Virus emergentes o el estudio de lo impredecible

"Predecir cuál de estos generará un brote epidémico como acertar el número de la lotería".

Sonia Moreno | soniamb@diariomedico.com | 15/02/2016 00:00

"La pandemia del virus de Zika era totalmente impredecible. Hay otros flavivirus, también transmitidos por mosquitos, que podrían haber generado un brote parecido, como el virus Spondweni, por ejemplo. Sabemos que varios flavivirus diferentes han infectado al hombre y han llegado a causar enfermedad. Es tan difícil predecir cuál de estos generará un brote epidémico como acertar el número de la lotería", razona el virólogo Adolfo García-Sastre. "Ahora habrá que investigar, comparando cepas, por qué ha emergido el virus de Zika en lugar de otros similares".

Diferente ha sido el caso del virus del Ébola, sobre el que ya se advertía tiempo antes del brote epidémico en África Occidental. "Debería haber habido más interés en investigar en vacunas contra este virus antes de la epidemia. En plena crisis no hay tiempo", reconoce García-Sastre. Su grupo trabajó en el reposicionamiento de fármacos para tratar la enfermedad producida por este filovirus, en la carrera contrarreloj de la comunidad científica para encontrar tratamientos. Con todo, el investigador aduce que, si no hay tratamientos disponibles, el impacto sobre la población viene del manejo de la situación.

El hecho de que el virus salte de un animal al hombre implica que el patógeno no siempre está bien adaptado e incluso resulta más virulento de lo que le conviene para su diseminación. Es lo que ocurrió con el virus del Ébola: "Al causar mucha enfermedad y postración, dificultó su propagación".

En cambio, causando muchas menos muertes que el virus del Ébola, un patógeno puede resultar más dañino: "Con solo un uno por ciento de mortalidad podría generar una crisis sanitaria, y es factible que ocurra alguna vez. Ese es el principal riesgo: un virus muy transmisible que cause enfermedad grave; la misma cantidad de enfermos distribuidos durante un año no es tan preocupante como esa misma cantidad de enfermos durante un mes, lo que bloquearía los sistemas sanitarios". La viruela, por suerte erradicada, sería un buen ejemplo; a juicio de García-Sastre es uno de los virus más patógenos para el hombre