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Institutos Nacionales de la Salud
La FDA se replantea los 'dispositivos de choque' para modificar la conducta
La agencia se reúne el jueves para discutir la ilegalización de las herramientas utilizadas con niños con discapacidad emocional
Traducido del inglés: jueves, 24 de abril, 2014JUEVES, 24 de abril de 2014 (HealthDay News) -- Algunos los comparan con un "collar de choques", y otros los llaman un "tratamiento que salva vidas". Pero los días de los dispositivos de choques eléctricos como una herramienta para manejar la conducta difícil de controlar en personas con discapacidades podrían estar contados, señalan las autoridades sanitarias de EE. UU.
Un panel de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. se reúne el jueves para discutir la prohibición del uso de "dispositivos de estimulación eléctrica" para modificar las conductas agresivas o de autolesión en las personas con problemas emocionales graves o trastornos del desarrollo como el autismo.
"La FDA está preocupada de que los graves riesgos de usar estos dispositivos podrían superar los beneficios para los pacientes con una capacidad intelectual limitada o discapacidades del desarrollo, y que podrían plantear un riesgo no razonable y sustancial de enfermedad o lesión para los pacientes", aseguró una vocera de la agencia, Jennifer Rodríguez.
Los dispositivos de choque se usan como técnica de "terapia de aversión" en un centro de Massachusetts que atiende a niños y a adultos con necesidades especiales serias.
Hasta donde se sabe, el Centro Educativo Juez Rotenberg en Canton, Massachusetts, es el único centro que usa los dispositivos para intentar cambiar la conducta, señaló la FDA en el material de respaldo publicado antes de la reunión.
Ex estudiantes del Rotenberg les dijeron a los investigadores de la FDA que los dispositivos les producían quemaduras, y que sentían ansiedad, miedo y depresión.
Se siente "como si mil abejas le picaran a uno en el mismo lugar durante unos segundos", apuntó un ex estudiante, y añadió que el dispositivo "es una tortura, en el sentido más común de la palabra".
Los proponentes de la técnica de choque afirman que disuade de la conducta agresiva o de autolesión. El razonamiento es que los estudiantes dejan de golpearse a sí mismos o a los demás para evitar recibir el choque, por ejemplo.
Pero el estudiante le dijo a la FDA que recibía choques "por cosas como no cumplir con una indicación del personal, por hablar demasiado o por interrumpir en clases".
Mientras tanto, el Centro Rotenberg respalda su política. Los dispositivos, que por lo general se aplican en los brazos o en las piernas, administran un choque de dos segundos que "se siente como un pellizco fuerte, pero que por lo demás es inocuo y no tiene efectos secundarios", afirmó el centro en una declaración.
"Sin el programa de tratamiento del JRC, estos niños y adultos estarían condenados a vidas de dolor debido a la automutilación, a fármacos psicotrópicos, al aislamiento, a estar inmovilizados y a la institucionalización... o incluso la muerte", sentenció un comunicado del centro.
La meta es gestionar las conductas de forma que estos pacientes "puedan aprender, y pasar tiempo con sus familiares y amigos", dijo la declaración.
El centro produce sus propios dispositivos in situ, y no los ofrece para la venta. Los dispositivos solo se usan con el consentimiento previo de los padres o la autorización de un juzgado de sucesiones de Massachusetts, según la declaración.
Los defensores de la discapacidad han instado a la FDA a prohibir esas controversiales herramientas. Las Naciones Unidas han dicho que el uso de dispositivos de choques eléctricos por el Centro Rotenberg constituye una violación de la Convención Contra la Tortura de la ONU, según el informe de la FDA.
"Es como ponerle un collar de choques eléctricos a un perro", aseguró Margaret Nygren, directora ejecutiva de la Asociación Americana de Discapacidades Intelectuales y del Desarrollo (American Association on Intellectual and Developmental Disabilities). "Está diseñado para que no puedan quitárselo. Es simplemente degradante".
Estos tipos de dispositivos han estado disponibles durante décadas, y actualmente hay cuatro modelos aprobados por la FDA. Dos dispositivos similares están aprobados para su uso para la cesación del tabaquismo y para detener el hábito de morderse las uñas, pero no se está considerando su prohibición.
Los instrumentos usados en el Centro Rotenberg carecen de la aprobación de la FDA, porque se han modificado sustancialmente respecto a los modelos anteriores. Un dispositivo "administra una corriente que es casi el triple que" el modelo aprobado por la FDA, apuntó la agencia.
Los estudios han mostrado que el refuerzo negativo no provee una solución a largo plazo a los problemas de conducta en las personas con discapacidades del desarrollo, comentó Nygren.
"A largo plazo, cuando se elimina el castigo las conductas vuelven", dijo.
Una mejor estrategia conlleva averiguar por qué ocurre la conducta y entonces hacer cambios que la eviten, planteó Nygren.
Por ejemplo, quizá un estudiante se esté haciendo daño a sí mismo porque tiene hambre y no puede pensar en una forma de comunicar esa necesidad. Una vez los instructores se hayan dado cuenta, pueden buscar otras formas para que la persona se comunique, por ejemplo dándole una tarjeta para que la muestre cuando tenga hambre.
"Tarda un poco más de tiempo que ponerle un dispositivo de choque a alguien, pero a largo plazo el individuo tiene unos resultados mucho mejores", aseguró Nygren.
Pero docenas de padres que tienen hijos en el Centro Juez Rotenberg plantean lo contrario en cartas de respaldo que enviaron a la FDA.
"A nuestros hijos les falta un solo golpe para quedar ciegos o matarse, y necesitan tratamientos que funcionen rápido con unos efectos secundarios mínimos", escribieron los padres de una niña que sufre de una forma rara de epilepsia. "Privar a niños como estos de un tratamiento efectivo que salva vidas, cuando todos los demás tratamientos disponibles han fracasado de forma constante, sería una terrible injusticia".
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: U.S. Food and Drug Administration, executive summary report, April 21, 2014; Jennifer Rodriguez, U.S. Food and Drug Administration, spokeswoman; Margaret Nygren, executive director, American Association on Intellectual and Developmental Disabilities; April 22, 2014, statement, Judge Rotenberg Educational Center, Canton, Mass.
HealthDay
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