domingo, 7 de diciembre de 2014

Seguridad de la sangre | Hemofilia | NCBDDD | CDC

Seguridad de la sangre | Hemofilia | NCBDDD | CDC



CDC. Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Salvamos vidas. Protegemos a la gente.

Seguridad de la sangre

Gota de sangre

La seguridad de los derivados de la sangre o hemoderivados es importante para las personas con trastornos de la sangre como la hemofilia. Ya sea que se requiera debido a una lesión, una afección crónica o al tratamiento de un trastorno hematológico, la sangre y todos sus componentes son literalmente una parte esencial de su vida.

El avance en la selección de donantes y en los análisis de muestras de sangre ha reducido en gran proporción el riesgo de transmitir enfermedades a través de la sangre y sus derivados. Sin embargo, continúan presentándose infecciones con virus conocidos asociadas a transfusiones y los virus nuevos y emergentes constituyen una posible amenaza para la seguridad de los suministros de sangre. Por lo tanto, el monitoreo de la seguridad del suministro de sangre y sus derivados en las personas que lo utilizan es una prioridad importante de salud pública.

Un enfoque de salud pública

La disponibilidad de sangre y hemoderivados que sean seguros es un asunto importante de salud pública. En la actualidad vigilamos la seguridad de la sangre y sus derivados mediante dos sistemas de vigilancia: el Sistema de Recolección Universal de Datos (UDC) y el Proyecto de Recolección de Datos y Muestras Sanguíneas para la Talasemia (Proyecto TDC).
A través del UDC, detectamos infecciones transmitidas por la sangre, como la hepatitis y el VIH (el virus que causa el sida), en personas con trastornos de la sangre como hemofilia, talasemia y anemia drepanocítica o de células falciformes. Mediante esta vigilancia podemos también documentar posibles factores de riesgo de enfermedades infecciosas en las personas que han recibido sangre o sus derivados para tratar episodios hemorrágicos.
El TDC, creado con base en el UDC, concentra su atención en personas con un trastorno hereditario de la sangre llamado talasemia que son atendidas en centros de tratamiento para la talasemia (TTC, por sus siglas en inglés) financiados por los CDC. El monitoreo de la seguridad de la sangre y sus derivados en el TDC ayudan a detectar infecciones conocidas y emergentes que se pueden transmitir a través de las frecuentes transfusiones de sangre que requieren las personas con anemia grave debido a la talasemia. Además de las pruebas de detección de hepatitis y VIH, a los participantes de los TTC también se les hacen pruebas para detectar la infección por el Virus del Nilo Occidental.

Banco de suero sanguíneo de los CDC

Mujer mirando en el microscopioLas muestras de sangre de los HTC y los TTC participantes se envían al banco de suero sanguíneo de los CDC en Lawrenceville, Georgia. Una porción de la muestra de sangre se envía al laboratorio de la División de Trastornos Hematológicos para hacerle pruebas de detección de enfermedades infecciosas. El resto se congela y almacena en el banco de suero sanguíneo para realizar estudios sobre seguridad de la sangre o investigaciones de brotes en el futuro.
Por ejemplo, se utilizaron muestras del banco de suero sanguíneo en el 2004 para evaluar la exposición al parvovirus B19 (un virus que causa una enfermedad infantil común) en niños pequeños con hemofilia que recibieron derivados de factores de la coagulación elaborados a partir de sangre donada. En ese estudio, los niños pequeños con hemofilia que recibieron tratamiento con esos derivados tuvieron más probabilidad de presentar una infección lo que parece indicar que el virus se transmitió a través de los derivados. Desde entonces, se han tomado medidas adicionales en el proceso de fabricación de esos derivados para reducir este tipo de riesgo.

Esfuerzos de colaboración sobre la seguridad de la sangre

Los CDC colaboran con una variedad de grupos de trabajo sobre la seguridad de la sangre a todo lo largo de agencias federales, que incluyen el Grupo de trabajo para la seguridad de la sangre y tejidos del Servicio de Salud Pública; el Grupo de trabajo sobre sangre, órganos y otros tejidos corporales (BOOT); y grupos de trabajo sobre microbios patógenos específicos, como el Grupo de trabajo sobre enfermedades transmitidas por las garrapatas. Este tipo de colaboración fomenta la investigación continua y facilita una respuesta coordinada, en caso de ser necesario, ante brotes que puedan afectar la seguridad de la sangre. Los CDC también colaboran con socios federales en la seguridad de la sangre. A través de su Oficina de Seguridad de la Sangre, Órganos y otros Tejidos (en inglés) los CDC coordinan actividades relacionadas con el tema de la sangre que incluyen estudios, vigilancia, investigaciones, formulación de políticas, planeación estratégica y comunicación. Además, los CDC trabajan cercanamente con su agencia hermana, la Administración de Drogas y Alimentos (FDA), que es responsable por la regulación de la sangre y sus derivados.

Información adicional (en inglés)

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