ENSAYO CLÍNICO EN ESTADOS UNIDOS
Extirpar trompas de Falopio, posible prevención del cáncer de ovario
Los avances moleculares están permitiendo dirigir los tratamientos en cáncer ginecológico.
Raquel Serrano. Madrid | 24/02/2016 14:47
Pedro Ramírez, Luis Chiva, Anotnio González, Karen Lu y Robert Coleman, en la presentación del V Congreso del MD Anderson, en Madrid. (Lenda)
El cáncer de origen ginecológico (ovario, útero, cuello de útero o cérvix y vulva) representa en España un 15 por ciento de los cánceres diagnosticados. A pesar de no ser un grupo de elevada incidencia, sí representa la quinta causa de fallecimiento. De ellos, tal vez el de ovario sea el que más preocupa a los profesionales de la oncología, pues su detección sigue siendo tardía, lo que se traduce en una más elevada mortalidad.
Dianas terapéuticas
No obstante, en los últimos años se han producido significativos avances que están mejorando el control de la enfermedad. Uno de los aspectos que mayores beneficios ha reportado ha sido el cada vez mejor conocimiento molecular de las mutaciones que se producen en los distintos subgrupos de cáncer de ovario, lo que "ha permitido que, en ciertos subgrupos, se hayan identificado dianas terapéuticas con tratamientos específicos. Cada vez estamos más cerca de terapias personalizadas, fenómeno muy importante en cáncer de ovario", han indicado Antonio González Martín y Luis Chiva, jefes de los servicios de Oncología Médica y de Ginecología Oncológica, respectivamente, del MD Anderson Cancer Center Madrid, España, y directores del V Congreso Internacional MD Anderson de Ginecología Oncológica, que se celebra hasta el viernes en Madrid. El encuentro también está dirigido por Pedro Ramírez, director de Investigación en Cirugía Mínimamente Invasiva y Educación del Departamento de Oncología Ginecológica del MD Anderson Cancer Center en Houston, Texas, centro organizador junto con el español.
No obstante, en los últimos años se han producido significativos avances que están mejorando el control de la enfermedad. Uno de los aspectos que mayores beneficios ha reportado ha sido el cada vez mejor conocimiento molecular de las mutaciones que se producen en los distintos subgrupos de cáncer de ovario, lo que "ha permitido que, en ciertos subgrupos, se hayan identificado dianas terapéuticas con tratamientos específicos. Cada vez estamos más cerca de terapias personalizadas, fenómeno muy importante en cáncer de ovario", han indicado Antonio González Martín y Luis Chiva, jefes de los servicios de Oncología Médica y de Ginecología Oncológica, respectivamente, del MD Anderson Cancer Center Madrid, España, y directores del V Congreso Internacional MD Anderson de Ginecología Oncológica, que se celebra hasta el viernes en Madrid. El encuentro también está dirigido por Pedro Ramírez, director de Investigación en Cirugía Mínimamente Invasiva y Educación del Departamento de Oncología Ginecológica del MD Anderson Cancer Center en Houston, Texas, centro organizador junto con el español.
Según Chiva, el conocimiento de las alteraciones moleculares ha sido el avance más destacado en el ámbito de la ginecología onclógica. "La identificación de ciertas mutaciones supone disponer de tratamientos a la carta, algo impensable hace diez años, por ejemplo, en tumores como el de ovario". La irrupción de los inhibidores del PARP en el abordaje del cáncer de ovario con mutaciones en el gen BRCA constituye "un cambio de paradigma con repercusiones muy positivas en el cáncer hereditario", considera González.
Ensayo de prevenciónEn este sentido, Karen Lu, jefe del Departamento de Cáncer Ginecológico del MD Anderson estadounidense, ha destacado que "el mensaje para las mujeres y sus familiares con cáncer de mama y ovario con mutaciones en BRCA es que "existe medicina personalizada para tratamiento y prevención. Es un mensaje positivo y con mucha fuerza".
El término "pre-vivientes" al que ha hecho alusión Lu, alude a aquellas mujeres en riesgo de desarrollar cáncer asociado a BRCA, pero que están sanas. La extirpación ovárica previene la totalidad del riesgo, pero provoca una menopausia precoz. Actualmente, el equipo de Lu lleva a cabo un estudio para observar los resultados con la extirpación, como primer paso, de las trompas de Falopio para preservar la fertilidad y puesto que existen indicios de su relación con el cáncer de ovario, y "posteriormente, años después, proceder a la extirpación de los ovarios". Incluso, va un paso más allá y señala que se abren investigaciones en esta línea con mujeres sin riesgo hereditario. "Se plantea la extirpación conjunta de útero y trompas de Falopio, aprovechando que a una mujer se le vaya a extirpar el útero por cualquier otra razón, como medida para prevenir el cáncer de ovario. El tiempo y la observación nos darán claves sobre este tipo de medidas".
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