lunes, 22 de abril de 2013

La neuromodulación sacra controla incontinencia anal - DiarioMedico.com

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según datos DEL Hospital Clínico de Madrid

La neuromodulación sacra controla incontinencia anal

La modulación de la raíces sacras es el punto de partida de una técnica para tratar la incontinencia anal a través de un dispositivo implantable.
Raquel Serrano. Madrid | raquelserrano@unidadeditorial.es   |  22/04/2013 00:00

Mario Ortega
El cirujano Mario Ortega, de la Unidad de Coloproctología del Hospital Clínico de Madrid. (Lenda)

La neuromodulación de las raíces sacras, mediante un dispositivo implantable o generador provisto de electrodos que transmite impulsos eléctricos y que controla el propio paciente, consigue regular el proceso defecatorio en incontinencia anal que no ha respondido a otras terapias de carácter médico e higiénico-dietéticas, según los datos del equipo de la Unidad de Coloproctología del Servicio de Cirugía General del Hospital Clínico de Madrid, que en sus tres años de pionera experiencia ha tratado a 25 incontinentes fecales con resultados muy positivos.

En esta patología se dan cita múltiples y variados factores implicados, por lo que, a diferencia de otras patologías, el fin no es siempre la curación sino mejorar significativamente la calidad de vida", indica a DM Mario Ortega, de la Unidad de Coloproctología del citado hospital, quien ratifica que la mejoría global, referida a reducción de la urgencia defecatoria, después del procedimiento se sitúa "en un 80 por ciento y se ha mantenido a largo plazo". La mejoría también alude a la reducción del número de deposiciones a la mitad, así como a los episodios de incontinencia, según el test de Wexner aplicado.


Proceso en dos partes
La incontinencia fecal es una enfermedad no declarada debido a la estigmatización que la acompaña. Sin embargo, las cifras de afectados, que aumentan con la edad y que son mayores en mujeres, sitúan las tasas de prevalencia en torno a un 5 por ciento (entre un 2 y un 7) en la población general, en un 8 por ciento en mujeres mayores de 18 años (sobre todo mujeres multíparas, con partos traumáticos, fetos grandes, obesas o de baja talla), entre un 10-17 por ciento en mayores de 65 años hasta llegar casi al 60 por ciento en ancianos hospitalizados y en residencias, lo que pone de manifiesto que no se trata de un problema nimio.

La neuromodulación de raíces sacras se encuadra en un complejo proceso que manipula el proceso defecatorio y que requiere un protocolo de estudio individualizado del caso. Los primeros pasos se dirigen al estudio neurofisiológico de suelo pélvico, ecografía anorrectal, en reposo y dinámica, prueba denominada ecodefecografía y que sólo realizan en España el equipo del Clínico y otro del Virgen del Rocío, de Sevilla, así como una manometría anal y una valoración funcional rectal, pruebas que confirman dónde se localiza el problema y la integridad de las estructuras. Cuando se llega al diagnóstico de incontinencia anal, hay que concretar si existe lesión de esfínteres, y el paciente será remitido a esfinteroplastia para su reparación. Si no existe lesión, se pasa a neuromodulación de raíces sacras, proceso que se efectúa en dos tiempos.


Pruebas de evaluación
En una primera fase, se realiza un test de prueba en quirófano en el que se procede a la colocación de un cable en el forámen sacro (normalmente S3 y S4 y en el lado derecho o izquierdo, en función de qué nervio ofrece mayor respuesta a menor intensidad) que se conecta a una pila externa, "con el fin de que el paciente compruebe, durante tres semanas en su casa, que el dispositivo funciona, antes de implantar el generador definitivo". Así, posteriormente se lleva a cabo una evaluación para comprobar si los episodios de incontinencia anal y urgencia defecatoria se han reducido en más de un 50 por ciento, resultado que se considera positivo".

El último paso consiste en la implantación definitiva del generador, del tamaño de un marcapasos, bajo la piel del glúteo, proceso mínimamente invasivo porque se raliza mediante anestesia local. "El paciente se va a casa con un mando a distancia -que puede encender y apagar-, que se revisa periódicamente para evaluar la calidad de vida y por si es necesario reprogramar frecuencias e intensidades". Normalmente, el dispositivo tiene una duración media de entre 7 y 9 años, periodo en el que se reopera y sustituye por otro, ya que "una de las ventajas radica en que el proceso es siempre reversible". El método, que ha empezando a ensayarse en estreñimiento, tiene una variante: la modulación del nervio tibial posterior que se realiza media hora a la semana en consulta. Aunque ofrece una mejoría menor, del 30 por ciento, está más indicado para incontinencias leves en ancianos, fundamentalmente.

Se aplica en pacientes que no han respondido a otras terapias médicas o quirúrgicas

  • ¿Qué es?
    La técnica consiste en la implantación de un generador con electrodo que transmite impulsos eléctricos que consiguen regular el proceso defecatorio
  • Los candidatos
    Pacientes que no tienen lesión de esfínter anal. La mayoría suelen ser mujeres multíparas, con partos traumáticos o con fetos grandes.
  • ¿Qué requiere?
    Un estudio pormenorizado neurofisiológico del suelo pélvico, ecografía anorrectal en reposo y dinámica, manometría anal y valoración funcional rectal.
  • Técnica exitosa
    No se puede hablar de curación, pero la mejoría es muy notable: la urgencia defecatoria se reduce en torno a un 80 por ciento.
  • Variaciones
    La estimulación del nervio tibial posterior es útil para incontinencia leve, sobre todo en el caso de ancianos.

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