Se descarta la correlación entre el asma y los antibióticos
Estudios anteriores habían declarado la existencia de una correlación entre el uso de antibióticos a edades tempranas y el asma. Un grupo de investigadores suecos del instituto Karolinska de Estocolmo han desmentido estas conclusiones en un nuevo estudio publicado por “The BMJ”.
Para el estudio se tuvieron en cuenta los datos de 500 000 niños nacidos en Suecia entre enero de 2006 y diciembre de 2010. La primera fase para los investigadores fue la realización de un estudio sobre la exposición de los fetos a antibióticos cuando sus madres recibieron tratamiento durante el embarazo, en el que descubrieron que el riesgo de asma para el niño aumentaba en un 28 %. Cuando incluyeron otros factores de riesgo como la genética, el ambiente doméstico o el estilo de vida, sin embargo, vieron como esta correlación desaparecía.
En la siguiente fase, los investigadores realizaron un estudio sobre los niños que habían recibido antibióticos a edades tempranas. Compararon si el riesgo de desarrollar asma tras un tratamiento con antibióticos era igual de alto que si el niño recibía tratamiento por infecciones cutáneas, urinarias o respiratorias. Sin embargo, no fue así. El riesgo era mucho más alto tras haber sido tratado por una infección respiratoria, lo que indicó que la correlación se debía a que, al mostrarse los primeros síntomas del asma, se diagnosticaba erróneamente como una infección respiratoria y se trataba con antibióticos, o que la infección respiratoria en sí misma aumentaba el riesgo de padecer asma.
“Nuestros resultados indican que no existe una relación causal entre el tratamiento con antibióticos y el asma infantil. Pero sigue siendo importante utilizar los antibióticos con mucho cuidado y tener en cuenta la amenaza que supondría desarrollar una resistencia contra estos. También queremos destacar la importancia de diagnosticar correctamente a los niños con síntomas en las vías respiratorias, para distinguir entre los presuntos síntomas del asma y los de una infección respiratoria”, declaró la directora de investigación Catarina Almqvist Malmros.
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