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Institutos Nacionales de la Salud
Muere un bebé en Texas de la enfermedad del legionario después de un 'parto en el agua'
Aunque las autoridades sanitarias no han podido confirmar la fuente de la infección, advierten de los peligros de esta práctica
Traducido del inglés: jueves, 18 de diciembre, 2014MIÉRCOLES, 17 de diciembre de 2014 (HealthDay News) -- Un nuevo informe de un bebé en Texas que falleció de la enfermedad del legionario tras nacer en un jacuzzi pone de relieve los peligros potenciales de "dar a luz en el agua".
No está claro si el bebé se infectó de la enfermedad respiratoria mediante el agua del pozo del jacuzzi donde nació, según el informe. Aun así, las autoridades sanitarias de Texas han advertido desde entonces a las comadronas del estado sobre los riesgos del parto en el agua.
"El riesgo de infección varía en función de la etapa del parto en la que se realice el nacimiento en el agua, pero cualquier proceso o procedimiento que tiene el potencial de introducir un microorganismo en una persona supone un riesgo grave de infección o enfermedad", afirmó la autora del estudio, Elyse Fritschel, epidemióloga del Departamento de Servicios de Salud del Estado de Texas. "Los proveedores de salud deberían hacer todo lo que puedan para asegurarse de que se dan las condiciones que reducen o eliminan el riesgo de infección".
Un experto dijo que los partos en el agua son muy raros en Estados Unidos, donde se estima que 4,000 de los 4 millones de nacimientos anuales tienen lugar de este modo.
"Algunos de los partos en el agua se realizan en la casa familiar, en la propia bañera o en una alquilada", dijo Michelle Collins, directora del Programa de Enfermería y Asistencia en el Parto de la Facultad de Enfermería de la Universidad de Vanderbilt, en Nashville, Tennessee. "Otros se llevan a cabo en centros de nacimiento y en hospitales con bañeras construidas especialmente para el uso repetido de las pacientes donde se realizan unos protocolos de limpieza estrictos".
Los defensores del parto en el agua afirman que resulta en un parto menos doloroso y más relajado. Pero los críticos advierten del riesgo alto de infección.
En una declaración conjunta a principios de este año, el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (American College of Obstetricians and Gynecologists) y la Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics) expresaron su escepticismo con respecto al parto en el agua. "Pasar las etapas iniciales del parto en una piscina de partos podría ofrecer algunas ventajas a las mujeres embarazadas. Pero no se ha demostrado que el parto debajo del agua beneficie a las mujeres o a los bebés, e incluso podría poner en riesgo de problemas graves a la salud al recién nacido".
El bebé de Texas, cuyo sexo no se ha revelado, llegó a un hospital en enero de 2014 con síntomas que incluían diarrea e insuficiencia respiratoria. El bebé, que nació en una bañera tipo jacuzzi llena de agua de pozo que no había sido desinfectada químicamente, falleció 19 días después de la enfermedad del legionario en el hospital.
La enfermedad, a la que se puso el nombre tras una conferencia de la Legión Estadounidense en 1976 en Filadelfia en la que la contrajeron docenas de los participantes, es un tipo de neumonía. Se "transmite al respirar pequeñas gotas de agua que contienen la bacteria", explicó Fritschel, "de modo que el niño podría haber aspirado o respirado cantidades muy pequeñas de agua que contenían la bacteria durante el parto".
Los recién nacidos son especialmente vulnerables a las infecciones con esta enfermedad porque sus sistemas inmunitarios y sus pulmones todavía se están desarrollando, comentó.
"Las infecciones respiratorias son una causa principal de enfermedades, de hospitalizaciones y de mortalidad infantil en todo el mundo", dijo Fritschel.
Los investigadores no pudieron confirmar que el agua provocara que el bebé enfermara porque el jacuzzi usado para el parto del bebé ya había sido limpiado y guardado. Las pruebas de la bacteria que provoca la enfermedad del legionario realizadas en el agua del pozo fueron negativas.
Fritschel no aconsejó que no se realizaran partos en el agua en general, sino que recomendó que se ponga una gran atención en la seguridad.
"Las mujeres deberían trabajar con su proveedor de atención sanitaria para que se asegure de que los procedimientos y los procesos se realicen correctamente para evitar las infecciones evitando las bañeras de parto por las que circula el agua y hay elementos de calentamiento (bañeras tipo jacuzzi), ya que podría ser difícil limpiar estas bañeras y aumentan la temperatura del agua, algo que podría ser propicio para el crecimiento de microorganismos", dijo.
"Se debería evitar que se llenen las bañeras días u horas antes del parto", añadió, "ya que esto aumenta la probabilidad del crecimiento de microorganismos y aumenta el riesgo de infección".
Además, dijo, las mujeres deberían pensar en sumergirse en el agua solamente durante la primera parte del parto, y no durante el nacimiento.
Collins se mostró de acuerdo en la importancia del control de las infecciones en los partos en el agua. Aunque los partos en el agua ofrecen "beneficios significativos", algunos tipos de bacterias peligrosos pueden llegar al agua, dijo.
"Para proteger a las madres y a sus recién nacidos, el hecho de poner una atención particular en las técnicas de limpieza no es algo opcional", señaló. "Es imperativo".
El informe de la muerte del bebé aparece en la edición de enero de 2015 de la revista Emerging Infectious Diseases.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Elyse Fritschel, M.P.H., epidemiologist, Texas Department of State Health Services, Arlington; Michelle Collins, Ph.D., associate professor and director, Nurse-Midwifery Program, Vanderbilt University School of Nursing, Nashville, Tenn.; January 2015, Emerging Infectious Diseases
HealthDay
(c) Derechos de autor 2014, HealthDay
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