jueves, 28 de mayo de 2015

La mortalidad por insuficiencia cardiaca se ha reducido, pero no sus reingresos - DiarioMedico.com

La mortalidad por insuficiencia cardiaca se ha reducido, pero no sus reingresos - DiarioMedico.com



XII REUNIÓN ANUAL DE LA SECCIÓN DE INSUFICIENCIA CARDIACA Y TRASPLANTE

La mortalidad por insuficiencia cardiaca se ha reducido, pero no sus reingresos

Uno de los mayores retos en esta prevalente patología es organizar el proceso asistencial. Su elevada comorbilidad requiere un tratamiento por equipos multidisciplinares.
Valeria Galiano. Sevilla | dmredaccion@diariomedico.com   |  28/05/2015 00:00

La insuficiencia cardiaca (IC) es la primera causa de hospitalización por encima de 65 años y la patología que por sí misma genera más gasto sanitario. "Los dos objetivos prioritarios en IC son mejorar la calidad de vida e intentar evitar el impacto económico que tiene en nuestro Sistema Nacional de Salud", ha explicado José Ramón González-Juanatey, presidente de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), en la XII Reunión Anual de la Sección de Insuficiencia Cardiaca y Trasplante celebrada por la SEC y el Congreso Heart Failure 2015 de la Asociación Europea de Insuficiencia Cardiaca de la Sociedad Europea de Cardiología, que ha tenido lugar en Sevilla.
Por eso, la insuficiencia cardiaca es un reto, ya que demanda una gran cantidad de recursos debido a las hospitalizaciones repetidas. Se ha reducido la mortalidad, pero no la rehospitalización.
  • Muchos pacientes con insuficiencia cardiaca en España no son atendidos por cuidadores profesionales, lo que constituye una urgencia sociosanitaria
Atención organizada 
"El mayor reto es organizarnos. Trascender de las unidades de insuficiencia cardiaca a la estructuración del proceso asistencial, organizarlo y trabajar de forma coordinada con enfermería. Este proceso debería liderarlo cardiología", ha indicado el presidente de la SEC.
En este sentido, Javier Díez, catedrático de Medicina y director científico del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) de la Universidad de Navarra y jefe de Investigación del Departamento de Cardiología y Cirugía Cardíaca de la Clínica Universidad de Navarra, ha apuntado que la vida de un paciente con insuficiencia cardiaca transcurre en su domicilio, en el hospital y el centro de salud, ya que los repetidos episodios de descompensación obligan a ingresos hospitalarios. Por eso, "es necesario implantar sistemas que sigan al paciente en esos tres escenarios, donde el papel de la enfermería especializada es clave. Aquí se pueden incorporar los avances de la telemedicina".
Para el especialista, el objetivo más importante de la asistencia de la insuficiencia cardiaca es evitar que se produzcan desconexiones entre los distintos niveles sanitarios por los que transita el paciente. Aunque aún no se dispone de datos estadísticamente fiables, "muchos pacientes con insuficiencia cardiaca de nuestro país no son atendidos por cuidadores profesionales, lo que constituye una urgencia sociosanitaria, porque una correcta atención domiciliaria reduce las tasas de hospitalización, mejora la calidad de vida del paciente, alarga la supervivencia y reduce el gasto sanitario por paciente".
  • Uno de cada cinco pacientes con insuficiencia cardiaca reingresa en un periodo de 30 días. El control de la fase crónica es uno de los grandes retos
Avance farmacológico
Héctor Bueno, presidente de la Asociación Europea de Cuidados Cardiacos Agudos y cardiólogo del Hospital Gregorio Marañón, de Madrid, se ha referido al avance farmacológico que supone el LCZ696, un fármaco que incluye un inhibidor de neprilisina y del receptor de angiotensina, que ha demostrado que reduce un 20 por ciento la mortalidad en pacientes con insuficiencia cardiaca, según se desprende del estudio Paradigm-HF que se publicó en The New England Journal of Medicine el pasado mes de agosto.
El especialista ha recordado que uno de cada cinco pacientes con insuficiencia cardiaca reingresa en un periodo de 30 días y que el control de la fase crónica es uno de los grandes retos a los que se enfrentan, ya que se trata de pacientes con una alta comorbilidad que tienen que ser manejados por grupos multidisciplinares. De todas formas, ha señalado que se han producido avances importantes que permiten reducir la mortalidad y los síntomas de la insuficiencia cardiaca, lo que mejora más la supervivencia y los resultados de los tratamientos estándar. No se ha olvidado de los dispositivos de asistencia, que permiten alargar la supervivencia de estos pacientes.
Prevenir para evitar 
Los tres especialistas, que han participado en un encuentro informativo organizado por Novartis, han hecho hincapié en la necesidad de prestar mayor atención a la prevención, donde conocer los factores de riesgo es clave para evitar complicaciones mayores.
De esta forma, las pautas preventivas se asientan en dos pilares: el control del infarto agudo de miocardio y de la hipertensión, tal y como ha comentado González-Juanatey. El profesional recuerda que la disnea, la hinchazón en las extremidades debido a la acumulación de líquidos, fatiga, tos y/o sibilancias, náuseas y aumento de peso debido a la acumulación de líquidos son los principales síntomas de la insuficiencia cardiaca, síntomas que debe reconocer la población de riesgo.
El cardiólogo ha apuntado que hay un desconocimiento de estos síntomas y que la población sí que sabe reconocer los signos de un infarto, pero no los de la insuficiencia cardiaca.

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