JORNADA | Reunión de expertos
Cáncer de mama, mucho más que una enfermedad
Varios de los ponentes y organizadores de la jornada sobre cáncer de mama. | Sergio Enríquez
- Esta semana se ha celebrado la 'IV Jornada Viaje a través del cáncer de mama'
- Dieta, ejercicio y estética, entre los principales intereses de las pacientes
El diagnóstico del cáncer de mama llega como un zarpazo y con él las dudas, los miedos y la búsqueda. Pacientes y familiares empiezan a consultar todo lo que cae en sus manos sobre la enfermedad y en ese todo entran mitos, leyendas y mentiras que, por repetición, van quedando en nuestra cabeza como si de una verdad se tratara. Por eso, jornadas como 'Viaje a través del cáncer de mama', celebrada ayer en Madrid, son tan necesarias para derribar esas verdades a medias que terminan siendo una losa para la tranquilidad de los afectados por este tumor.
"El año pasado estuve ahí, en el auditorio, escuchando todo lo que se contó. Hacía un mes que me habían diagnosticado cáncer de mama y vine a informarme. Me sirvió de mucho, porque es importante recibir la información en el sitio adecuado y poder hablar con expertos", afirmaba este jueves la periodista Inés Ballester, que fue la maestra de ceremonias de la jornada que tuvo lugar en el HM Universitario Sanchinarro en Madrid.
Tanto ella como muchas otras pacientes presentes en el auditorio pudieron solventar muchas dudas sobre la alimentación de la mano de Ricardo Cubedo, oncólogo del Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda, también en Madrid, quien derribó algunos mitos sobre esta enfermedad. "Hay un montón de ideas falsas y de leyendas. En internet se puede encontrar de todo. Muchas personas buscan información en internet pero, ¿quién mira la fecha de la última actualización de esa página? Además, hay que tener en cuenta que existe una gran diferencia entre lo que es verdad para el paciente, que se basaría en una respuesta clara y concreta a una pregunta, y lo que es verdad para los médicos, que sería un objetivo móvil, porque así es como se va fabricando la verdad en los artículos científicos", señaló.
De esta manera, y a lo largo de unos minutos, este especialista echó por tierra algunas de las ideas que circulan por los foros sobre cáncer, como que la soja puede fomentar los tumores de próstata o prevenir los de mama, algo que no está constatado ni generalizado por parte de la evidencia científica. Tampoco existen datos que avalen que el consumo de leche de vaca tenga influencia sobre este tumor.
"Hay un terreno muy amplio entre mitos y realidades. Lo cierto es que hay mucha desinformación, mucho ruido", explica Cubedo que, sin entrar en profundidades, enumeró otras leyendas como que el sujetador con aro causa cáncer de mama, que los desodorantes son peligrosos o que no hay que teñirse el pelo después de un diagnóstico de este tumor.
Información de calidad
Poner un poco de luz en la confusión y proporcionar al ciudadano aquello que debe saber para que pueda tomar decisiones que le afecten debería ser el principal objetivo de los periodistas, según señaló Rosa María Calaf, periodista con amplio bagaje en cubrir diferentes corresponsalías a lo largo de 37 años de profesión. "La calidad del mensaje mediático en salud es esencial, muy importante, y debemos exigir que no se traten estos temas desde el sensacionalismo".Para evitar errores o falsas ideas, la información de salud debe centrarse en datos avalados por la ciencia. Eso es lo que argumentó Isabel Calvo, del Servicio de Oncología Médica del Grupo Hospitales Madrid. "En los últimos 20 años, se han publicado más de 300 estudios epidemiológicos que constatan que el ejercicio moderado disminuye el riesgo de cáncer de mama un 25% y, si el cáncer ya se ha desarrollado, reduce el riesgo de muerte por esta enfermedad un 50%", enumera.
Según la especialista, no se trata de hacer un deporte intenso, de hecho, hacer deporte de elite está contraindicado tras un diagnóstico de cáncer de mama, sino de practicar entre 150 y 180 minutos por semana, repartidos entre tres y seis días, de una actividad física moderada, como caminar, nadar, etc.
"Porque el ejercicio ayuda a perder peso, vinculado a un mayor riesgo de mortalidad, a disminuir el estrés oxidativo, la inflamación sistémica y aumenta la respuesta inmune. Todo esto además, contribuye a reducir la fatiga, que se da entre el 70 y el 100% de las pacientes. El mensaje que se daba antes a las mujeres con fatiga era que descansaran, pero eso ha cambiado, ahora se recomienda hacer ejercicio", apunta Calvo.
La estética importa
Hay otras herramientas, además del ejercicio, para aumentar la autoestima de la paciente. Una de ellas es el cuidado estético durante la enfermedad. Mayte Trunchuelo, dermatóloga del Hospital Universitario Ramón y Cajal (Madrid), señala la importancia de conocer los efectos que pueden aparecer con los tratamientos contra el cáncer. "Estar informada de estos efectos va a reducir la ansiedad y las complicaciones", destacó.Entre otros efectos, los fármacos quimioterápicos pueden provocar sequedad de piel y mucosas, afectación de las uñas, erupciones similares al acné juvenil o picor. Para contrarrestar y prevenir estos efectos, Trunchuelo aconseja mantener una buena limpieza e hidratación de la piel, que aliviará los síntomas y evitará infecciones. "Hay que evitar el sudor y la ansiedad para prevenir el prurito, los jabones con pH 5,5 y las cremas sin perfumes son útiles para mejorar la sequedad", argumenta.
Por otro lado, señala que ni el uso del láser ni la radiofrecuencia o las ondas de choque son perjudiciales. "Son radiaciones no ionizantes y no tienen ningún riesgo", explica, al igual que tampoco genera ningún problema los tintes del pelo durante y después del cáncer de mama o los desodorantes. En cuanto a las cremas con parabenos, "no se ha demostrado efecto cancerígeno, pero tanto la duda, muchos fabricantes están retirando estos componentes de sus productos".
Otro mito que se extiende por múltiples informaciones es la herencia del cáncer. "El cáncer no se hereda, sino que se hereda un mayor riesgo a sufrirlo. Y hay que tener en cuenta que esa mayor predisposición sólo se da en el 10% de todas las mujeres diagnosticadas con cáncer de mama", afirma Nuria Romero, oncóloga del Centro Integral Oncológico Clara Campal del HM Hospitales.
Esta especialista insiste en que sólo un grupo de mujeres son las que podrían beneficiarse de hacerse un análisis genético para saber si presentan una mutación en los genes BRCA1 y BRCA2, porque esa alteración supondría un mayor riesgo de sufrir este tumor. Los criterios para llevar a cabo este análisis deben ser tener dos o más casos de cáncer de mama y/o ovario en la misma línea familiar; haber sufrido cáncer de mama a una edad joven (por debajo de los 50 años); que sea un varón el afectado por este tumor o que la mujer haya tenido un cáncer de mama bilateral antes de los 50 años; entre otros requisitos.
Finalmente, tras hacer un repaso por los avances conseguidos en el diagnóstico y prevención de esta enfermedad en los últimos años, María Fernández Abad destacó las novedades en el cáncer de mama metastásico, que supone el 5% de los diagnósticos. "Para este tipo de tumores, tenemos ahora 23 clases de quimioterápicos en terapia o en combinación y nuestro objetivo [el de los oncólogos] es que sean lo más eficaces posible y con la menor toxicidad. Se trata de convertir este cáncer en una enfermedad crónica".
Como broche final a esta jornada, se presentóla aplicación 'Contigo', de la que algunas de sus protagonistas, mujeres que han pasado o lo están haciendo por un cáncer de mama, señalaron como "un refuerzo del buen estado de ánimo que hay que tener para luchar contra esta enfermedad"
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