El mejor tratamiento para la artrosis en etapas iniciales es la pérdida de peso y el ejercicio físico

Barcelona (19/01/2016) - Redacción

Un estudio del Instituto de Investigación en Atención Primaria, IDIAP Jordi Gol, pone de manifiesto que casi el doce por ciento de la población mayor de 40 años padece artrosis, y es tan importante el tratamiento farmacológico como el no farmacológico

La artrosis es la enfermedad reumática más prevalente, afectando a un doce por ciento de la población mayor de 40 años, y genera gran demanda médica. Y representa también el seis por ciento de todas las muertes relacionadas con la artritis. La prevención es fundamental, y es muy importante que antes de que la enfermedad esté en su etapa más desarrollada e invalidante, donde es necesario el tratamiento farmacológico y en etapas finales el quirúrgico, se promueva desde las consultas de Atención Primaria tanto la pérdida de peso, como la realización de ejercicio físico.

La Dra. Alba Muriscot junto con los doctores Aura María Stan, Pablo Hsu y el equipo del ABS Reus 2, investigadores del IDIAP Jordi Gol, constatan que "en la muestra estudiada observamos que un 54.6 por ciento no hacía ningún tipo de actividad física y asimismo el índice de masa corporal (IMC) era elevado". En este sentido, destaca que "las medidas no farmacológicas, como el seguimiento de una dieta y de ejercicio físico, en etapas iniciales y aún no invalidantes es fundamental para intentar frenar la evolución e impedir la aparición de complicaciones y deformidades incapacitantes".

Como propuestas que ya se están haciendo, destaca el programa Paso a Paso (paseos colectivos) que hacen algunos CAPs de toda Cataluña, y que es una buena inclusión para las personas con artrosis, "pero con calzado adecuado, que es básico", destaca la Dra. Muriscot. También hacer actividades dentro del agua como la aiquagym es una buena opción, "en este medio evitas el impacto, disminuyes el factor peso a la hora de moverte y además el calor del agua disminuye el dolor", añade.

Las actuaciones de futuro no farmacológicas pasan, según la Dra. Muriscot "por concienciar a la población de la importancia de las medidas no farmacológicas frente al dolor y promocionar la actividad física como un tratamiento más. En una situación ideal deberíamos poder enviar a la gente a hacer aquagym o natación, al igual que enviamos a rehabilitación cuando tienen crisis de dolor importante; introduciendo un programa de ejercicio físico durante tres meses, de al menos dos veces por semana. Y después que los pacientes pudieran seguir por su cuenta".

Y añade: "habría que acompañar esta introducción de ejercicio con dieta en la mayor parte de los casos, tal vez a través de talleres de iniciación dando pautas de comida y cocinar correctamente".

Es cierto que en etapas más avanzadas, o en los brotes de dolor, el tratamiento farmacológico es necesario. De hecho, otro de los aspectos analizados por el proyecto de investigación ha sido observar la adecuación de los tratamientos.

En este sentido, según la Dra. Muriscot, "hemos observado que hay una buena adecuación farmacológica siguiendo las guías clínicas, por lo que ante dolores agudos se ha prescrito en un 86.7 por ciento antiinflamatorios, y en el 84.8 por ciento, paracetamol. En los pacientes con dolor crónico su tratamiento habitual es con 71.8 por ciento el paracetamol tal como marcan las guías clínicas; pero también se ha observado que en un 36 por ciento de la muestra no se prescribía o no necesitaba ningún tipo de tratamiento. Está claro que el tratamiento de la artrosis no es únicamente el farmacológico, sino que el no farmacológico es igual de importante sobre todo en fases iniciales. Pero esto implica un esfuerzo por parte del paciente y no siempre están dispuestos a realizar", explica.

El estudio

Se hizo sobre una muestra cercana a las 300 personas, mayores de 40 años y diagnosticados de artrosis. La edad media fue de 71 años, un 11.7 por ciento presentó artrosis. El 60 por ciento vivía en pareja y un 79 por ciento estaba jubilado.

La localización más frecuente de la artrosis fue en las rodillas (68.1 por ciento) y lumbares (39.5 por ciento). Un 64.6 por ciento de los pacientes de la muestra fue derivado al traumatólogo y de éstos un 17.1 por ciento requirió de prótesis de rodilla. Un 31.9 por ciento necesitaba de aparatos externos para ayudarse a caminar, y de éstos un 50 por ciento lo hacía con bastón.