Congreso de la Sociedad Española de Diabetes
Insulina glargina no aumenta el riesgo cardiaco ni oncológico
El estudio Origin evalúa la insulina glargina puesta precozmente en pacientes con alto riesgo cardiovascular y pequeña alteración de la glucosa.
Carmen Cáceres | Sevilla | 15/04/2013 00:00
Según ha explicado en el Congreso de la Sociedad Española de Diabetes, celebrado en Sevilla, Elías Delgado Álvarez, profesor titular de la Universidad de Oviedo, el objetivo en el paciente diabético no es sólo bajar la glucosa, sino disminuir su mortalidad cardiovascular.
La idea surgió de un grupo de médicos canadienses expertos en diabetes que reclutaron a 12.000 pacientes con estadios incipientes de diabetes o incluso prediabéticos, pero con un alto riesgo cardiovascular.
La mitad de ellos recibieron tratamiento estándar y a la otra mitad les añadieron insulina glargina. Al cabo de seis años surgió una incógnita a raíz de varios estudios observacionales que mostraban que la insulina glargina producía un mayor aumento de casos de cáncer. "Nuestro objetivo secundario fue observar si esto ocurría en el seguimiento", explica Delgado.
Pero, en primer lugar, los eventos cardiovasculares fueron iguales en ambos grupos: la insulina glargina ni los disminuye ni los aumenta. Según Delgado, al ser un estudio a seis años en diabéticos de reciente diagnóstico, probablemente, "si los sigues en el tiempo vas a demostrar esos beneficios cardiovasculares".
Por otro lado, los resultados han hecho desaparecer el mito de que la insulina glargina producía mucho aumento de peso e hipoglucemia. Finalmente, tampoco se ha apreciado un aumento del riesgo de cáncer.
La idea surgió de un grupo de médicos canadienses expertos en diabetes que reclutaron a 12.000 pacientes con estadios incipientes de diabetes o incluso prediabéticos, pero con un alto riesgo cardiovascular.
La mitad de ellos recibieron tratamiento estándar y a la otra mitad les añadieron insulina glargina. Al cabo de seis años surgió una incógnita a raíz de varios estudios observacionales que mostraban que la insulina glargina producía un mayor aumento de casos de cáncer. "Nuestro objetivo secundario fue observar si esto ocurría en el seguimiento", explica Delgado.
Pero, en primer lugar, los eventos cardiovasculares fueron iguales en ambos grupos: la insulina glargina ni los disminuye ni los aumenta. Según Delgado, al ser un estudio a seis años en diabéticos de reciente diagnóstico, probablemente, "si los sigues en el tiempo vas a demostrar esos beneficios cardiovasculares".
Por otro lado, los resultados han hecho desaparecer el mito de que la insulina glargina producía mucho aumento de peso e hipoglucemia. Finalmente, tampoco se ha apreciado un aumento del riesgo de cáncer.
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