La correcta interpretación de los marcadores tumorales permite mejorar la eficacia del diagnóstico

Barcelona (19/02/2016) - Redacción

La Sociedad Española de Bioquímica Clínica y Patología Molecular (SEQC) celebra el 'Curso sobre utilidad clínica de los MT en el cáncer'

La valoración adecuada de los nuevos marcadores tumorales (MT), así como de los más antiguos, permite aumentar la eficacia diagnóstica, disminuir la ansiedad de los médicos o pacientes solicitantes y reducir el número de repeticiones y exploraciones innecesarias. Por ello, la Sociedad Española de Bioquímica Clínica y Patología Molecular (SEQC) celebra el Curso sobre utilidad clínica de los MT en el cáncer.

"Interpretar y determinar adecuadamente los MT resulta una tarea delicada, ya que influyen muchos factores que pueden hacer que dos resultados similares tengan significados clínicos distintos. Se debe llevar a cabo de forma adecuada, ya que son resultados que pueden crear alarma en los pacientes y médicos; de ahí que una correcta valoración de los mismos permita evitar malas interpretaciones y colaborar en un diagnóstico más eficiente y veraz", explica Rafael Molina, presidente de la Comisión de Marcadores Biológicos del Cáncer de la SEQC.

El empleo de los MT exige por parte del laboratorio un esfuerzo importante de colaboración con la clínica. "Muchos médicos no son expertos en la interpretación de un resultado analítico, o lo son en una determinada especialidad, lo que puede hacer que interpreten erróneamente un resultado. El profesional del laboratorio es una pieza fundamental al valorar todos los aspectos técnicos, así como la situación clínica del paciente. Una valoración correcta puede evitar errores, que en nuestro medio incluyen más del 10 por ciento de los resultados diarios", señala Molina.

Dos novedades

El especialista destaca dos novedades principales que afectan positivamente al diagnóstico de determinadas patologías. "El primero es la descripción de nuevos marcadores de gran interés clínico como la ProGRP para neoplasias pulmonares o neuroendocrinas, el HE4 en el diagnóstico diferencial de masas abdominales y en el seguimiento del cáncer de ovario o el PCA3 en el cáncer de ovario".

En segunda lugar, "la aplicación de los marcadores en situaciones nuevas, como puede ser en el diagnóstico diferencial de síndromes paraneoplásicos y el diagnóstico del cáncer de pulmón. También es importante destacar cambios metodológicos en el sistema de trabajo o su empleo para el establecimiento de grupos de riesgo, en los que se debe emplear otros procedimientos diagnósticos para confirmar la sospecha. Es este último caso el marcador identifica en una población general un pequeño grupo con alto riesgo de cáncer, donde se aplican técnicas de imagen para discriminar los falsos positivos de los positivos verdaderos", añade.