y por eso se mantiene un sistema de vigilancia especial.
No es capricho. La gripe puede ser una complicación grave en algunos enfermos (personas mayores con varias patologías, inmunodeprimidos). Por ejemplo, en España el Instituto de Salud Carlos III indica que hasta la semana 12 de 2013 se han notificado 366 casos graves hospitalizados confirmados de gripe en 16 comunidades autónomas, de los que 61% son hombres, informa Emilio de Benito. Ha habido 30 defunciones atribuidas directamente a la gripe, y alrededor de 2.000 en las que el virus ha sido un factor que influyera. En España este invierno la mayoría de las gripes han sido por un virus tipo B, que suelen ser más leves.
El Centro de Control de Enfermedades chino ha indicado que identificaron el patógeno después de buscar lo más frecuente: el H3N2 que ha aparecido este año, el AH1N1 de la llamada gripe A de hace tres años y el H5N1 de la gripe aviar que empezó a expandirse hace ya 10. Tampoco se trata del último coronavirus, virus del resfriado, que apareció el año pasado en Arabia y va por 17 casos y 11 muertos.
“¡Qué mejor forma que celebrar el décimo aniversario de la epidemia de SARS —la neumonía atípica— que con un nuevo brote vírico!”. Algunos usuarios de Weibo, la red social por antonomasia en China, se lo toman a broma. Pero a las autoridades del gigante asiático la nueva amenaza a la que se enfrentan no les hace ninguna gracia: un virus de la gripe, el H7N9, que hasta ahora afectaba solo a las aves, ha saltado a los seres humanos y se ha cobrado ya la vida de dos hombres de Shanghái.
El primero, de 87 años, murió el pasado 4 de marzo; y el segundo, un carnicero de 27 años, falleció seis días después. Ayer se supo que una mujer que había estado en contacto con pollos se encuentra en estado crítico en la provincia central de Anhui, y hoy un médico de Nanjing, la capital de la provincia de Jiangsu —adyacente a Shanghái—, ha publicado en Weibo la fotografía del informe que confirma un nuevo caso: otra mujer fue ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos el pasado día 24 y fue puesta en cuarentena el día 30.
La forma en la que ha salido a la luz esta información hace temer que el Gobierno haya optado por la opacidad, como ya hizo hace una década cuando estalló el brote de SARS, y que el asunto sea más grave de lo que parece. De hecho, según el diario Shanghai Daily, las autoridades sanitarias, que en un principio aseguraron que no había ningún peligro de contagio, han decidido poner a los hospitales de Shanghái en alerta. Así, los centros sanitarios tendrán que avisar cada día de nuevos casos sospechosos. Expertos citados por el diario de Hong Kong South China Morning Post consideran que el virus es menos contagioso que otros de la misma familia, pero más letal.
Quizá por eso, en la capital, Pekín, también se ha incluido la gripe aviar entre los virus que se monitorizan habitualmente y, aunque oficialmente no se ha registrado ningún paciente con esta dolencia en la ciudad, Sanidad ha emitido un comunicado en el que pide a los centros que estén preparados para emergencias y que se aseguren de tener suficientes reservas de material. Sin embargo, no existe vacuna alguna contra el virus, ni tratamiento más específico que el de una neumonía.
La Organización Mundial de la Salud también está siguiendo los casos y ayer emitió un comunicado tranquilizador en el que aseguró que ninguna de las 88 personas que han estado en contacto con los casos diagnosticados ha sido contagiada, y que tampoco se ha encontrado vínculo epidemiológico alguno entre los afectados. “Hay muy pocas probabilidades de infección en humanos”, añadió el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de China. “De momento, sigue siendo un virus animal, no humano”, aseguró ayer al Shanghai Daily el decano de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Fudan, Jiang Qingwu.
No obstante, los sanitarios de Shanghái han recibido órdenes de no hacer comentarios a la prensa, y crece la preocupación entre la población por las diferentes amenazas que acechan a su salud. La de la gripe aviar es solo la última de una larga lista. Hace diez días en el río Huangpu de Shanghái aparecieron flotando más de 13.000 cerdos muertos que han reabierto el debate sobre la calidad de los alimentos locales, lastrada por numerosos escándalos que van desde la leche en polvo con melamina hasta la carne de cerdo iridiscente.
“Ya había dejado de comer cerdo porque pienso que esos animales del río pueden terminar en mi plato.
¿Ahora tampoco voy a poder comer pollo? Vivir en China es demasiado peligroso”, se quejaba hoy a EL PAÍS Zhang Weixing, una vecina de la capital económica. “No podemos ni respirar”. De hecho, ayer Shanghái decidió poner en marcha un ambicioso plan para atajar la polución atmosférica que, según un informe del Instituto Health Effects, provoca la muerte prematura de 1,2 millones de chinos al año. Por si todo esto fuera poco, el gobierno chino ha declarado ‘secreto de Estado’ los resultados de un estudio llevado a cabo para determinar el grado de la contaminación del suelo del país, un hecho que hace pensar en
datos todavía más apocalípticos.
La sopa de letras de los nombres de los virus de la gripe no es más que un reflejo de la variabilidad de los patógenos, y las sucesivas informaciones sobre víctimas asociadas son prueba del control exhaustivo que se hace. El objetivo no es tanto alarmar como tener un registro de posibles amenazas.
La gripe, cuya temporada acaba de terminar en España, es una enfermedad generalmente leve para la mayoría de la población, pero aproximadamente cada 20 años aparece una cepa especialmente peligrosa, y por eso se mantiene un sistema de vigilancia especial.
No es capricho. La gripe puede ser una complicación grave en algunos enfermos (personas mayores con varias patologías, inmunodeprimidos). Por ejemplo, en España el Instituto de Salud Carlos III indica que hasta la semana 12 de 2013 se han notificado 366 casos graves hospitalizados confirmados de gripe en 16 comunidades autónomas, de los que 61% son hombres, informa Emilio de Benito. Ha habido 30 defunciones atribuidas directamente a la gripe, y alrededor de 2.000 en las que el virus ha sido un factor que influyera. En España este invierno la mayoría de las gripes han sido por un virus tipo B, que suelen ser más leves.
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