CROI 2016
Accidente cerebrovascular, más en coinfección por VIH y VHC que en monoinfección
Los autores del estudio, llevado a cabo por GeSida, proponen investigar si eso se debe a un efecto directo o indirecto de la propia infección por el virus de la hepatitis u obedece a diferencias en el estilo de vida.
S. Moreno. Madrid | 24/02/2016 15:14
Juan Berenguer, de Gesida de la SEIMC. (DM)
Los resultados de un estudio realizado por investigadores españoles y presentado en el CROI sugieren que el accidente cerebrovascular es en la actualidad un problema de salud más frecuente entre los pacientes coinfectados por VIH y VHC que entre los monoinfectados por VIH, por lo que se debe prestar atención especial para la reducción del riesgo cardiovascular entre los primeros.
El autor del trabajo Juan Berenguer, jefe de la Unidad de Enfermedades Infecciosas/VIH del Hospital Gregorio Marañón y del Grupo de Estudio del Sida (GeSIDA) de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc), apunta que se necesitan estudios específicos para investigar si esto se debe a un efecto directo o indirecto de la propia infección por VHC o si por el contrario obedece a diferencias en el estilo de vida entre las personas infectadas por VIH con y sin coinfección por VCH.
Además, habrá que evaluar el impacto de los nuevos tratamientos frente al VHC basados en antivirales de acción directa para reducir el riesgo de accidente cerebrovascular en pacientes coinfectados por VIH y VHC.
En el estudio también ha participado, entre otros investigadores, Salvador Resino, de la Unidad de Infección Viral e Inmunidad del Centro Nacional de Microbiología, del Instituto de Salud Carlos III (Madrid).
Los resultados parten del análisis de pacientes mayores de 15 años infectados por VIH (con y sin coinfección por VHC) dados de alta en los hospitales españoles entre 1997 y 2011 con un diagnóstico de accidente cerebrovascular (isquémico y hemorrágico). El estudio estimó las tasas de incidencia y de mortalidad por ictus en personas infectadas por VIH en España en la era del tratamiento antirretroviral de combinación, con especial énfasis en los coinfectados por VIH y VHC.
En el período inicial (1997-1999), la incidencia de accidente cerebrovascular (tanto isquémico como hemorrágico) fue mayor para los pacientes monoinfectados por el VIH que para los coinfectados por VIH y VHC. Sin embargo, a lo largo de los años siguientes, la incidencia de accidente cerebrovascular se redujo entre los primeros y aumentó en los segundos, lo que resultó en última instancia en mayores tasas de accidente cerebrovascular en pacientes coinfectados que en los pacientes monoinfectados por VIH en el periodo tardío (2004-2011). Se observaron los mismos resultados cuando se analizó específicamente la mortalidad intrahospitalaria de pacientes con accidente cerebrovascular.
Erradicación para reducir mortalidad
Juan Berenguer, junto con Juan González-García (Hospital La Paz, Madrid), han dirigido otro trabajo presentado en CROI también sobre pacientes en coinfección por VIH y VHC. En este trabajo, los investigadores demuestran que la erradicación del virus de la hepatitis C además de reducir la progresión de la enfermedad hepática y la mortalidad, baja el riesgo de aparición de diferentes manifestaciones extrahepáticas asociadas al VHC como la diabetes mellitus y la insuficiencia renal crónica. Todo ello constituye un argumento más a favor de la priorización del tratamiento de la hepatitis C en pacientes coinfectados por VIH y VHC, exponen los autores.
Juan Berenguer, junto con Juan González-García (Hospital La Paz, Madrid), han dirigido otro trabajo presentado en CROI también sobre pacientes en coinfección por VIH y VHC. En este trabajo, los investigadores demuestran que la erradicación del virus de la hepatitis C además de reducir la progresión de la enfermedad hepática y la mortalidad, baja el riesgo de aparición de diferentes manifestaciones extrahepáticas asociadas al VHC como la diabetes mellitus y la insuficiencia renal crónica. Todo ello constituye un argumento más a favor de la priorización del tratamiento de la hepatitis C en pacientes coinfectados por VIH y VHC, exponen los autores.
En el trabajo, durante un seguimiento superior a 5 años, de 1.625 pacientes, 628 lograron la erradicación del VHC y 997 no la lograron. La erradicación del virus de la hepatitis C se asociaba con una reducción del riesgo de aparición de diabetes mellitus y de insuficiencia renal crónica. No se pudo demostrar sin embargo que la erradicación del VHC redujera el riesgo de aparición de enfermedades cardiovasculares, cáncer, fracturas óseas o infecciones graves no relacionadas con el sida.
Además, el estudio puso de nuevo de manifiesto que la erradicación del VHC se asocia de manera inequívoca con una reducción del riesgo de progresión de la enfermedad hepática y de la infección por VIH, así como de muerte.
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