miércoles, 10 de diciembre de 2014

La detección precoz en las fases tempranas de la enfermedad es uno de los mayores retos de la Esquizofrenia :: El Médico Interactivo :: La detección precoz en las fases tempranas de la enfermedad es uno de los mayores retos de la Esquizofrenia

:: El Médico Interactivo :: La detección precoz en las fases tempranas de la enfermedad es uno de los mayores retos de la Esquizofrenia



La detección precoz en las fases tempranas de la enfermedad es uno de los mayores retos de la Esquizofrenia



Madrid (10/12/2014) - Nuria Safont

Un tratamiento adecuado y una prevención de las recaídas mejora la evolución de esta patología y permite a los pacientes hacer una vida considerablemente normal

La esquizofrenia es una enfermedad mental grave que sufren en España alrededor de 400.000 personas. En el mundo afecta al 1 por ciento de la población. Se caracteriza por alterar el pensamiento, la percepción, las emociones y el comportamiento de los pacientes. Se desconoce la causa final que la provoca pero se piensa que en su aparición intervienen factores genéticos, ambientales y la interacción de ambos.
El diagnóstico precoz, la prevención de las recaídas, combatir la falta de adherencia al tratamiento, contar con fármacos que faciliten el cumplimiento y, por tanto, la eficacia y desestigmatizar la enfermedad son los principales retos que apuntaron expertos reunidos en un encuentro organizado en Madrid por los laboratorios Otsuka y Lundbeck, cuya alianza global aúna esfuerzos para desarrollar fármacos innovadores de última generación en diversas enfermedades del Sistema Nervioso Central como la Esquizofrenia.
Conocer los síntomas
El diagnóstico precoz es vital para mejorar la evolución de la enfermedad. Por eso es esencial que la sociedad tenga un mayor conocimiento de ella, por ejemplo, sabiendo que "existen unas señales de alerta que no tienen nada que ver, por ejemplo, con los síntomas a los que estamos acostumbrados a asociar con una persona que padece esquizofrenia", advirtió Ana Cabrera, directora de la Asociación Madrileña de Amigos y Familiares de Personas con Esquizofrenia (AMAFE).
Los síntomas más conocidos se denominan positivos y son las alucinaciones, delirios, pensamiento o conducta  desorganizado que suelen darse en los episodios psicóticos. Sin embargo, esas señales de alerta a las que se refiere la directora de AMAFE se denominan síntomas negativos, suelen darse en las primeras fases de la enfermedad y reflejan una pérdida de las funciones normales: falta de motivación y energía, retraimiento social, menor expresión de las emociones, restricción del habla, menos iniciativa, indiferencia hacia cuestiones importantes...
"El poder identificar la enfermedad en las primeras etapas sería sin duda alguna muy importante", señaló la psiquiatra Paz García-Portilla, profesora titular el área de Psiquiatría de la Universidad de Oviedo e investigadora de CIBERSAM (Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental). Sin embargo, "los primeros signos y síntomas aparecen en la infancia y adolescencia, pero son muy sutiles y difusos y es muy difícil detectarlos", añadió.
Prevención de recaídas
En lo que sí se puede trabajar es en la prevención de las recaídas y la adhesión al tratamiento. Y es que "diez días de abandono de este puede duplicar el riesgo de ingreso", advirtió el doctor Fernando Cañas, jefe de Psiquiatría del Hospital Dr. R. Lafora, en Madrid. Con cada nuevo episodio se produce una pérdida progresiva de funciones y capacidades de la persona, responde peor a los tratamientos y disminuye su eficacia en el control de los síntomas.
En contrapartida, "un tratamiento precoz, una buena adhesión voluntaria y la disponibilidad de fármacos que mejoren esta adherencia pueden ayudar al paciente a hacer una vida normal -teniendo en cuenta que padece una enfermedad-, razonablemente productiva y gratificante. Hoy de hecho muchos pacientes pueden terminar su carrera", observó el especialista. Y es que la edad media de aparición es entre los 21 años en varones y los 27 en mujeres. Tras el primer episodio el 20 por ciento sufrirá la primera recaída al año y el 80 por ciento en los primeros cinco años.
Abordaje de la enfermedad
En la actualidad el abordaje de la esquizofrenia es farmacológico, psicoterapéutico, psicoeducativo y rehabilitador. En cuanto a los fármacos se centran en tratar los episodios agudos, prevenir las recaídas y reducir la gravedad de la enfermedad.
Existen dos grandes grupos: los antipsicóticos típicos o convencionales y los de segunda generación. Los primeros son eficaces en el control de los síntomas positivos como las alucinaciones, delirios y trastornos del pensamiento pero no actúan frente a los negativos además de tener efectos secundarios que alteran la calidad de vida de los pacientes (aumento de peso significativo, vértigo, nerviosismo, somnolencia...). Los de segunda generación equilibran sustancias químicas neurotransmisoras, son eficaces tantos para los síntomas positivos y negativos y tienen un perfil de seguridad mejorado.
La administración de ambos grupos es oral pero existen formas inyectables de liberación prolongada (ILP) recomendadas para aquellos pacientes con problemas de adherencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario