lunes, 15 de febrero de 2016

El juego limpio en el deporte previene el traumatismo craneal - DiarioMedico.com

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A PROPÓSITO DE 'LA VERDAD DUELE'

El juego limpio en el deporte previene el traumatismo craneal

En España su frecuencia no es tan alta como en otros países, según los expertos reunidos por DM. Desde Femede se busca reducir la frecuencia e incidencia del síndrome de posconmoción.
Isabel Gallardo Ponce | igallardo@diariomedico.com   |  15/02/2016 00:00
 
 

José Ramón Zárate, Pedro Manonelles y Jorge Matías Guiu
José Ramón Zárate, subdirector de DM; Pedro Manonelles, presidente de Femede, y Jorge Matías Guiu, jefe del Servicio de Neurología del Hospital Clínico, de Madrid, durante el debate organizado por DM. (Mauricio Skrycky)
Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) estadounidenses estiman que se producen cada año entre 1,6 y 3,8 millones de conmociones cerebrales relacionadas con el deporte, y que suponen entre el 5 y el 9 por ciento de las lesiones deportivas, según un trabajo publicado en The British Journal of Sports Medicine. Los traumatismos se producen, sobre todo, en fútbol americano (rugby), en lucha libre, en fútbol femenino y masculino infantil o juvenil y en baloncesto femenino.
En España no existen datos sobre estas lesiones, aunque los deportes que se practican suelen ser menos violentos, a excepción del boxeo. En esta afirmación han coincidido Pedro Manonelles, presidente de la Sociedad Española de Medicina del Deporte (Femede), y Jorge Matias-Guiu, jefe de Servicio de Neurología del Clínico San Carlos, de Madrid, en el debate organizado por DM a propósito del estreno de la película La verdad duele (Concussion). No obstante, la lista de deportes de riesgo incluye hasta el ciclismo.
Según Matias-Guiu, "la encefalopatía crónica es menos frecuente en Europa. En fútbol europeo la tasa es menor que en el americano al ser más lento y las caídas no tienen ese componente de golpe inesperado". En la misma línea, Manonelles ha añadido que "la dinámica del juego es la que puede provocar traumatismos craneales, especialmente si son violentos o repetidos a menor intensidad. El deporte paradigmático es el boxeo, por los golpes repetidos sobre el cráneo y la afectación sobre el encéfalo y sus cubiertas envolventes", que puede producir síndromes similares al Alzheimer, demencias, e incluso suicidio.
Prevención
Manonelles ha pedido extremar las precauciones en los deportes en los que pueden producirse traumatismos craneales, sobre todo de repetición, en un comunicado de Femede cuyo objetivo es seguir trabajando en la prevención del síndrome de posconmoción cerebral. Los síntomas más comunes son dolor de cabeza, mareo, insomnio, fatiga, sensibilidad al ruido y a la luz, síntomas psicológicos como depresión en el estado de ánimo, irritabilidad y ansiedad, y problemas cognitivos como pérdida de memoria, falta de concentración y dificultad en la resolución de problemas. Manonelles ha insistido en la necesidad del juego limpio, que sea adoptado por jugadores, entrenadores y árbitros para que la práctica deportiva esté exenta de violencia y se apliquen con rigor las reglas. De hecho, la prohibición del spear tackling en fútbol americano, del checking from behind en hockey sobre hielo y del elbow to head en fútbol, ya ha reducido la frecuencia del síndrome.
¿Golpe o rotación?
El debate sobre el síndrome, según Matias-Guiu, radica en varias hipótesis: ¿Es un problema de golpes repetidos que generan lesiones que pueden llevar a la cronicidad? "Otros autores se preguntan: ¿es el golpe en sí en la cabeza o su rotación interior por culpa del golpe? La tasa de frecuencia de lesiones crónicas en el boxeo es del 16-17 por ciento; ¿es una rotación que se produce al girar, mientras que en fútbol americano es una rotación directa y más lineal, y por tanto el impacto es menor (del 10 por ciento)?".
La tercera opción culparía al golpe repetido de precipitar la aparición de una enfermedad subclínica cerebral que hubiera tardado años en aparecer. Sí parece que los datos apuntan a que hay una incidencia mayor de patologías psiquiátricas, Alzheimer, demencia frontotemporal, Parkinson y ELA en atletas de élite. "En ELA es 4 ó 5 veces superior; por lo tanto, no es el azar", ha dicho Matias-Guiu, quien es más partidario de que existan factores genéticos que disparen la aparición de las patologías tras la práctica deportiva.
El debate alcanza a la supuesta protección que podría ofrecer el casco, "así que aunque protejamos mucho, serían los movimientos de rotación los que generan ese tipo de situaciones". En esa línea, Manonelles ha apuntado que el casco es "eficaz para evitar la mortalidad por lesiones medulares pero no está claro que proteja los movimientos del encéfalo".
Sin embargo, ha resaltado que el uso de anabolizantes derivados de la testosterona, que se utilizan en el deporte para elevar la masa y la fuerza muscular, tienen efectos sobre el sistema nervioso central y sobre el comportamiento, y podrían relacionarse con la mortalidad en fútbol americano más allá de los traumatismos craneoencefálicos.

El combate de Bennet Omalu contra la NFL

Los hallazgos de Bennet Omalu, patólogo forense nigeriano-estadounidense, que publicó por primera vez la existencia de la encefalopatía traumática crónica en jugadores de la liga de fútbol americana (NFL), son el hilo argumental de la película La verdad duele. Omalu llegó a esta conclusión tras realizar la autopsia de Mike Webster, jugador estrella del Pittsburgh Steelers en 2002, quien presentaba demencia pugilística, patología registrada como propia de los boxeadores. El film narra la oposición con la que se encontró Omalu por parte de la NFL, quienes no reconocían la existencia de la patología.

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