La operación del ‘hombre árbol’ logra mejor resultado del esperado
ZIGOR ALDAMA Dacca
Los médicos se fijaron como meta liberar dos dedos de la mano derecha, pero logran limpiar en torno al 80%
Dacca
La madre de Abul Bajandar ha vivido toda la mañana de hoy agarrada a la barrera metálica que separaba a los curiosos y a la prensa del quirófano en el que su hijo, conocido en Bangladesh como el hombre árbol, se ha sometido a la primera operación quirúrgica para retirar las impresionantes verrugas que han crecido en sus extremidades por culpa de la epidermodisplasia verruciforme que sufre desde los 15 años. Y no ha podido contener el llanto cuando uno de los médicos que ha realizado la operación ha anunciado el éxito de la misma.
Es más, los doctores han ido mucho más allá de lo esperado. “Teníamos intención de liberar únicamente los dedos pulgar e índice de la mano derecha, que eran los menos afectados por la enfermedad y que le darían un 60% de movilidad, pero hemos decidido continuar porque se daban buenas condiciones para ello. Al final hemos liberado un 80% de la mano, incluidos los cinco dedos”, ha comentado a EL PAÍS uno de los cirujanos, apellidado Byapari. “Abul está de muy buen humor tras la operación, y ahora tenemos que esperar tres semanas para ver cómo evoluciona y decidir si continuamos trabajando de la misma forma con el resto de extremidades”, ha añadido el director del comité médico seleccionado para tratar el caso, Samanta Lal Sen.
La buena noticia contrasta con la situación de otros internos del hospital, que se quejan del trato de favor a Abdul
Las dos horas de operación han transcurrido de forma tan distendida que muchos de los miembros del personal médico han posado en numerosos selfies. Por su parte, Bajandar ha recibido anestesia local y ha estado consciente durante el proceso quirúrgico. “No tengo más que palabras de agradecimiento hacia el gobierno de Bangladesh, que ha decidido ofrecerle a mi hijo este tratamiento tan complejo de forma gratuita. Solo espero que pueda volver a ser una persona normal dentro de pocos meses. Que recupere la movilidad y pueda encontrar un trabajo”, ha afirmado su madre entre sollozos de alegría.
No obstante, también se han oído críticas entre los curiosos que se han acercado. Entre ellos había numerosos pacientes que denunciaban el trato de favor que está recibiendo Bajandar, “solo porque la prensa se está ocupando de él y sirve de propaganda política”. Uno de ellos incluso ha conminado a los periodistas a visitar el resto del Hospital Universitario de Dacca, la capital del país. Efectivamente, las condiciones en las que se hacina la mayoría de pacientes son terribles. Bajandar, sin embargo, cuenta con una habitación exclusiva para él y para su familia.
Es el resultado feliz del impacto mediático que ha recibido el caso, el cuarto que se conoce en el mundo y uno de los tres que están vivos. De hecho, todo comenzó cuando la agencia de noticias AFP se hizo eco de su historia, cuya repercusión se sintió en todo el mundo. Poco después, el Gobierno decidió hacer una excepción, ya que la familia de Bajandar no puede pagar el tratamiento, y costear las diversas operaciones requeridas para eliminar las verrugas, cuyo peso supera los cinco kilos. Hoy, incluso la primera ministra del país, Sheikh Hasina, ha sido informada del resultado de la operación, y todos los canales locales han ofrecido la noticia, incluso con conexiones en directo. Sin duda, las buenas noticias no abundan en Bangladesh.
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