La implantación de válvula aórtica transcatéter, muy ventajosa en personas mayores

Un nuevo estudio realizado en Francia revela que la implantación de una válvula aórtica transcatéter (IVAT) puede ser una alternativa eficaz a la cirugía de reemplazo de la válvula aórtica en personas mayores.

Redacción. Madrid | 03/01/2014 13:44

La implantación de una válvula aórtica transcatéter (IVAT) parece ser una alternativa eficaz a la cirugía de reemplazo de la válvula aórtica (RVA) para tratar la estenosis aórtica en pacientes muy mayores, según un estudio llevado a cabo por el Centro Hospitalario Universitario Henri Mondor (Francia) y publicado en The Annals of Thoracic Surgery.

"Nuestro estudio ha descubierto que la IVAT proporciona unos resultados clínicos aceptables en poblaciones muy mayores", explica Mansanori Yamamoto, del Centro Hospitalario Universitario Henri Mondor.

"Los pacientes de edad avanzada necesitan, generalmente, más tiempo para recuperarse después de tratamientos invasivos, como el RVA. De esta forma, la IVAT puede tener muchas ventajas porque la movilidad previa interpreta un papel importante para mantener la fuerza neuromuscular y la función física en estos pacientes. Las incisiones pequeñas permiten una reanudación más rápida de la actividad física y, por consiguiente, una recuperación completa", añade Mondor.

Para el estudio, los investigadores recopilaron datos de 2.254 pacientes con 80 años o más que habían pasado por una IVAT entre enero de 2010 y octubre de 2011 en cualquiera de los 34 hospitales que participan en el registro nacional francés de la IVAT. Para el análisis, se dividió a los pacientes en tres categorías basadas en la edad: entre 80 y 84 años (867 pacientes), de 85 a 89 años (1.064 pacientes) y más de 90 años (349 pacientes).

Los resultados arrojaron un éxito alto del procedimiento en cada grupo de pacientes (97,8 por ciento, 96,3 por ciento y 97,1 por ciento, respectivamente). Asimismo, la duración de la estancia hospitalaria y el tiempo en la unidad de cuidados intensivos eran similares en todos los grupos.

Además, las tasas de mortalidad acumulativas para toda la población de estudio fue del 9,9 por ciento a los 30 días y del 23,8 por ciento un año después de la intervención. Aun así, las tasas de mortalidad un año después eran mayores entre los pacientes del segundo y tercer grupo, comparado con la de los pacientes entre los 80 y 84 años (26,1 por ciento, 27,7 por ciento y 19,8 por ciento, respectivamente).