18 de Diciembre de 2014
Los niveles de yodo de embarazadas y lactantes, por debajo de los recomendados
Durante el embarazo y la lactancia, la deficiencia de yodo afecta a la función tiroidea y puede afectar al futuro desarrollo neuropsicológico del niño.
En el periodo del embarazo y la lactancia, ladeficiencia de yodo grave o moderada afecta a la función tiroidea, pudiendo generar hipo o hipertiroidismo en la madre y en el neonato, además de afectar al futuro desarrollo neuropsicológico del niño. Es lo que se ha puesto de manifiesto en la XIV Reunión del Grupo de Disfunción Tiroidea de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (TiroSEEN),celebrada en San Sebastián, con la colaboración de Merck. Así, a lo largo del embarazo y la lactancia, las necesidades de hormonas tiroideas (T4 y T3) se incrementan para la gestante en un porcentaje que oscila entre el 30 y el 50%. Por ello, la recomendación de yodo pasa de 150 microgramos a, al menos, 200 microgramos para una embarazada. Sin embargo, la realidad, al menos en España, es que ese incremento rara vez se compensa con una nutrición rica en componentes yodados.
En este sentido, el doctor Marcos Abalovich, miembro del Comité Ejecutivo de la LATS (Latin America Thyroid Society), recuerda que “en las primeras 10 a 12 semanas de gestación, el futuro bebé depende completamente de la madre para la producción de hormonas tiroideas”. Sin embargo, según este experto, en el 2,5% de los embarazos se da un bajo funcionamiento de la glándula, acompañado de un aumento del nivel de TSH (nivel de la hormona estimulante del tiroides). Ante esta situación, los expertos consideran necesario incrementar la yodizaciónde la población española, especialmente en el caso de las gestantes. Tradicionalmente, la nutrición en España ha sido deficitaria en yodo, por lo que conviene acompañar la dieta de las gestantes con suplementos yodados. “Sabemos que un adecuado consumo de sal yodada y la ingesta de tres vasos de leche al día pueden proporcionar las cantidades adecuadas para una gestante. El problema es que sólo el 13% de las embarazadas consumen lo necesario”, explica el doctor Federico Soriguer, anterior jefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Carlos Haya de Málaga. A su vez, la doctora Anna Lucas, del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Germans Trias i Pujol de Badalona, considera que actualmente el sistema sanitario ofrece a través de Eutirox (levotiroxina sódica) un adecuado tratamiento para el control del hipotiroidismo. Para esta especialista, el objetivo esencial es ajustar el tratamiento a cada paciente por lo que considera aventurado el cambio hacia nuevas formulaciones genéricas cuando “no existe beneficio económico”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario