La FA, detrás del 30% de los ictus criptogénicos

Las secciones de Electrofisiología y Arritmias y de Estimulación Cardiaca de la SEC han celebrado en Alicante su primera reunión conjunta con la participación de 700 profesionales.

Enrique Mezquita. Valencia | dmredaccion@diariomedico.com | 28/04/2015 00:00

Francisco Ruiz Mateas preside la Sección de Estimulación Cardiaca. (DM)

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Entre el 20 y el 40 por ciento de los ictus isquémicos son de origen desconocido y aunque había indicios de que podían tener una causa embólica y ser provocados por una arritmia, no existía evidencia científica. Dos estudios publicados simultáneamente durante el último año en el New England y analizados en la I Reunión Conjunta de las secciones de Electrofisiología y Arritmias y de Estimulación Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), celebrada en Alicante, han concluido que la fibrilación auricular (FA) se encuentra detrás de hasta un 30 por ciento de estos ictus.

Se trata de los estudios Embrace y Cristal AF, cuyos resultados, según ha señalado a Diario Médico Francisco Ruiz Mateas, presidente de la Sección de Estimulación Cardiaca de la SEC, suponen un gran avance en "el diagnóstico y tratamiento del ictus que más mortalidad produce, más secuelas graves conlleva y más recidiva: el embólico".

El experto ha vaticinado que, probablemente, "las guías de práctica clínica recomendarán en breve una búsqueda activa de FA en pacientes con ictus de causa desconocida mediante Holter de larga duración o insertable, ya que su detección después de un accidente cerebrovascular tiene implicaciones terapéuticas y pronósticas".

En el estudio Cristal AF se analizaron los diagnósticos de 441 pacientes divididos en dos grupos: uno seguido con monitor cardiaco insertable durante 90 días y otro al que se realizó sólo el seguimiento estándar de 24 horas. Se detectó FA a un 8,9 por ciento de los pacientes monitorizados durante seis meses, frente al 1,3 por ciento en el grupo control. La diferencia era mayor si la monitorización se prolongaba a doce meses (12,4 y 2 por ciento).

Seguimiento prolongado
Se concluyó que la monitorización prolongada es más efectiva para hacer el seguimiento y detectar los casos de FA en pacientes que han sufrido ictus criptogénico.

El Embrace reveló que los sistemas de monitorización no invasiva durante un periodo de 30 días mejoran significativamente la detección de la FA en comparación con el procedimiento estándar de corta monitorización (24 horas). Los investigadores contaron con 572 personas mayores de 55 años que habían padecido ictus en los 6 meses previos, divididas en dos grupos: al primero se le realizó un seguimiento de 30 días con grabadora de eventos cardiovasculares, mientras que al grupo de control se le realizó el seguimiento estándar de 24 horas con Holter. En el primer grupo se detectó FA al 16,1 por ciento de los participantes y a un 3,2 por ciento en el segundo.