El manitol podría conducir a un futuro tratamiento para la enfermedad de Parkinson
10/04/2013 - E.P.
El manitol de uso más comercial se extrae de las algas aunque se puede sintetizar químicamente y utilizar para otros fines además de como edulcorante
Investigadores de la Universidad de Tel Aviv, en Israel, han realizado una serie de experimentos que podrían conducir a un nuevo enfoque para tratar la enfermedad de Parkinson (PD) con un edulcorante común, el manitol. Presentada en la 54 Conferencia Anual de Investigación de la Sociedad Americana de Genética, la investigación sugiere que el manitol, un alcohol de azúcar comúnmente utilizado, previene un atasco de la proteína alfa-sinucleína en la sustancia negra del cerebro en personas con enfermedad de Parkinson y demencia con cuerpos de Lewy (DCL).
Está aprobado como diurético intravenoso para eliminar el exceso de líquido y permite a los fármacos atravesar la barrera hematoencefálica.
El manitol tiene, además, otra ventaja menos explorada: la prevención de que la proteína alfa-sinucleína atasque la parte de la sustancia negra del cerebro de las personas con enfermedad de Parkinson y demencia con cuerpos de Lewy (DCL), que tiene síntomas similares al Parkinson.
Ciertas sustancias bioquímicas, llamadas chaperonas moleculares, normalmente estabilizan las proteínas y ayudan a veces a mantener sus nativas formas tridimensionales, que son esenciales para sus funciones. El manitol es un chaperón químico que puede ser utilizado para tratar la enfermedad de Parkinson por entrar en el cerebro y restaurar el plegamiento normal de la alfa-sinucleína.
Daniel Segal y su equipo de la Universidad de Tel Aviv han investigado los efectos de manitol en el cerebro mediante la alimentación de moscas de la fruta con una forma de enfermedad de Parkinson que agrega gran cantidad de alfa-sinucleína.
Normalmente, las moscas suben por la pared de un tubo de ensayo, pero aquellas cuyos cerebros están dañados con agregados de alfa-sinucleína permanecen en el fondo, probablemente porque no se pueden moverse normalmente. Se evaluó el efecto del manitol durante 27 días de estudio: logró subir por las paredes del tubo el 72 por ciento de las moscas, en comparación con el 38 por ciento de las que tenían enfermedad de Parkinson, por lo que su falta de ascensión por las paredes del tubo de ensayo indicó "disfunción motora severa".
Con el manitol, el 70 por ciento de estas moscas pudo subir por las paredes del tubo de ensayo a los 27 días y su cerebro reveló una disminución del 70 por ciento de la acumulación de proteína mal plegada en comparación con el cerebro de las moscas mutantes criadas en el medio habitual carente de manitol.
El siguiente paso es demostrar un efecto de rescate en modelos experimentales más complejos, para continuar en un pequeño número de voluntarios un ensayo clínico preliminar de manitol si los resultados en ese modelo apoyan las observaciones realizadas en la mosca de la fruta, pero que todavía existe muchos pasos que dar hasta llegar a ese punto de distancia la investigación concluye Segal.
Está aprobado como diurético intravenoso para eliminar el exceso de líquido y permite a los fármacos atravesar la barrera hematoencefálica.
El manitol tiene, además, otra ventaja menos explorada: la prevención de que la proteína alfa-sinucleína atasque la parte de la sustancia negra del cerebro de las personas con enfermedad de Parkinson y demencia con cuerpos de Lewy (DCL), que tiene síntomas similares al Parkinson.
Ciertas sustancias bioquímicas, llamadas chaperonas moleculares, normalmente estabilizan las proteínas y ayudan a veces a mantener sus nativas formas tridimensionales, que son esenciales para sus funciones. El manitol es un chaperón químico que puede ser utilizado para tratar la enfermedad de Parkinson por entrar en el cerebro y restaurar el plegamiento normal de la alfa-sinucleína.
Daniel Segal y su equipo de la Universidad de Tel Aviv han investigado los efectos de manitol en el cerebro mediante la alimentación de moscas de la fruta con una forma de enfermedad de Parkinson que agrega gran cantidad de alfa-sinucleína.
Normalmente, las moscas suben por la pared de un tubo de ensayo, pero aquellas cuyos cerebros están dañados con agregados de alfa-sinucleína permanecen en el fondo, probablemente porque no se pueden moverse normalmente. Se evaluó el efecto del manitol durante 27 días de estudio: logró subir por las paredes del tubo el 72 por ciento de las moscas, en comparación con el 38 por ciento de las que tenían enfermedad de Parkinson, por lo que su falta de ascensión por las paredes del tubo de ensayo indicó "disfunción motora severa".
Con el manitol, el 70 por ciento de estas moscas pudo subir por las paredes del tubo de ensayo a los 27 días y su cerebro reveló una disminución del 70 por ciento de la acumulación de proteína mal plegada en comparación con el cerebro de las moscas mutantes criadas en el medio habitual carente de manitol.
El siguiente paso es demostrar un efecto de rescate en modelos experimentales más complejos, para continuar en un pequeño número de voluntarios un ensayo clínico preliminar de manitol si los resultados en ese modelo apoyan las observaciones realizadas en la mosca de la fruta, pero que todavía existe muchos pasos que dar hasta llegar a ese punto de distancia la investigación concluye Segal.
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