Más riesgo del trastorno autista en hijos de pacientes con LES

Las mujeres con LES presentan autoanticuerpos y citocinas que en experimentos con animales se ha visto que alteran el desarrollo cerebral fetal e inducen a trastornos de conducta.

Pilar Laguna. San Diego | 31/10/2013 00:00

Los niños nacidos de madres con lupus eritematoso sistémico (LES) tienen el doble de riesgo de padecer un trastorno del espectro autista (TEA) comparados con la población general, además de que suelen diagnosticarse antes (una media de 3,8 años frente a los 5,7 años de los TEA diagnosticados de madres sin lupus), de acuerdo a una investigación de la Universidad McGill, de Montreal.

Evelyne Vinet, profesora de Reumatología en el centro canadiense, ha aportado datos inéditos en la reunión anual ACR13. Según la experta, algunos estudios experimentales ya habían sugerido que la exposición intrauterina a anticuerpos y citocinas maternas es un riesgo para los TEA. Las mujeres con LES presentan autoanticuerpos y citocinas que en experimentos con animales se ha visto que alteran el desarrollo cerebral fetal e inducen a trastornos de conducta. Sin embargo, no había estudios que evaluaran el riesgo de TEA en niños nacidos de madres con LES. "Varios trabajos apuntan a más riesgo de dificultades de aprendizaje en estos niños, pero ninguno especificaba TEA, y es importante abordar esa tarea, porque las pacientes quieren saber cómo puede afectar a su descendencia".

Para llegar a resultados que indican que 1,4 por ciento de niños autistas nacen de madres con lupus, frente al 0,6 por ciento de madres sin la enfermedad, se estudiaron 719 niños nacidos de 509 madres con LES frente a 8.493 nacidos en población general. Los investigadores tuvieron en cuenta si la medicación que tomaban las embarazadas pudo influir, y vieron que apenas había exposición a fármacos. Ningún niño estuvo expuesto a medicamentos antimaláricos, antidepresivos o inmunosupresores en el embarazo, y sólo uno de madre con lupus resultó expuesto a corticoesteroides. Vinet se muestra esperanzada en que estos resultados alentarán investigaciones sobre el papel potencial de los autoanticuerpos relacionados con el lupus, como el receptor del N-metilD-aspartato, en el TEA.