jueves, 16 de abril de 2015

¿No están interesados en la escuela? Tal vez nacieron así: MedlinePlus

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¿No están interesados en la escuela? Tal vez nacieron así

Estudio sugiere que la genética contribuye a la falta de motivación de un estudiante
Traducido del inglés: martes, 14 de abril, 2015
Imagen de noticias HealthDay
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LUNES, 13 de abril de 2015 (HealthDay News) -- Los niños que evitan hacer la tarea y no están interesados en obtener calificaciones perfectas pueden haber heredado esa indiferencia hacia la escuela de sus padres, sugiere un estudio.
Hasta la mitad de la motivación de un niño para aprender, o la falta de ella, podría ser impulsada por una predisposición genética, de acuerdo con un análisis que involucró a más de 13,000 gemelos idénticos en seis países.
Sin embargo, el equipo detrás del estudio advirtió que el gusto por el estudio es una dinámica compleja que no se puede reducir fácilmente a un solo gen. Por el contrario, deriva de una interacción continua entre la estructura genética del niño y el ambiente.
"Las influencias genéticas fueron importantes, pero también lo fue el ambiente", dijo el coautor del estudio Stephen Petrill, profesor de psicología de la Universidad Estatal de Ohio.
La investigación muestra que una característica compleja como lo es la motivación en la infancia debe de verse a través del mismo lente que los riegos de obesidad o de enfermedades cardiacas, en el sentido de que "tanto las influencias genéticas como las ambientales contribuyen a las diferencias", dijo.
Petrill resaltó que la genética no necesariamente condenará al niño al fracaso académico. Pero "si vamos a intentar crear el ambiente más positivo posible para motivar a los niños, también tenemos que tomar en cuenta las posibles diferencias biológicas", añadió.
Los resultados del estudio aparecieron en línea antes que en la versión impresa de la edición de julio de la revista Personality and Individual Differences.
Para explorar el papel de la genética en la motivación para aprender de un niño, los autores del estudio analizaron datos recabados sobre gemelos idénticos de entre 9 y 16 años que participaron en estudios independientes en proceso en Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Alemania, Japón y Rusia.
Se eligió a los gemelos idénticos ya que comparten genes, ofreciéndole a los investigadores una buena oportunidad para identificar qué tanto impactan las diferencias ambientales los rasgos de la personalidad.
En cada estudio, los gemelos llenaron cuestionarios diseñados para determinar la medida en la que disfrutaban una variedad de asignaturas escolares, y qué tan bien sentían que iban en términos de aprendizaje en cada asignatura.
El equipo de investigadores determinó que la motivación del niño para aprender fue influenciada de igual manera por los genes compartidos y por las diferencias ambientales en la manera en la que cada gemelo fue criado. Cada factor aportó entre el 40 y 50 por ciento del comportamiento de la motivación del niño.
Los investigadores expresaron sorpresa ante los resultados, y reconocieron que el tema de estudio es "sensible" y se necesita mucha más investigación.
Por ejemplo, los investigadores advirtieron que aún no está claro si (o qué tanto) la falta de motivación para aprender podría traducirse en logros académicos disminuidos y/o inteligencia general.
De cualquier forma, los autores del estudio concluyeron que hubo una "sorprendente consistencia" en los descubrimientos en todas las nacionalidades y edades. Y dijeron que los resultados parecen ir en contra de cualquier explicación simplista que ponga toda la culpa de la falta de interés de los niños en la escuela ya sea en los padres o en los profesores
Sarah Feuerbacher, directora del Centro de Asesoramiento Familiar de la Universidad Metodista del Sur, coincidió con la observación de Petrill de que la genética no es necesariamente determinante.
Equiparando la baja motivación con incapacidades genéticas para aprender como la dislexia, Feuerbacher, quien no estuvo involucrada en el estudio, aceptó que "la genética juega ciertamente un rol en todos los aspectos de la vida de un individuo, incluyendo la composición de su cerebro, lo que puede impactar cómo somos capaces de aprender de una manera importante".
Pero así como los niños con dislexia pueden aprender a leer con la dirección apropiada, ella dijo que los problemas motivacionales pueden ser superados cuando los padres y los educadores enfatizan los métodos de enseñanza que valoran y se basan en las aptitudes naturales del niño.
"Si bien la genética impacta en un principio y continuamente el cerebro y el estilo de aprender de una persona", enfatizó, "no debe de impactar el éxito de esa persona al aprender".

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Stephen Petrill, PhD, profesor, psicólogo, Universidad Estatal de Ohio, Columbus, Ohio; Sarah Feuerbacher, PhD, directora clínica, Centro de Asesoramiento Familiar de la Universidad Metodista del Sur, Plano, Texas; Personality and Individual Differences julio de 2015
HealthDay
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