El veinticinco por ciento de los ciudadanos toma antibióticos sin consultar con el médico
20/07/2016 - E.P.
Los antibióticos pueden causar efectos secundarios graves y el uso inadecuado de antibióticos puede causar resistencia, algo que resulta peligroso para el individuo y para la salud pública
El 5 por ciento de los adultos a partir de una cohorte de 400 personas dijo haber tomado antibióticos sin receta médica durante los 12 meses anteriores y el 25 por ciento, sin contactar con un profesional médico, según concluye una investigación publicada en la edición digital de Antimicrobial Agents and Chemotherapy, una revista de la Sociedad Americana de Microbiología.
En el estudio, los investigadores encuestaron a una muestra aleatoria de pacientes adultos con escasos recursos y diversidad étnica de clínicas de medicina familiar, de los alrededores de Houston, en Texas, Estados Unidos. El 14 por ciento de los pacientes reconoce guardar reservas de antibióticos en casa, señala la autora Larisa Grigoryan, profesora en el Departamento de Medicina Familiar y Comunitaria del Colegio de Medicina de Baylor, en Houston.
El 40 por ciento de los antibióticos usados sin receta se compraron en tiendas y farmacias de Estados Unidos y otro 24 por ciento se obtuvo fuera de Estados Unidos. Amigos o familiares suministraron el 20 por ciento de los antibióticos y los medicamentos sobrantes de recetas anteriores representaron el 12 por ciento. El 4 por ciento del total son antibióticos de uso veterinario.
"Los problemas que los pacientes señalaron más a menudo que auto-trataban con antibióticos fueron dolor de garganta, secreción nasal o tos, trastornos que normalmente mejoran sin ningún tratamiento con antibióticos", advierte Grigoryan, quien apunta que las tasas de auto tratamiento con antibióticos fueron similares entre diferentes razas y grupos étnicos.
Sin embargo, entre los pacientes que dijeron usar antibióticos sin receta, el 60 por ciento eran de clínicas públicas que atienden a pacientes de minorías marginadas y el 44 por ciento tenía ingresos anuales de menos de 20.000 dólares, especifica Grigoryan. "Los pacientes de clínicas públicas de atención primaria, los que tienen menos formación y los más jóvenes tenían mayor riesgo de usarlos sin prescripción en nuestro estudio", escriben los investigadores.
Una práctica que genera resistencia a los antibióticos
Una de las motivaciones para la autoprescripción puede ser ahorrar dinero en medicamentos y en copagos, sugieren los autores, señalando que los copagos en las clínicas públicas se elevan hasta más de 70 dólares. "Nuestro estudio confirma que, a pesar de ser ilegal, se produce en Estados Unidos la dispensación sistemática de antibióticos sin receta", lamentan los investigadores.
Los antibióticos pueden causar efectos secundarios graves, advierte Grigoryan, apuntando que el uso excesivo y el uso inadecuado de antibióticos puede causar resistencia, algo que resulta peligroso para el individuo, así como para la salud pública. "Cuando la gente se auto-trata con antibióticos, es probable que la terapia sea innecesaria porque más a menudo se trata de infecciones respiratorias superiores que son causadas principalmente por virus", señala Grigorian, insistiendo en que los antibióticos no matan los virus.
En el caso de las infecciones bacterianas, "incluso si la causa es bacteriana, la gente no sabe qué antibióticos cubren qué agentes patógenos y por cuánto tiempo deben utilizarlos", agrega. El mal uso de los antibióticos al que algunas de las bacterias patógenas sobreviven a menudo fomenta la resistencia.
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