Redacción. Madrid | 13/09/2017 15:00
Investigadores del
Consejo Superior de Investigaciones Científicas (
CSIC) han realizado un estudio donde demuestran que las bacterias de una infección no se extienden de manera desordenada, sino que
proliferan de forma organizada, con asignación de tareas entre bacterias dentro de la misma comunidad, haciendo que unas se dediquen a secretar toxinas, otras se adhieren a órganos, mientras otras combaten al sistema inmune, etcétera. El hallazgo, publicado en la revista
eLife, podría aplicarse para
desarrollar terapias contra infecciones difíciles de tratar. Este descubrimiento cobra mayor importancia ya que, tradicionalmente, se creía que las bacterias son organismos relativamente simples, que generan infecciones complicadas solamente aumentando excesivamente su número, lo que impedía a los antibióticos erradicar por completo una infección.
"En esa comunidad, todas las bacterias son genéticamente iguales, pero hay subpoblaciones que expresan sus genes de manera diferente y esto deriva en su especialización para realizar un trabajo concreto. Este trabajo demuestra que las infecciones del patógeno Staphylococcus aureus organizan subpoblaciones de bacterias especializadas en romper tejidos, otras subpoblaciones se dedican a secretar toxinas, otras en adherirse a órganos mientras otras combaten al sistema inmune... Todas coordinadas entre sí con el fin generar una infección exitosa; como si se tratase de "ciudades de microbios", donde cada una tiene una labor", ha explicado el director del estudio, Daniel López, investigador del Centro Nacional de Biotecnología.
Las investigaciones han descubierto que hay subpoblaciones más importantes que otras, dependiendo del tipo de infección. No siempre es la misma subpoblación la relevante, sino que depende de la infección que se adquiere. "Las bacterias especializadas en combatir al sistema inmune son esenciales durante infecciones crónicas mientras que las que secretan toxinas son esenciales para desarrollar infecciones agudas; al igual que en tiempos de guerra, la profesión militar es esencial para la supervivencia de una comunidad, o el personal sanitario durante una epidemia", ha comentado López al respecto.
Con esto, parece posible generar terapias contra infecciones difíciles de tratar, para eliminar solamente la subpoblación que sustenta a la infección y así terminar con toda ella. Otras aplicaciones de este modelo de proliferación bacteriana están siendo consideradas; por ejemplo, para predecir el comportamiento de países frente a situaciones de estrés, desde una crisis económica a un terremoto.
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