A menudo, el síndrome del cromosoma X frágil (FXS, por sus siglas en inglés) se presenta con otras afecciones. Algunas de estas afecciones son ansiedad, trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), trastornos del espectro autista, depresión, dificultad para relacionarse con personas de la misma edad, discapacidades intelectuales y problemas de aprendizaje.
Ansiedad
Hay muchos tipos de trastornos por ansiedad, con muchas causas y síntomas diferentes. Estos incluyen trastorno de ansiedad generalizado, trastorno obsesivo compulsivo (TOC), trastorno de pánico, trastorno de estrés postraumático, ansiedad por separación y diferentes tipo de fobias. La ansiedad por separación se da con más frecuencia entre los niños pequeños. Estos niños sienten mucho temor cuando están lejos de sus padres.
Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)
Los niños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) tienen dificultades para poner atención y controlar sus impulsos. Es posible que actúen sin pensar en las consecuencias de sus actos y, en algunos casos, puede que sean demasiado activos. Es normal que a los niños les cueste trabajo concentrarse y comportarse adecuadamente. Sin embargo, en los niños con TDAH, estos comportamientos continúan más allá de los primeros años de la infancia (0-5 años). Los síntomas del TDAH pueden continuar manifestándose y ocasionar problemas en la escuela, la casa o con los amigos.
Trastornos del espectro autista (TEA)
Los trastornos del espectro autista (TEA) son un grupo de discapacidades del desarrollo* que pueden causar problemas significativos de socialización, comunicación y conducta. Las personas con TEA procesan la información en su cerebro de manera distinta a los demás.
Los TEA son “trastornos de un espectro”. Esto significa que afectan de manera distinta a cada persona y que pueden ser desde muy leves a graves. Las personas con TEA presentan algunos síntomas similares, como problemas de interacción social. Pero hay diferencias con respecto al momento en que aparecen los síntomas, su gravedad y naturaleza exacta.
Depresión
Todas las personas sienten en algunas ocasiones preocupación, ansiedad, tristeza o estrés. Sin embargo, si estos sentimientos no desaparecen e interfieren con las actividades diarias (por ejemplo, hacen que un niño falte a la escuela o a otras actividades, o hacen que un adulto falte al trabajo o no asista a actividades sociales), la persona puede padecer depresión. Una persona puede tener depresión si al menos durante varias semanas se siente abatida o ha perdido el interés o la capacidad de disfrutar las cosas. Los niños y los adolescentes con depresión pueden estar irritables en vez de tristes. La depresión se puede tratar con ayuda psicológica y medicamentos.
Dificultad para relacionarse con personas de la misma edad
El FXS puede tener muchos efectos en el desarrollo de un niño. Puede hacer que las relaciones de amistad durante la infancia o las relaciones con los niños de su misma edad sean difíciles. Estas relaciones contribuyen a la felicidad inmediata del niño y pueden ser muy importantes en su desarrollo a largo plazo.
Los niños con FXS pueden tener dificultades en las relaciones con otros de su misma edad; por ejemplo, pueden ser rechazados por los niños de su misma edad o no tener amigos cercanos. En algunos casos, los niños que tienen problemas con pequeños de su misma edad pueden tener mayor riesgo de presentar ansiedad, trastornos de la conducta y del humor, drogadicción y delincuencia durante la adolescencia.
Discapacidad intelectual
Las personas con discapacidad intelectual tienen resultados muy por debajo del promedio en las pruebas de habilidad mental o inteligencia y limitaciones en su desempeño en áreas de la vida cotidiana, como la comunicación, el cuidado personal, el llevarse bien con otros en situaciones sociales y actividades escolares.
Los niños con discapacidad intelectual pueden y de hecho aprenden nuevas destrezas, pero se desarrollan más lento que los niños con inteligencia y capacidad de adaptación promedio. Hay diferentes grados de discapacidad intelectual que van desde moderado hasta grave. El nivel de discapacidad intelectual de una persona se puede definir por el coeficiente intelectual (CI) o por los tipos y la cantidad de ayuda que necesita.
Problemas de aprendizaje
Hay muchos tipos de problemas de aprendizaje (también llamados trastornos de aprendizaje). Estos pueden variar de leves a graves y afectan a cada persona de manera distinta. Los problemas de aprendizaje pueden afectar la capacidad de una persona para leer, escribir, escuchar, hablar, razonar, hacer cálculos matemáticos y poner atención.
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