La obesidad podría conducir al repunte de ciertos trastornos alimentarios - DiarioMedico.com

Jopep del Toro y Gonzalo Morandé

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ESPAÑA
CASI TODAS LAS BULÍMICAS HAN TENIDO SOBREPESO
La obesidad podría conducir al repunte de ciertos trastornos alimentarios
El sobrepeso en la adolescencia se traduce en una insatisfacción corporal y ésta es un factor de riesgo de los trastornos alimentarios, además de la obesidad, de la depresión y ciertos trastornos de la conducta. Sin embargo, y a pesar de las altas cifras de prevalencia de obesidad en la población infantil, no recibe toda la atención que por su gravedad debería.

Sonia Moreno - Jueves, 3 de Diciembre de 2009 - Actualizado a las 00:00h.

llave conceptual:
1. Si se consiguiera que todos los niños comieran correctamente, se podría acabar con un 80 por ciento de los trastornos alimentarios

Es difícil encontrar una enfermedad psiquiátrica más mediática que la anorexia. Su presencia en los medios de comunicación durante años ha fomentado la aparición de una alarma social que, en este caso concreto, ha servido para cambiar el curso de la enfermedad, según reconoce Gonzalo Morandé, jefe de la Sección de Psiquiatría del Hospital Infantil Niño Jesús, de Madrid, y director de las XIII Jornadas de Avances en Trastornos Alimentarios, celebradas en Madrid.

"Los trastornos de la alimentación han sido y son un problema de salud pública, pero también un fenómeno mediático y una alarma social, lo que ha resultado útil, de forma que cuando un adolescente bajaba significativamente de peso se aceleraba su entrada en tratamiento", afirma el psiquiatra, aunque lamenta que no esté ocurriendo lo mismo con la obesidad, la otra cara de la moneda de los trastornos de la alimentación: "Es un problema acuciante en nuestra sociedad. Las cifras que se ven en la población infantil son vergonzantes y, sin embargo, no hay alarma social, porque las consecuencias no son tan espectaculares e inmediatas como ocurre en la anorexia".

Sin embargo, prácticamente todas las pacientes bulímicas han tenido sobrepeso u obesidad, y ocurre algo similar en los varones que tienen un trastorno de la alimentación. "Un 90 por ciento de los adolescentes con sobrepeso experimentan insatisfacción corporal. Y eso es un factor de riesgo de trastornos alimentarios, obesidad, depresión y trastornos de la conducta. Si crece el volumen de la población con sobrepeso, como está ocurriendo, es de esperar que aumenten todas estas patologías".

La obesidad se asocia sobre todo a trastornos de naturaleza del control de impulso, como la bulimia y el trastorno por atracón. "Hay que ponerle coto empezando por la primera infancia, mediante campañas preventivas y de educación. También ayudarían los controles pediátricos anuales durante toda la edad puberal".

Josep del Toro, ex jefe de Servicio de Psiquiatría, del Hospital Clínico de Barcelona, considera que, si se consiguera que los niños comieran correctamente, desaparecerían el 80 por ciento de los trastornos alimentarios actuales.

Del Toro enumera los factores implicados en la etiología de la enfermedad, "unos 40, según lo que se desprende de la literatura médica, y que incluyen elementos genéticos y ambientales". Entre los ambientales, la influencia de la moda y de la estética es el más citado y estudiado, pero el especialista asegura que hay más, también propios de la cultura y otros de naturaleza diferente, como las experiencias intrauterinas y perinatales. De hecho, el crecimiento intrauterino retardado y el bajo peso al nacer son un factor de riesgo claro para la bulimina nerviosa. En líneas generales, asegura Del Toro, los problemas perinatales duplican la probabilidad de desarrollar un trastorno alimentario. "Todas estas influencias ambientales interactúan con las genéticas (personalidad, temperamento, susceptibilidad al estrés y a la malnutrición, entre otras) y conforman el puzzle que explicaría la enfermedad".

Del Toro y Morandé son especialistas de referencia en los trastornos de la alimentación en España, y ambos reconocen el mérito del cardiólogo Ginés Salido Eissman en la difusión y mejora del abordaje de estas enfermedades. Ginés Salido, cuya memoria se ha homenajeado en las jornadas, fue el primer presidente de Adaner (Asociación de Defensa de la Atención a la Anorexia Nerviosa y la Bulimia), un movimiento asociativo que, en palabras de Morandé, ha sido el germen de todas las unidades de trastornos de la alimentación españolas. La última por la que luchó y que pronto podría ver la luz es la del Hospital Príncipe de Asturias, en Alcalá de Henares (Madrid).