Equipo del centro de Biología Molecular Severo Ochoa
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ESPAÑA
La sobreactivación del TC21 es clave para transformar células cancerosas
Además de mantener la supervivencia de los linfocitos, cuando está sobreexpresado el TC21 facilita la transformación de células normales en cancerosas, según un estudio coordinado por Balbino Alarcón y cuya primera autora es Pilar Desgado, del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa del CSIC, que se publica hoy en Nature Immunology.Redacción - Lunes, 29 de Junio de 2009 - Actualizado a las 00:00h.
llaves conceptuales:
1. Cuando los linfocitos se encuentran con los microorganismos portadores de antígenos, TCR y BCR transmiten señales de activación
2. Basándose en modelos animales, comprobaron que, si la activación de TC21 es deficiente, se produce una drástica disminución del número de linfocitos
Un equipo coordinado por Balbino Alarcón, del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y la Universidad Autónoma de Madrid), en colaboración con el Centro Nacional de Biotecnología de Madrid y el Instituto de Biología Molecular y Celular del Cáncer, sugiere que el oncogén TC21 es a la vez responsable de la supervivencia de linfocitos normales pero también, si el gen se encuentra sobreactivado, podría ser clave en la transformación de células normales en cancerosas. Los resultados del trabajo se publican hoy en la edición electrónica de Nature Immunology.
Los linfocitos están encargados de reconocer los microorganismos patógenos, ya sean bacterias, parásitos o virus. Lo logran gracias a una sustancia que incorporan estos microorganismos invasores, los antígenos, que reconocen a través de unos receptores alojados en su membrana, sobre todo receptores TCR, en el caso de los linfocitos clase T, y BCR para los linfocitos B.
Cuando los linfocitos se encuentran con los microorganismos portadores de antígenos, TCR y BCR transmiten señales de activación que provocan que los linfocitos proliferen, se activen y, a su vez, hagan que empiece a funcionar el sistema inmunitario, que procederá a la destrucción de los microorganismos. Pero, además de estas señales, TCR y BCR transmiten otras de baja intensidad aunque se encuentren en ausencia de antígenos. Se trata de señales de supervivencia necesarias para mantener a los linfocitos vivos. El equipo del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa ha analizado estas señales en relación con el oncogén TC21, que, debido a su funcionamiento anormal, promueve la transformación de las células normales en cancerosas.
El grupo de Pilar Delgado y Balbino Alarcón ha descubierto que TC21 puede controlar la transmisión de señales de supervivencia de TCR y BCR. Basándose en modelos animales, comprobaron que, si la activación de TC21 es deficiente, se produce una drástica disminución del número de linfocitos. "Estos datos, unidos a la constatación de que TC21 está sobreactivado en distintos linfomas, sugieren que el oncogén podría ser responsable de la supervivencia de linfocitos T y B en situaciones no fisiológicas y que, en caso de mal funcionamiento, podría constituir uno de los pasos clave en el proceso de su transformación en células cancerosas, lo que le convertiría en una diana antitumoral".
(Nature Immunology; DOI:10.1038/ni.1749).
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