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29 MAY 09 | Publicado en "The Lancet"
Intoxicado por los chicles estimulantes
Tuvo que acudir al hospital tras mascar dos paquetes de chicles con cafeína.

El Mundo, España
ISABEL F. LANTIGUA

Salió del colegio irritado. Llegó a su casa de mal humor y agresivo, cosa rara en él. El corazón le latía muy rápido, tenía dolores abdominales y un extraño pinchazo en las piernas que no había sentido nunca antes. Con tan sólo 13 años, este adolescente italiano estaba experimentando, sin saberlo, los síntomas de una intoxicación por exceso de cafeína. Lo más curioso del asunto es que lo único que había tomado eran chicles estimulantes.

El doctor Francesco Natale, de la Universidad de Nápoles y del Hospital Monaldi, cuenta en el último número de la revista ''The Lancet'' este caso, que él mismo atendió en el hospital en noviembre de 2008. El objetivo de hacerlo público es poner de manifiesto que el abuso de estos chicles con cafeína puede ser peligroso para los niños que no están acostumbrados a tomar bebidas con esta sustancia.

Tras observar el estado del chaval y después de que éste negara una y otra vez que estuviera estresado o que hubiera tomado drogas, la madre decidió llevarle a Urgencias. Allí comprobaron que tenía taquicardia (el corazón iba a 147 latidos por minuto, cuando lo normal es entre 55 y 60), respiración agitada y elevada presión sanguínea. Los análisis de tóxicos dieron negativo para heroína, cocaína y anfetaminas. Permaneció la noche ingresado en observación y sin tratamiento y, a la mañana siguiente, se encontraba mucho mejor y fue dado de alta.

De vuelta a casa, la madre descubrió en la mochila escolar dos paquetes vacíos de chicles estimulantes o energéticos. El adolescente reconoció que los había tomado en el colegio en un periodo de cuatro horas. Cada paquete contiene 160 miligramos de cafeína.

Tres tazas de café ó 10 de té

Según los médicos, los 320 mg masticados por el paciente de 13 años y con 45 kg de peso, equivalían a beber tres tazas de café o 10 tazas de té en un adulto de 70 kg en un intervalo de cuatro horas.

Natale explica que "la cafeína es una sustancia que se absorbe completa y rápidamente por medio de los chicles, provocando diversos efectos como la estimulación de los tejidos del endocrino y el exocrino, cambios en el sistema nervioso central, aceleración del ritmo cardiaco y dolor al orinar". El niño italiano, al no estar acostumbrado a esta sustancia, "era especialmente sensible a los efectos de la misma".

Aunque durante la exploración médica no se midió directamente el nivel de cafeína en los glóbulos blancos, el personal médico que le atendió está convencido de que el adolescente "tenía todos los síntomas de sufrir una intoxicación por cafeína". Además, indican que "es muy poco probable que otros ingredientes del chicle, como el guaraná o los edulcorantes y colorantes, tuvieran algo que ver en este caso, porque sus concentraciones eran muy bajas".

A tenor de lo vivido por este chico, los galenos advierten que "el uso de chicles estimulantes debería tenerse en cuenta ante posibles casos de intoxicación por cafeína". Y concluyen que este riesgo es alto en adolescentes y niños que no toman nunca esta sustancia a través de otros productos.

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