ESTUDIO EN 'NATURE COMMUNICATIONS'
Identifican un factor esencial para el desarrollo de melanoma
Un equipo del CNIO ha comprobado que la proteína CPEB4 contribuye a definir qué diferencia a estos tumores de otros tipos de cáncer.
Redacción. Madrid | 21/11/2016 13:48
Marisol Soengas, directora del Grupo de Melanoma del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO). (DM)
El último estudio publicado por el Grupo de Melanoma del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) describe las funciones de CPEB4, una proteína crucial para la supervivencia de las células del melanoma.
Los melanomas son tumores especialmente agresivos, con la mayor tasa de mutación descrita hasta la fecha y bastante desconocidos en lo que a características específicas de sus células se refiere. El grupo dirigido por Marisol Soengas, que lidera el trabajo que se acaba de publicar en Nature Communications, lleva años indagando en las señas de identidad del melanoma.
"En estudios anteriores hemos demostrado que los melanomas son muy distintos a otros tipos tumorales en mecanismos de autofagia o de internalización y secreción de moléculas, por ejemplo", explica Soengas. Ahora han comprobado que la proteína CPEB4, de creciente interés en la investigación oncológica, cumple una función esencial y exclusiva en las células del melanoma.
A grandes rasgos, las CPEB están implicadas en la regulación de la expresión génica y se han vinculado con procesos tan importantes como el control de la mitosis, la diferenciación o la polaridad y movilidad de las células. En otros tumores, su expresión es muy variable y se han descrito funciones pro y anticancerosas. En el melanoma apenas se han estudiado.
Proliferación celular
CPEB4, miembro de esta familia, era "especialmente atractiva" para los autores "por su sobreexpresión en tumores muy agresivos como gliomas y carcinomas pancreáticos". Tal y como comprobaron, los niveles de esta proteína eran muy altos en el melanoma desde los estadios más tempranos de la enfermedad, lo que hizo sospechar a los investigadores que podría estar relacionada con la proliferación celular. Lo que no sabían era hasta qué punto.
CPEB4, miembro de esta familia, era "especialmente atractiva" para los autores "por su sobreexpresión en tumores muy agresivos como gliomas y carcinomas pancreáticos". Tal y como comprobaron, los niveles de esta proteína eran muy altos en el melanoma desde los estadios más tempranos de la enfermedad, lo que hizo sospechar a los investigadores que podría estar relacionada con la proliferación celular. Lo que no sabían era hasta qué punto.
El grupo de Soengas comparó el efecto de CEPB4 en distintos tumores y observó que las células del melanoma eran las "más dependientes de esta proteína", subraya Soengas, ya que su inhibición dificultaba enormemente la proliferación de estas células. Esta "adicción" del melanoma representa un punto vulnerable que podría ser explotado en un futuro como diana terapéutica.
Los investigadores también describen las funciones de CPEB4, que controla dos proteínas características del melanoma, MITF y RAB27A, responsables de las funciones que distinguen a las células de este tumor. "De esta forma, esta proteína mantiene la memoria melanocítica; mantiene las características del melanoma", concluye Soengas.
Este trabajo se ha realizado en colaboración con las unidades de Bioinformática, Anticuerpos Monoclonales y Microscopía Confocal del CNIO, los servicios de Dermatología y Patología del Hospital 12 de Octubre y del Hospital Gregorio Marañón, así como laboratorios de la Universidad Pompeu Fabra, el Instituto for Reserca en Biomedicina (IRB) y la Universidad de Oxford (Reino Unido).
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